Mina Moreno.
Día a día trato con víctimas de violación, de femenicidio, de agresión sexual, llevó años documentando y alzando la voz desde mi humilde trinchera.
Sobre mi hombro han llorado víctimas de violación y familiares de víctimas de feminicidio.
He alzado mi voz por cada una de ellas.
Tuve una madre, tengo una hermana, tengo amigas, yo misma he sido agredida y sufrí un secuestro en el extranjero.
Se lo que es ser una víctima.
Mientras, en mis pulmones haya aire, mientras en mi garganta estén mis cuerdas bucales, mientras tenga fuerza para ello, yo seguiré dándole voz a las que no tienen voz y rostro a quienes se les pretende ignorar.
¿Importa el método?
#EllasSiMeRepresentan.
Ellas representan las voces de las que ya no están y son las primeras que salen a luchar y no lo harán desde Twitter, Facebook o Instagram, porque la furia e ira es mucha.
Porque, ellas son mujeres que están cansadas de preguntar.
¿Cuándo habrá Justicia?
Es la misma, pregunta que yo me formuló día a día, cuando recibo el mensaje de una víctima más, cuando me narra su vía crucis, cuando veo sus huellas, sus heridas abiertas, cuando tengo que consolar a una madre por el dolor inmenso de haber perdido una hija, cuando día a día veo la indiferencia de jueces y magistrados que quieren cerrar los ojos a la realidad.
Cuando veo que no hay piedad por nosotras las que aún estamos vivas, defendiendo a nuestras hermanas asesinadas, desolladas, despellegadas, descurtizadas, mancilladas en su memoria.
¿En qué momento perdimos la esencia de la humanidad?
¿En qué momento nos convertimos presa de caza?
¿Cuándo inició el camino hacia la bestialidad?
