*Clara Brugada anuncia medidas urgentes para atención a familias y a víctimas
12.09.2025 Ciudad de México, .- La tragedia ocurrida el pasado miércoles en el Puente de la Concordia, en la alcaldía Iztapalapa, ha cobrado ya la vida de diez personas tras la explosión de una pipa de gas que transportaba miles de litros del combustible.
El siniestro, que inicialmente dejó ocho fallecidos y más de 90 heridos, ha escalado en gravedad conforme avanzan los reportes médicos y forenses.
Las autoridades capitalinas confirmaron que entre los fallecidos se encuentran personas de distintas edades, desde menores hasta adultos mayores.
Aunque los nombres completos de las víctimas no han sido difundidos oficialmente por respeto a la privacidad de las familias, y el yerro que cometieron al colocar el nombre de la abuela que protegió a su nieta con su cuerpo y no había muerto, pero se sabe que entre los fallecidos hay tres mujeres, seis hombres y un menor de edad.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México mantiene abierta la investigación, con el conductor de la unidad hospitalizado y bajo custodia, señalado como presunto responsable por exceso de velocidad, aún cuando los vecinos añaden como causa de la volcadura un bache.ñ, lo que ha sido rechazado por la misma jefa de gobierno.
Clara Brugada Molina, anunció una serie de medidas inmediatas para atender a las víctimas y prevenir futuras tragedias.
Entre ellas, destaca la implementación de un nuevo protocolo de circulación para vehículos que transportan materiales peligrosos, elaborado en conjunto con la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) y la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil.
Este protocolo incluirá rutas restringidas, horarios específicos y controles técnicos más rigurosos.
Además, Brugada garantizó atención integral a los familiares de las víctimas, incluyendo apoyo psicológico, asesoría legal y cobertura de gastos funerarios.
“No habrá impunidad. Estamos comprometidos con la justicia y con el respaldo total a las personas afectadas”, declaró en conferencia de prensa.
La comunidad de Iztapalapa ha respondido con muestras de solidaridad, organizando colectas de víveres y acompañando a los familiares en los hospitales.
Mientras tanto, el Senado ha comenzado a discutir reformas urgentes sobre la regulación del transporte de carga, ante la evidencia de que gran parte de la flota nacional opera en condiciones obsoletas.
La Ciudad de México se encuentra de luto, y la exigencia ciudadana por mayor seguridad en el transporte de materiales peligrosos se ha convertido en un clamor que las autoridades no pueden ignorar más.
