Por Walter Sánchez Silva
23 de octubre de 2024, Aci Prensa.- Gustavo Gutiérrez Merino, sacerdote dominico peruano considerado el “padre” de la teología de la liberación, falleció el 22 de octubre a los 96 años.
La Provincia Dominicana de San Juan Bautista del Perú informó del fallecimiento del autor de Teología de la liberación: Perspectivas (1971), el libro más famoso de Gutiérrez.
“Pedimos nos acompañen con sus oraciones para que nuestro querido hermano goce de la vida eterna”, señala el comunicado firmado por Fr. Rómulo Vásquez Gavidia O.P., prior provincial.
Los dominicos precisaron que los restos del también autor de La fuerza histórica de los pobres (1978) serán velados en el convento de Santo Domingo en el centro histórico de Lima, la capital peruana.
Una de las últimas intervenciones de Gustavo Gutiérrez en un evento internacional se dio en Roma, en octubre de 2019, en el congreso Comunión y Participación, realizado en la curia general de los Jesuitas en Roma. En esa ocasión, la Pontificia Comisión para América Latina (CAL) lo invitó a dar la conferencia “La opción preferencial por los pobres”.
Un año antes, en junio de 2018, el Papa Francisco envió una carta a Gutiérrez por su cumpleaños 90, en la que le agradeció “por cuanto has contribuido a la Iglesia y a la humanidad, a través de tu servicio teológico y de tu amor preferencial por los pobres y los descartados de la sociedad”.
El Vaticano y la teología de la liberación del P. Gustavo Gutiérrez
En enero de 2017, el diario español El País publicó una entrevista con el Papa Francisco, en la que afirmó: “La teología de la liberación fue una cosa positiva en América Latina. Fue condenada por el Vaticano la parte que optó por el análisis marxista de la realidad. El cardenal (Joseph) Ratzinger hizo dos instrucciones cuando era prefecto de la Doctrina de la Fe. Una muy clara sobre el análisis marxista de la realidad. Y la segunda retomando aspectos positivos. La teología de la liberación tuvo aspectos positivos y también tuvo desviaciones, sobre todo en la parte del análisis marxista de la realidad”.
Durante el papado de San Juan Pablo, la Congregación —hoy Dicasterio— para la Doctrina de la Fe realizó una investigación, al término de la cual se publicaron dos instrucciones.
La primera se emitió el 6 de agosto de 1984, con el título Libertatis Nuntius, y responde a los postulados de Gutiérrez en su libro Teología de la Liberación. Perspectivas. La segunda instrucción se llama Libertatis Conscientia, y fue publicada el 22 de marzo de 1986.
“La Instrucción ‘Libertatis nuntius’ sobre algunos aspectos de la teología de la liberación anunciaba la intención de la Congregación de publicar un segundo documento, que pondría en evidencia los principales elementos de la doctrina cristiana sobre la libertad y la liberación. La presente Instrucción responde a esta intención. Entre ambos documentos existe una relación orgánica. Deben leerse uno a la luz del otro”, señala el numeral 2 de la segunda instrucción.
Ambas instrucciones llevan la firma del Cardenal Joseph Ratzinger, quien era entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y que luego se convirtió en el Papa Benedicto XVI.
En una nota de 2006, la Conferencia Episcopal Peruana informó que el Vaticano había dado “por concluido el camino de clarificación de los puntos problemáticos contenidos en algunas obras del autor” en 2004, con una segunda versión revisada del artículo de Gutiérrez titulado La Koinonía eclesial.
La vida de Gustavo Gutiérrez
Gustavo Gutiérrez Merino Díaz fue un teólogo y sacerdote peruano, nacido el 8 de junio de 1928.
Fue ordenado sacerdote en 1959 y fue dominico desde el año 2001.
Estudió medicina y letras en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos cuando ya era parte de la Acción Católica.
Estudió teología en la Universidad de Lovaina (Bélgica) y en la Universidad de Lyon (Francia). Ha sido profesor de las universidades de Michigan, Cambridge, Comillas, Berkeley, Sao Paulo, entre otras.
Fue Catedrático de Teología John Cardinal O’Hara en la Universidad de Notre Dame (EE.UU.). Sus libros han sido traducidos a distintos idiomas. En 2003, fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.
En 2012 recibió el Premio Nacional de Cultura del Ministerio de Cultura del Perú y Petroperú.