*Astrolabio Político
/ Por: Luis Ramírez Baqueiro /
“Que el principal sermón de tu vida lo predique tu conducta.” – C.H.Spurgeon.
Tras la reciente celebración del Consejo Político Estatal de Morena en Veracruz, el partido guinda ha comenzado una etapa de recomposición interna marcada por señales de unidad, reacomodo estratégico y acuerdos de poder.
La presencia de la gobernadora Rocío Nahle García no solo revistió el acto de legitimidad institucional, sino que envió un mensaje claro: Morena se prepara desde ahora para el proceso electoral de 2027, el primero que dependerá enteramente de su gobierno estatal.
En el encuentro, los principales liderazgos del partido convergieron como pocas veces ocurre en la vida interna de Morena. Desde la mandataria estatal, pasando por alcaldes, diputados locales y federales, hasta operadores territoriales y fundadores del movimiento, todos coincidieron en el llamado a cerrar filas.
Nahle no solo hizo acto de presencia, sino que ofreció un respaldo explícito a Esteban Ramírez Zepeta como dirigente estatal, enviando una señal de continuidad y disciplina partidaria en momentos donde la institucionalidad del partido será clave.
Aun cuando algunos dentro de Morena ya se tallan las manos por realizar un cambio de dirigencia que les represente mejores posiciones.
Uno de los puntos más comentados en los pasillos políticos fue el visible acercamiento entre el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, Esteban Bautista Hernández, y el delegado de Bienestar, Juan Javier Gómez Cazarín.
Ambos actores, conocidos por su influencia territorial y peso político, podrían estar explorando un acuerdo de corresponsabilidad en la ruta hacia el 2027. La fotografía del saludo entre ambos no fue casual: es una postal del pragmatismo que empieza a imponerse sobre las viejas diferencias.
En paralelo, militantes de base y algunos cuadros fundadores han comenzado a expresar inquietudes respecto al rol del senador Manuel Huerta Ladrón de Guevara, figura polémica, pero con capital político propio.
Si bien no estuvo presente en el Consejo, su nombre fue tema obligado en corrillos y mesas privadas. ¿Será incorporado formalmente al reordenamiento interno o continuará orbitando como figura crítica desde la periferia del partido? La definición de su papel es crucial para evitar rupturas futuras.
Lo que queda claro es que Morena en Veracruz ha comenzado a caminar hacia su siguiente gran prueba electoral. Con la fuerza institucional del gobierno estatal, pero también con los desafíos de la gestión pública, la disciplina interna y la diversidad de intereses, el reto será conservar la cohesión.
El llamado de Rocío Nahle a la unidad no es retórico. En el 2027 no habrá pretextos: los éxitos o los fracasos serán, por primera vez, enteramente responsabilidad de quienes hoy gobiernan.
Al tiempo.
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