No sé quién es el autor de la ilustración, lo que sé es que nadie respondió…
De memoria
Triste país en el que el interés principal de la gente se centra en la muerte de un recién adolescente, actor de éxito sorpresivo que fallece durante una persecusión policiaca, drogado, borracho y armado.
Policías garantizadamente criminales y viandantes que dicen, ví que todavía se movía, nunca llamaron a la Cruz Roja, yo lo ví, yo pasaba en ese momento por allí… cada quien busca su cachito de gloria.
La muerte del joven actor ha ocupado la mitad de las ediciones cotidianas en los medios nacionales. Y de todo lo que se lee, se escucha, es que no importa lo que resulte de la investigación, la mala fama ganada con abusos y delitos de toda laya, harán que los policías siempre sean los únicos culpables.
Tampoco han importado las declaraciones de sus acompañantes, de que el jovenzuelo huyó ante un control de las autoridades, supuestamente porque su estado de ebriedad y el consumo de drogas lo hubiesen llevado directo a las bartolinas, con el agravante del arma, en calibre permitido por la ley.
Sea como sea, el escandalito ha permitido que los medios no compren broncas con el todopoderoso Manolo el Bartelette, que en increible declaración aseguró que el supuesto fraude electoral de 1988 fue un contubernio, la complicidad entre Salinas, el triunfador, y el PAN con su candidato derrotado, Maquío.
Cuando hizo su declaración, el hoy propietario o usufructuario de las riquezas de la electricidad nacional, lo hizo con voz rotunda, firme, sin el mínimo temblor o duda.
No mostró con eso sinceridad sino la seguridad de que lo que diga pasará al catálogo de las verdades históricas de la Nueva Enciclopedia de México a Través de los Siglos.
En provincia también se cuecen los elotes. Tres, cuatro días seguidos, nuestro querido Contexto de Durango, se ocupa de la desaparición de otro farandulero, pero éste ya en las excelsitudes de la política nacional.
Conocido como El Mijis, no creo que alguien conozca su nombre real, pandillero, rockero y también jefe de una banda de actividades no públicas, desapareció después de participar, dícese organizar una manifestación contra otro rockero.
Asegura Contexto que fue amenazado de muerte y de allí el interés del medio. Pero apenas un día después, El Mijis fue presentado por la heroica Guardia Nacional que lo rescato; no informaron si pagaron la cuenta del rescate en el antro en el que lo toparon accidentalmente.
Creo que sería injusto no reconocer el único triunfo de la Guardia Nacional en la protección de los ciudadanos, principalmente si el susodicho es legislador.
No estoy muy seguro de que las cosas se hayan desarrollado y resuelto como aquí apunto, sólo del hecho del activismo del ex pandillero hoy diputado sin aportación conocida para el buen gobierno y en beneficio de la población nacional.
Y la intervención de la Guardia Nacional en un espectacular operativo (así se dice), proporcionando vehículo y cubas frías para el bienestar del Padre de la Patria (también así les dicen)…