Morenos se sienten impunes e inmunes, pero lo hecho por 4T traerá la noche.

*Yo Campesino / Lo pagaremos
/ Miguel A. Rocha Valencia/
Los promotores de la destrucción de instituciones, violencia y división social pagarán sus hechos tarde o temprano, pero en tanto, seremos todos los mexicanos quienes habremos de sufrir las consecuencias de la orgía demoledora de la llamada cuarta transformación, esa que ahora entendemos, llegó para devastar el andamiaje constitucional democrático y republicano para asirse del poder omnímodo, sin que nada ni nadie les estorbe.
La gran pregunta es ¿A dónde pretenden llevar al país?
Mientras esa incógnita se despeja no queda sino esperar una tendencia autoritaria, los hechos así lo demuestran, donde los derechos ciudadanos estén sujetos a la determinación del supremo poder concentrado en una persona con A y que contrario a sus convicciones, decidió asumir la herencia de su creador para en un infausto mes de noviembre de 2024, demoler instituciones democráticas que incluyeron a un puntal de la República, el poder Judicial.
Con mensajes de odio, los mismos que dieron resultado al ganso para polarizar a la sociedad mexicana, dividirla y confrontarla, la 4T busca consolidar un poder con pies de dinero regalado, con promesas incumplidas y mentiras que por fortuna nadie cree, ni sus propios feligreses.
Discurso que habla de corrupciones de otros, pero ignoran la propia, que insiste en culpar de todo al pasado, pero no asume la responsabilidad del presente en una dialéctica de perdedores y no de ganadores, de medianía y no de aspiraciones porque el gran temor es que, si crecemos y desarrollamos como sociedad, olvidaremos a nuestro benefactor, como si no fuera un principio básico del gobierno buscar el bien de las sociedades como fin político.
Gobierno cuatroteísta que no ve en el aspiracionismo la mejor arma para el progreso sino como el principal enemigo de sus cimientos de barro que sólo se sustentan en el agradecimiento popular por arrojarle unas monedas que lo atan a la pobreza mental y material, a la pobreza y mediocridad.
Adopta ese gobierno, el discurso demagógico de una falsa justicia social, porque no aplica la progresividad de derechos, salvo aquéllos que atan a sus suscriptores a la dádiva porque avances no hay. Muestra son los aumentos nunca vistos a los mínimos que esta vez irán casi al 15 por ciento al alza, pero al final son devorados por quienes los otorgan a través de aumentos de precios en bienes, servicios y productos de primera necesidad, en una carrera donde nunca los sueldos le ganan a la inflación.
Y en esa mezcolanza que poco se entiende por engañosa, los lacayos disfrazados de legisladores se regodean en su mayoría artificial, esa que les regalaron IFE y TEPJF para abolir un instituto que garantizaba el acceso a la información pública y con ello a sus similares en los estados para con ello garantizar la opacidad de un gobierno o mejor dicho de un régimen que ofreció acabar con la corrupción y terminó haciéndola suya para integrar su patrimonio.
Si como estábamos se negaron a revelar gastos de presidencia, si pese a las pruebas irrefutables de corrupción en la familia del tlatoani y amigos negaron su culpa, hoy qué podemos esperar de una oficina del mismo gobierno si no es el ocultamiento de datos que antes realizaron banjo el pretexto de seguridad nacional.
Quién revelará ahora los contratos asignados de manera directa por ejemplo en salud donde habrán de gastarse en compras consolidadas de medicamentos por casi 300 mil millones de pesos; quién mostrará la limpieza de los gastos del Tren Maya al que le dan otros 50 mil millones o del ejercicio transparente de los 170 mil millones que se gastarán en 2025 para los ferrocarriles prometidos por la “científica” con A.
Quién dará cuenta clara de los cerca de 10 billones de pesos del presupuesto o al menos del billón 200 mil millones de gasto social con que se compra el agradecimiento del pueblo, donde hasta los muertos, desaparecidos y migrantes cobran becas y apoyos.
Seguramente conoceremos puntualmente el gasto y transferencia presupuestales a Pemex que, al cesar sus pagos a proveedores, deja 420 mil millones de deuda aparte de la expresada en dólares por sus créditos documentados por más de 400 mil millones de billetes verdes. Documentos que están a punto de convertirse en basura dada la incapacidad de la paraestatal de pagar de sus propios recursos.
Van a esconder todo, sabremos muy poco y si eso es hacia adentro, hacia afuera del país la cosa se pone peor por la desconfianza expresada por socios y prestamistas, las calificadoras y las señales ominosas donde nuestro país y su gobierno son excluidos como la reciente reunión de Trump y Trudeau quienes pactan lucha contra fentanilo mientras en México se sigue negando su existencia…
Para colmo la cancelación de los otros seis organismos autónomos, especialmente relacionados con energía, competencia y telecomunicaciones, pusieron, junto con la destrucción del poder Judicial y el sometimiento de las instituciones electorales, un asterismo en la relación trilateral a grado tal que México podría quedar marginado de futuras negociaciones donde ni la amenaza de la presidenta de “arancel pro arancel” podría aminorar los efectos de una interdependencia dañada.
Se nos avecina una larga noche, no se ve que quieran rectificar, se siguen regodeando e n su orgía de destrucción y violencia en espera de convertirse en héroes de la democracia, pero son todo lo contrario abanderados de ideas rancias y de ambiciones dictatoriales que como dije, tendremos que pagar y muy caro…