Entre lo utópico y lo verdadero
Por Claudia Guerrero Martínez
16 de diciembre del 2019
Muchos pensaban que Andrés Manuel López Obrador era un hombre listo, con un discurso opositor y referente. Siempre crítico durante los Gobiernos de Fox, Calderón y de Peña Nieto. Su estrategia, lo colocó como el líder de quienes no tenían voz, la izquierda prometida y opositora a los regímenes centralistas. Ante el hartazgo de los mexicanos en contra de los partidos políticos en el poder, los votantes optaron por elegir a un partido de nueva creación, MORENA, con las siglas de AMLO, una marca que por 18 años, creó una presunta oposición a la corrupción, los desvíos de recursos, la justicia y realizar cambios significativos para México…
Al asumir la Presidencia del país, López Obrador tuvo muchas expectativas y conforme pasaban los meses, fue incumpliendo con cada una de ellas. Sus promesas de campaña quedaron en el dicho e imperó un discurso de polarización y de encono entre los mexicanos, con el fin de tratar de destruir las instituciones, imponer a aliados incondicionales en los Poderes Legislativo y Judicial, así como en la Suprema Corte de Justicia, quitando a quienes le estorbaba, incrustando a esposas de sus socios, viejos constructores que ahora, pretenden adjudicarse todo la obra pública en el país, con contratos otorgados de forma directa y violentando la Ley de Adquisiciones, principalmente, en la normatividad administrativa. Centralizar todo el control del país en una sola persona, es iniciar una dominación carismática, contenida en carácter, heroísmo, liderazgo y religiosidad… Y en la historia, así inician muchos gobiernos, que años después, caen en una verdadera dictadura.
Y lo que antes se criticó, ahora el Presidente se rodea de funcionarios cuestionados y de comprobada deshonestidad, involucrados con Cárteles de la Droga que dominan al país. Manuel Bartlett Díaz, quien está impedido para entrar a los EU, por sus comprobados nexos con el crimen organizado; de igual manera, el actual Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero y Alfonso Durazo Montaño, colaboraron de cerca con Genaro García Luna, hoy preso y enjuiciado por protección a grupos delincuenciales. Todos fueron funcionarios de los Gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón.
En el caso de López Obrador, es comprobada su relación con expresidentes acusados de colaborar para la producción de cocaína y su trasiego, como el caso de Evo Morales, quien permitía en Bolivia la producción de esta droga para el Cártel de Sinaloa. Además de la detención fallida de Ovidio Guzmán, hijo del hoy preso en New York, en los Estados Unidos, Joaquín “El Chapo” Guzmán. También se dio a conocer que otro hijo de este capo, Archivaldo Guzmán había estudiado una carrera en la Universidad de Bolivia, sin ser molestado e hicieron una excelente amistad y alianza con el Cártel de Sinaloa. La relación entre México con países aliados y que aportaron dinero para que López Obrador ganara la Presidencia, son Cuba, Venezuela, Bolivia, El Salvador, Nicaragua y ahora Argentina, para pretender hacer un bloque opositor en contra de los Estados Unidos. Es por eso, la tardanza en la firma del Libre Tratado, las amenazas de aranceles en contra de las exportaciones de México y la declaración de terroristas a cárteles de la droga, con la finalidad de imponer rumores de una intervención militar estadounidense. Al final, López Obrador dio marcha atrás y fue obligado a que la Guardia Nacional, en lugar enfrentar la inseguridad en el país, se limitara a ser una sucursal de la “Border Patrol”, para evitar la migración de ilegales de Guatemala, Honduras y otros países y cuidar las fronteras mexicanas, evitando que ilegales lleguen a los Estados Unidos.
Lo que tanto criticó Andrés Manuel, era que los recursos para los más necesitados se destinaran a empresas afiliadas al PRI y a la presunta Mafia del Poder… Ahora, el propio Presidente de México invita a los ciudadanos a cooperar para el TELETÓN, con el único fin de reanudar las relaciones con TELEVISA, televisora que todos los días lanza críticas a su Gobierno y evidencia casos de corrupción en la administración de López Obrador. Lo mismo ocurre con otros medios de comunicación, a quienes los tilda de ser conservadores, enviando una señal a sus seguidores, bots y AMLOVERS a que demeriten a todo aquel que critique al Presidente, como un ejército que sólo recibe órdenes y no piensa, analiza o cuestiones la liturgia o evangelio de quien ya se siente el Mesías de México, con sus libros y publicaciones morales, con sesgo de imponer la religión Adventista del Séptimo Día y la Masonería, dos corrientes religiosas que profesa el Presidente de México, en un país laico.
López Obrador es el rey de los distractores y todos los días, en sus mañaneras, lanza discursos sobre temas superficiales, llenos de cinismo, mostrando tener el poder para hacer lo que el Presidente decida y su frase “Al diablo con las instituciones”, lo está haciendo al pie de la letra, al imponer a una militante de MORENA en la Comisión Nacional de Derechos Humanos; debilitar al Instituto Nacional Electoral y otros órganos autónomos, para ser dominados por López Obrador. Y lamentablemente, quienes lo siguen y aceptan sus políticas públicas, en su mayoría, tienen bajo nivel de estudios, son analfabetas disfuncionales y reciben estas famosas becas. O pertenecen a este grupo exclusivo de MORENA, entre académicos, algunos políticos y de clase media, quienes son beneficiados con un cargo o plaza.
Y nuevamente, López Obrador vino a Coatzacoalcos, con el mismo discurso, de que Cuitláhuac García es un hombre honesto, cuando en realidad y con pruebas fehacientes, se comprueba ser lo contrario, pues ha imperado la corrupción en todas las Secretarías Estatales…. En su ambicioso programa “Sembrando Vida”, que se destina gran parte de los recursos en el sur del Estado, para hacer comunidades sustentables, el Presidente vino a Veracruz, para presuntamente conocer los avances de este programa, pero en realidad, quiso saber sobre el balance de Veracruz, en temas como inseguridad, ejecuciones, secuestros, feminicidios, cierres de Cuentas Públicas y hasta bloqueo en carreteras, como fue el caso de la Carretera Federal Puebla-Veracruz, exigiendo la libertad de Ramón Merino, de 66 años, quien mató a unos de los presuntos delincuentes, quienes pretendían secuestrar a su hijo.
López vino a “cambiarle los pañales sucios” a Cuitláhuac García Jiménez, quien no ha podido con la inseguridad, siendo éste rebabado y para evitar murmuraciones y hasta suspicacias, aseguró que Cuitláhuac es “honesto, honrado, con ideales y principios”. Lo cierto, es que el Gobernador no manda en Veracruz y son esos grupos criminales, los mismos que niega el propio Presidente, son los que dictan la plana al Gobierno Estatal y éste, obedece al pie de la letra…
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