** Alma Grande .
/ Ángel Álvaro Peña /
La institución más respetada y con mayor credibilidad, ahora es centro de las críticas de la oposición. Todavía no entienden algunos políticos, dentro y fuera de nuestras fronteras, que un Ejército de paz, puede realizar tareas sociales que redunden en beneficio social, que esa debería ser la función de todo Ejército en el mundo. Sin embargo, hay guerra y exterminio.
Para ciertos grupos de personas los soldados deben matar, mantenerse en guerra contra cualquiera. Menosprecian la actividad de auxilios de las Fuerzas Armadas, pero ponderan sus acciones violentas durante la guerra contra el narcotráfico ocurrida en el sexenio de Felipe Calderón, donde hubo más civiles muertos que delincuentes.
En el sexenio de Calderón hubo 2,805 enfrentamientos con grupos delincuencias, es decir más de un enfrentamiento diariamente en promedio, que arroja un total de 121,883 muertes. En todos estos casos el Ejército estuvo involucrado, porque sólo eran tomados en cuenta como carne de cañón para propósitos violentos, como si sólo fueran fieras de ataque, sin respeto a su dignidad ni a sus derechos.
En ese momento por complicidad o convicción los panistas callaron y prefirieron centrar su atención en otros temas y obsesiones. Ahora que los militares tienen tareas más dignas, más solidarias, donde se toma en cuenta su inteligencia, su experiencia, su sentido humanista, la oposición se viene encima, Es lógico que para los conservadores los cambios o deben suceder ni dentro ni fuera de la administración pública, por eso son conservadores, no entienden que todo cambia y que el ejército de calderón no es el mimos que el actual y que debe tomarse como una institución que complementa y enriquece las actividades de la administración pública.
Pero pareciera para la oposición que soldado que no tiene manchadas las manos de sangre no es soldado de verdad.
Las tareas de ingeniería civil, aérea, militar utilizadas en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles mostraron que puede hacerse una administración pública más eficaz, sin las comisiones a empresas constructoras, ni el sobrepago a constructoras que luego regresaban el moche a los funcionarios públicos. Esto representa un ahorra importante.
Esto no quiere decir que la corrupción se haya erradicado en México, todavía hay mucho por hacer, pero basta y sobra saber que los castigos a los militares por ilícitos en su trabajo son más severos que contra los civiles, con el objetivo de que disminuya esta actividad ilegal que debe erradicarse, y ocupar a los soldados en las obras públicas en un avance.
Las críticas que se volcaron contra el aeropuerto de Santa Lucía ahora callan ante casi 50 mil pasajeros transportados en ese puerto aéreo. A pesar de que fue estrenado el 21 de marzo de este año.
Además, previo anuncio de una supuesta infiltración en el sistema de cómputo del Ejército, el Presidente informó que el Ejército Mexicano trabaja en la creación de una nueva aerolínea que operará a través de su empresa Olmeca-Maya-Mexica.
Confirmó también la filtración que hizo el grupo Guacamaya Leaks tras hackear a la Sedena, lo cual implica que la austeridad no siempre es buena consejera de la seguridad nacional, porque debieron blindar mejor los asuntos que se ventilaron en esa intervención.
La aerolínea del Estado se sumaría a las privadas Aeroméxico, Volaris, VivaAerobus y Aeromar, operaría en un inicio con 10 aviones alquilados, detalló López Obrador, toda operación realizada por militares
El mandatario reveló que la compañía estatal podría utilizar el avión presidencial, un Boeing 787 adquirido por casi 219 millones de dólares en los gobiernos anteriores que él ha intentado vender desde que asumió la Presidencia en diciembre de 2018 con el argumento que es demasiado lujoso.
López Obrador señaló que buscará que la nueva aerolínea se llame Mexicana, que era la más antigua del país desde 1921 y contaba con participación del Estado, pero se declaró en concurso mercantil en 2010 en un controversial proceso que aún no se resuelve y mantiene a sus ex trabajadores en lucha.
Los soldados mexicanos, sin importar rango, realizan en casa obra que realizan un momento solemne, que debe difundirse, como es el hecho de que antes de empezar a trabajar, cada mañana, entonan el himno nacional mexicano, lo cual contagia de patriotismo a los trabajadores que no son militares y evocan las gestas heroicas y exaltan la historia nacional.
Ver trabajar a los soldados en obras de infraestructura es un verdadero homenaje al país, a sus hombres y mujeres que nacieron y pisaron esta tierra. Son hombres dedicados a la transformación y laborando en esos cambios, ellos mismos se transforman.
PEGA Y CORRE
La Junta Local de Conciliación y Arbitraje de la CDMX está metida en un lío, después de despedir a más de 50 empleados, ahora dice que no puede trabajar con un rezago de más de 500 casos que estaban retrasados. Así, el órgano de impartir justicia aboral, despide injustificadamente a sus trabajadores. Vaya ejemplo.