*Escrito por Luz Cecilia Andrade .
13.08.2024. Ciudad de México.- En México clasificar correctamente los casos de feminicidio de las mujeres adultas mayores está aún lejos de ser una realidad debido a una serie de negligencias las cuales permiten que el sistema patriarcal ejerza violencia, malos tratos y abuso hacia las mujeres desde la infancia hasta la vejez.
Esto lo explica Verónica Montes de Oca Zavala, doctora en Ciencias Sociales con especialidad en Estudios de Población y Maestra en Demografía de la UNAM:
“Las mujeres atraviesan muchas dificultades y desigualdades a lo largo de su vida por haber nacido con sexo femenino y eso se refleja también en la vejez. […] Las mujeres mayores tienen una trayectoria de violencias, de abusos, de maltratos que permean mucha de su exclusión y por supuesto la inseguridad social que al final de su vida experimentan”.
El 20 de julio de 2021, Agustina Martínez Rojo fue encontrada en el interior de su domicilio con signos de violencia física, sin ropa y con indicios de violencia sexual. La mujer vivía sola en la colonia San Martín de Xochinahuac, Azcapotzalco, cerca de un parque de bodegas industriales.
Fue una niña quien la encontró en el suelo, luego de acudir a dejarle comida porque, desde que su esposo falleció en 2020 por Covid-19, vivía sola. Antes, la pareja sobrevivía de la recolección y venta de cartón, detalló Corriente Alterna. Tras cuatro horas de espera, la trasladaron al Hospital Balbuena donde falleció dos semanas después, el 5 de agosto.
Así como Agustina, existen otros casos de violencia feminicida en contra de mujeres adultas mayores que parecen invisibles a la vista de todas y todos, que no se quieren ver o en el peor de los casos, se normalizan.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2020 había ocho millones 139 mil 94 mujeres adultas mayores en el país; la mayoría de ellas sufrió algún tipo de maltrato que se acrecentó con los años.
Esto último lo reafirma la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021, la cual señala que las mujeres de 60 años o más, en comparación con la misma encuesta realizada en 2016, sufrieron mayor violencia física, emocional, económica o sexual en este año.
La encuesta también reveló que la mayoría de las y los agresores de estas mujeres han sido sus propias hijas o hijos, otros familiares e incluso hermanas y hermanos.
Lamentablemente, el aumento en la violencia contra las mujeres adultas mayores no se queda solo en ese tipo, en ocasiones se alcanza el feminicidio, mismos que en los últimos años también han aumentado, en especial en la capital del país.
Ejemplo de ello lo refieren datos obtenidos a través de la plataforma Nacional de Transparencia, proporcionados por la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), los cuales indican que durante el último año de Marcelo Ebrard al frente de la CDMX se registraron tres casos de víctimas de feminicidios a mujeres adultas mayores; en el gobierno de Miguel Ángel Mancera se registraron 17 que posteriormente pasaron a 40 casos en la gestión de diciembre de 2018 a abril de 2023, de la entonces jefa de gobierno Claudia Sheinbaum.
De los 60 feminicidios registrados durante este periodo, cinco se cometieron con arma de fuego; 12 fueron por golpes y 5 más con armas blancas. Los 38 restantes se desconocen debido a que la Fiscalía no informó la modalidad del delito.
No obstante, la doctora Verónica Montés de Oca señala que las aproximaciones y estimaciones oficiales que se tienen actualmente sobre los feminicidios en mujeres adultas mayores son subestimadas, pues podrían tratarse de muchos más y en muchas ocasiones no se registran como es debido.
«Con la pandemia vimos un maltrato brutal hacia las personas mayores en estas residencias de cuidado a largo plazo, en estos centros y también en hospitales. Aquí se justifica el maltrato y la violencia en personas mayores y especialmente mujeres. Cuando una persona ingresa a un asilo por desgracia la esperanza de vida se reduce».
Dra. Verónica Montés de Oca.
Trabas para clasificar el feminicidio en adultas mayores
Desde los estudios de género como los que realiza el Observatorio de la igualdad de género de América Latina y el Caribe, que intentan buscar las causas por las cuales hay un incremento considerable de feminicidios en mujeres adultas mayores, aún es difícil llegar a resultados, datos y cifras fiables que nos den indicios de por qué han incrementado estos casos que, paradójicamente, las autoridades no declaran adecuadamente por diversas causas.
En palabras de la especialista en temas de envejecimiento de la población, sistemas de protección social, género y generaciones, “el meollo del asunto suele encontrarse en la declaración médica de la muerte de las mujeres adultas mayores”, en la negligencia del personal médico que muchas veces no declara adecuadamente la muerte porque existen de por medio “mordidas” que muchas veces las familias o personas involucradas proporcionan a estos profesionales de la salud para que en el motivo de la muerte no sea el adecuado: “A esto se le llama negligencia- enfatiza la especialista- “Es muy fuerte cuando pasa una omisión de la comunidad, del Estado y de los familiares”.
Ahumado a esto, la especialista enfatiza que tiene que haber una mayor revisión jurídica:
“En caso de que alguna parte del proceso de la declaración de la mortalidad de una persona no sea correcto tiene que estar penalizado y eso se tiene que recordar tanto a los médicos como en las instituciones de cuidados a largo plazo, en los hospitales, porque si no también entran en círculos de corrupción.
Deudas con las mujeres adultas mayores
La especialista enfatiza que es importante que las políticas públicas del nuevo gobierno estén encaminadas en cuidar verdaderamente a las mujeres y niñas en todas las etapas de su vida, con perspectiva de género que garantice sus derechos y oportunidades.
“Creo que estamos en un momento muy importante en el que por primera vez nuestra virtual presidenta electa toma como uno de los temas prioritarios en su agenda a las mujeres por principio y luego a las mujeres mayores, pero bueno, eso no significa que tengamos una perspectiva de género. Entonces debemos incorporar una perspectiva de género en todas las políticas que tengan que ver con hombres y mujeres y con poblaciones no binarias”.
Asimismo, enfatizó la importancia de mirar la situación de las mujeres en todas sus etapas desde distintas aristas, entre las que destaca tres: la feminización de la pobreza, la feminización del cuidado y la feminización del envejecimiento.
“Estos tres temas son importantísimos porque son las mujeres que están asumiendo los temas de los cuidados, quienes están de alguna manera tratando de salir de la adversidad y de la pobreza con todo lo que eso implica y obviamente la feminización del envejecimiento porque las mujeres mayores son en muchas ocasiones las más invisibilizadas”.
Por último, señaló que las políticas públicas tienen que tener una perspectiva de género, una perspectiva del curso de la vida y abatir el «edadismo (discriminación por edad) y el viejismo” que tanto daño le hace a una sociedad que cada vez envejece más y más.