*Escrito por Arantza Díaz.
Ciudad de México.- México ha sido colocado en la posición número 13 (de 22) del índice de Chapultepec 2024; un mecanismo que permite medir la libertad en el ejercicio periodístico y la no represión en América y el Caribe. Esto coloca a México lejos de lograr una libertad de expresión y sólo un par de posiciones arriba de países considerados en focos rojos por violencia contra periodistas como Nicaragua, Venezuela o Cuba; México está a dos escaños de entrar en la lista roja de «alta restricción«.
Paralelamente, México dista de entrar en las primeras 8 posiciones mejores calificadas entre las que se encuentra Chile, Uruguay, Panamá y Estados Unidos. Con este primer dato, se esboza que consolidar una prensa libre es uno de los pendientes del Estado mexicano desde hace años y es que, en un histórico del Índice de Chapultepec, se encuentra que el país ha ocupado estas posiciones al fondo consideradas «en restricción» desde hace 4 años sin mayor variabilidad.
¿Cuál es la principal diferencia de este año con respecto al anterior? Según apunta el informe, México logró reducir el número de asesinatos a periodistas con respecto al año anterior; de 12 homicidios a 7, sin embargo, esto no implica precisamente que la libertad de expresión sea una garantía, por el contrario, se advierte que la mayoría de estos casos no han sido resueltos y que las investigaciones han quedado congeladas.
De esto último deviene que el Índice de Chapultepec haya señalado a México por impunidad y advierte que el motivo de este fenómeno de injusticia es a causa del propio Gobierno que ha realizado acciones mínimas para la resolución de esta crisis.
«La mejoría leve en la evaluación del Índice Chapultepec para el año 2024 con respecto a 2023 no necesariamente debe ser interpretada como un avance en México para garantizar plenamente el estado de la libertad de expresión. La diferencia en el índice registrado en este periodo (43,50) comparado con 41,82 en el periodo anterior, resulta marginal ante los casos de violencia y procesos de acoso contra periodistas en el país», sentencia el informe.
El Índice de Chapultepec analizó el contexto ejecutivo, judicial y ciudadano para producir algunas hipótesis de qué cuestiones atraviesan a México y qué está reproduciendo la cooptación de la libertad de expresión en el país.
La disputa entre poderes y reformas al poder Judicial
El informe sostiene que, al cierre del sexenio lopezobradorista, se redoblaron los ataques en contra de periodistas durante las conferencias matutinas, espacio donde se minimizaron las agresiones contra periodistas, además, condenó el desprestigio que se realizó en contra de medios extranjeros como Reporteros sin Fronteras o el Parlamento Europeo cuando López Obrador refirió que eran medios que intentaban denostar su gobierno.
«(El poder ejecutivo) desestimó las cifras de asesinatos de periodistas en México y aprovechó para atacar a medios y comunicadores a quienes acusó de hacer periodismo en favor del poder económico y político. En resumen, el Poder Ejecutivo mantuvo hasta el cierre de su gestión la divulgación de datos privados de periodistas en su foro público matutino como una táctica para intimidar a la prensa independiente y mostrar su autoritarismo, según críticos y analistas.»
Asimismo, el informe denuncia que al final del sexenio se registró desde el Poder Ejecutivo un aumento en la difusión de información falsa o no sustentada con datos verificables. La mala práctica en este tipo de acciones ha generado un profundo efecto negativo en la dimensión del derecho a la libertad de expresión, pues pone en riesgo e impacta el derecho de las personas a estar informadas y a ejercer otros derechos.
En el entorno legislativo, el informe señala la tensión política ante el paquete de reformas constitucionales y particularmente, aquella donde se busca la elección de juezas y jueces mediante el voto popular. Asimismo, condenó la desaparición del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).
En añadidura, el Índice de Chapultepec expresó preocupación de que en México que se sigan dando casos de evidente acoso judicial a través del cual se procede al uso indiscriminado de acciones legales que se ejercen en contra de periodistas con el objeto de censurar e inhibir su labor de investigación en temas de interés general. Ya no solo sigue siendo una mala práctica adoptada por instituciones oficiales, sino que las acusaciones por parte de empresas contra periodistas por daño moral también se han sumado
a esta modalidad.
Este impacto judicial ha reproducido daño psicológico y temor entre las y los periodistas quienes son expuestos y denunciados de forma indiscriminada y sin fundamentos; esto no implica que no se pueda recriminar el ejercicio periodístico, sino que el informe advierte que se utiliza la punibilidad -principalmente del Estado- en su contra lo que produce desplazamiento forzado, acoso, amedrentamiento haciendo uso de la fuerza y ciberataques.
Impunidad y violencia
En violencia, México obtuvo una calificación de 3.2 (siendo 20 la mejor calificación) lo que lo coloca como uno de los países más violentos de la región en materia de agresión contra periodistas y medios de comunicación. Sólo en 2023, se registraron 561 agresiones en el ejercicio de la labor periodística, es decir, cada 16 horas una persona periodista fue agredida en el país.
Estas agresiones comprenden secuestros, amenazas, agresiones físicas, verbales, intimidación, acoso judicial, señalamientos estigmatizantes por parte de altas autoridades y campañas de desprestigio.
De agosto 2023 al primero de agosto 2024, se cometieron siete asesinatos, en respuesta, el Comité Internacional para la Protección de los Periodistas (CPJ) coloca al país en el lugar número siete dentro de aquellos con el mayor índice de impunidad en el mundo por asesinatos cometidos a miembros de la prensa.
Por ello, el Índice de Chapultepec 2024 cierra su edición condena la falta de acciones por parte del Estado mexicano para proteger a las y los periodistas, así como resolver los crímenes contra el gremio que agrava la percepción de un entorno restrictivo y peligroso para la prensa.
«Aunque los asesinatos de periodistas han disminuido, la violencia y el acoso judicial persisten con una tasa alarmante de agresiones y se mantiene al mismo tiempo una impunidad generalizada. El seguimiento ante los riesgos expuestos en este informe debe enfocarse hacia la creación de mecanismos de protección más efectivos para los periodistas, con énfasis en la erradicación de la impunidad en los crímenes relacionados con su labor.», zanja el informe lanzado por la Sociedad Interamericana de Prensa.
