*ÍNDICE POLÍTICO
/FRANCISCO RODRÍGUEZ/
El allanamiento del régimen de Cuarta… Transformación a las exigencias de Donald Trump –pues tiene a los cuatroteros “agarrados de allá abajo” por su “intolerable alianza” con el narco–, ya provocó que México perdiera la guerra del agua… cuando ésta aún ni siquiera da comienzo.
Una vez más el saqueo de nuestros recursos naturales se hace presente, aún a costa de la sed del campo y de las sobrepobladas urbes de las entidades fronterizas. Es la aplicación de la ley del más fuerte.
Y esas naciones fuertes y arrogantes, en una primera generación arrasaron con la explotación del subsuelo: minerales y reservas. Ahora, se extiende a todo lo que pueda considerarse generador de riqueza: bosques, productos agrícolas, especies de la biodiversidad, y el llamado oro azul, el agua.
El precio y el valor del intercambio de mercancías extraídas de los paraísos pobres fueron impuestos por el vencedor en la conquista. Queda claro que la guerra no admite cambio de reglas a lo largo de la historia de la explotación.
Todos los países productores de algo, financiamos con nuestras materias primas el fanatismo expansionista. Todavía, cuando pueden, nos amenazan con el alza de sus precios en el momento que lo juzgan necesario.
Con la 4T se nos fue de largo la oportunidad de justipreciar nuestras riquezas. Existe una crisis mundial de agua. Las empresas petroleras transnacionales pueden utilizar en un futuro cercano hasta el 90% de los recursos hídricos. El fracking es una amenaza real para los agricultores y pueblos indígenas.
Y ya no tarda el momento en el que la escasez del líquido vital agudizara todas las corrientes migratorias. En las sociedades se convertirá en un instrumento de poder.
Gana la desertificación a las tierras cultivables
Dos terceras partes de los doscientos sistemas fluviales transfronterizos de América Latina cuentan con “normas de cooperación”, pero aun así hay conflictos sobre el uso, especialmente cuando el usuario se somete a intercambios desfavorables con las empresas.
La importancia estratégica del control de las aguas a flor de tierra y subterráneas, como medio de poder y de presión, crecerá en la medida de que haya cada vez menor cantidad aprovechable del oro azul.
Se originarán enfrentamientos, repitiendo la historia de todos los conflictos por posesión e intervención sobre recursos naturales, al mismo tiempo que serán atizados por el crecimiento demográfico y la degradación del suelo.
Un ejemplo paradigmático lo tenemos en México. Según las últimas cifras de suelos agrícolas cultivables, de casi 90 millones de hectáreas aprovechables hace algunas décadas, sólo quedan 32.1 millones de hectáreas, según datos del Censo Agropecuario 2022 del INEGI.
Y esto es grave, pues la superficie con vocación agropecuaria es de 88.4 millones de hectáreas con uso o vocación agropecuaria (46.1% del total nacional), destinadas tanto a cultivos como a la cría de animales.
En 2020, la superficie de tierra cultivable ascendió a 20.08 millones de hectáreas. Al sumar los cultivos permanentes, la cifra total fue de 22.9 millones de hectáreas en 2021.
Misma fuente: Aproximadamente 90 millones de hectáreas en el país están afectadas por desertificación y degradación.
En síntesis, cada vez hay menos tierras cultivables. Contamos con una superficie pequeña para todo el país, equivalente a treinta veces el tamaño del Valle de México.
A lo anterior, se deben sumar las empresas cerveceras en manos de la holandesa Heineken que se establecen en los valles de provincia. Consumen una cantidad impresionante de oro azul y reportan crear ¡sólo mil empleos –mal pagados– en cada factoría!
Y a eso añádale que la técnica de la perforación hidráulica para extraer el gas shale requiere, según la Semarnat, de 20 millones de litros para hacer producir cada pozo. Es una amenaza real, no de ciencia ficción o de expertos en “pobretología”.
Latinoamérica, campo de batalla por agua
La agricultura nacional requiere el 70% de las reservas probables de agua aprovechable. El acceso es cada vez más costoso. Como cada vez importamos mayores cantidades de alimento, es previsible que en el cambalache entre en los próximos años la entrega de más agua.
Peor si nos atenemos a la defensa del derecho internacional: mal negocio. Está poco codificado. Las ruedas de la defensa ante la voracidad han fallado frente a la codicia de las empresas. La ONU establece cada rato mínimos que son rebasados por los apetitos empresariales.
En Brasil, mediante el Plan Amazonia, los intereses estadounidenses amenazaron controlar las reservas de agua. Contra los movimientos independentistas de los indios yanomanis, los güeros establecieron bases militares en el noreste.
Cerraron el círculo de dominación con el pretexto de la lucha contra el narcotráfico, desde el Plan Colombia, la estrategia anti-Chávez / Maduro en Venezuela y el sistema de vigilancia Ecuatoriana de la Iniciativa Regional Andina.
La imposición del Área de Libre Comercio de las Américas es sólo un complemento para establecer una seudo alianza que permita a sus consorcios aprovechar los recursos naturales no renovables y ejecute la dominación.
Una de las mayores reservas de agua subterránea del planeta, calculada hoy en un millón doscientos mil kilómetros cuadrados, la representa el llamado Acuífero Guaraní, extendido desde Paraguay hasta el Pantanal del Amazonas.
Abarca también territorio argentino y uruguayo y, obvio, las zonas hídricas de las bellísimas cataratas de Iguazú. Por inclinación natural del subsuelo, recibe las descargas de la zona centroamericana, desde Puebla, hasta Panamá. ¿Nos suena?
Plan Puebla-Panamá: ¡por el agua subterránea!
La recarga, según lo ha documentado hasta la saciedad el Centro de Estrategias Militares para la Democracia Argentina, sería de tal forma que con la explotación del mismo alcanzaría para abastecer con 300 litros diarios a 360 millones de personas.
En palabras del centro de inteligencia argentina, abocado a estos estudios por necesidad desde hace años, “se tiene conocimiento de otro acuífero en el Continente, que se extendería desde los cenotes yucatecos hasta Panamá…
… lo que explica la proliferación de bases militares en la mega región y la presión que se ejerce sobre los gobiernos locales para que aceptaran el Plan Puebla – Panamá.”
Lo anterior explica que el primer mundo ha dilapidado sus recursos y reservas –a lo mejor los está preservando– y por qué ahora viene por los nuestros.
También manifiesta la voracidad con la que algunos “políticos” de la región utilizaron el mencionado Plan Puebla – Panamá como un paradigma de integración industrial y comercial, cuando sólo fue una argucia de penetración colonial.
La 4T, entrega el oro azul a Estados Unidos
Es escalofriante la impudicia con la que se vuelcan los cuatroteros sobre los residuos de las últimas riquezas que nos quedan. La obscenidad y hasta la concupiscencia política y amoral rebasa todos los límites. ¡No tienen llenadera!
Es francamente inaudito que salgan ahora con un programa de nacionalización o estatización de los acuíferos, cuando a lo largo de la campaña presidencial, que era la oportunidad para haberlo oteado, jamás se refirieron a una insensatez como la presente.
El electorado de las zonas rurales les hubiera dado, mínimo, ¡un cubetazo en la cabeza!
Ningún candidato presidencial podría ganar una justa en México, cuando promete que de lograrlo ¡va a vender lo que quede del país!
Es inaudito que todavía anden de lambiscones de las empresas transnacionales que extraen el gas de las lutitas. ¿Qué no se han dado cuenta que ya no van a venir con sus dólares a México?
Alguien tiene que llamar la atención a su senilidad mental. Hacerles ver que con sus imprudencias y dislates hicieron que el país se “transformara”… pero en su contra, para defenderse de su debilidad ante Estados Unidos y los caprichos e inmoralidades de Trump.
La defensa de la soberanía, de la independencia y, ahora de la sobrevivencia, pasa por la defensa del oro azul.
Indicios
Anote usted la fecha: 15 de diciembre de 2025. Ese día la señora Claudia Sheinbaum hizo una promesa que, como muchas otras, no podrá cumplir. Descartó que la entrega de agua a Estados Unidos afecte al consumo humano o a la agricultura en México. “Primero lo que es muy importante que todos sepan, es que no se está dando un agua que no tenemos o que afecte a las y los mexicanos”, afirmó en su mentiñera de ese lunes. * * * Por hoy es todo. Reciba usted mi reconocimiento por haber leído este Índice Político y, como siempre, mis mejores deseos de que tenga ¡buenas gracias y muchos, muchos días!
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