MILITARES EN RETIRO COMO EL SENADO ROMANO

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/Eduardo Sadot /

El origen del senado viene de la raíz etimológica de “Senado” viene del latín senatus, que a su vez deriva de senex, la palabra latina para “anciano” o “viejo”. Esto es porque el Senado era, originalmente, un consejo de ancianos o patricios sabios que asesoraban a los gobernantes de la antigua Roma, un concepto que también da origen a palabras como “senil”, “senior” y “señor”. El tema viene a colación por las manifestaciones y señalamientos que han hecho sobre diversos temas, los militares en retiro.

En el sector militar que incluye marinos y ejercito, pero también el régimen militar, el de Seguridad y el de las Fuerzas Armadas, se percibe ya con el planteamiento de propuestas y soluciones que esta tomando forma, como un tema nacional sobre la tercera edad que abarca a todo el país y a otros países, obliga a replantear la participación de los ciudadanos – mujeres y hombres – de la tercera edad, ello debido a que la edad promedio de vida se ha incrementado, casi al doble – desde luego sin considerar los factores de riesgo laboral, por el incremento de las tasas de mortalidad derivados de la lucha por contener a la delincuencia – pero hoy vemos en la UNAM en el sector privado y público, la reacción de empresas privadas y en el sector público, el tratamiento del incremento de la expectativa de vida, por supuesto que hay que corregir las leyes laborales y no condenar a las personas de la tercera edad a ser “chicharos empaquetadores en los tiendas de autoservicio” ello dicho con todo respeto, pero cuando aún siguen en condiciones de productividad, no se pueden cerrar los ojos a la realidad y a estas alturas se siguen políticas públicas donde la regla es desperdiciar su experiencia y talento, máximamente cuando aún conservan su actitud, fuerza y capacidades para aportar a las nuevas generaciones su “expertise” de vida y trabajo, pericia, experiencia, habilidad, destreza o conocimiento(s) que aún son útiles, transmisibles y aprovechables en bien de México.

En el caso de los militares en retiro, hay que escuchar sus reclamos y consejos y hacerles caso, porque desde su disciplina y vocación de servicio y su manera de ver la vida desde la óptica de su experiencia es un recurso humano patrimonial que está desperdiciado miserablemente, algo similar se repite en las instituciones educativas, el bagaje de experiencia y conocimiento compartido con las nuevas generaciones hace de una sociedad el aprovechamiento y la preservación de conocimiento y experiencia.

Las personas de la tercera edad tienen mucho que ofrecer y compartir, porque no promover el intercambio de conocimientos y experiencia es condenar a una sociedad a la castración evolutiva. Pensar en la tercera edad es pensar en el futuro de las generaciones que nos sucederán.

El valor de los militares retirados se multiplica, por el riesgo a que se exponen, es un sector vulnerable por su disciplina, un militar nunca deja de ser militar aún en el retiro, su compromiso con las instituciones y con la patria es permanente mientras tengan vida.
Reconocer su valentía experiencia y lealtad a las instituciones – que no a las personas – es un ejemplo y lección de vida, México debiera invertir en conocer y difundir su experiencia, tendría más beneficios para la patria que desperdiciar tiempo y dinero en difusión de temas electoreros.

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