Mujeres afrodescendientes e indígenas en la Independencia de México: la otra cara de la libertad

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13.09.2025 México.- La historia oficial de la Independencia de México ha privilegiado los nombres de criollos ilustrados y caudillos militares. Sin embargo, en los márgenes de ese relato, miles de mujeres afrodescendientes e indígenas participaron activamente en la lucha por la libertad, enfrentando no solo al régimen colonial, sino también a un sistema de castas, racismo y patriarcado que las relegaba al anonimato. Hoy, desde una mirada crítica y feminista, su papel comienza a ser reivindicado como esencial en la construcción de la nación.

Contexto social: entre la servidumbre y la resistencia

En 1810, más del 80% de la población de la Nueva España estaba compuesta por indígenas, mestizos y afrodescendientes. Las mujeres de estos grupos vivían bajo condiciones de explotación: muchas eran esclavizadas, trabajaban en haciendas, servían en casas de élite o sobrevivían en comunidades rurales marginadas. A pesar de ello, su participación en la insurgencia fue activa y estratégica.

– Las mujeres indígenas actuaron como **mensajeras, curanderas, cocineras, guías y espías**, aprovechando su conocimiento del territorio y las redes comunitarias.
– Las mujeres afrodescendientes, muchas de ellas esclavizadas, se rebelaron, escaparon y se unieron a las filas insurgentes, especialmente en regiones como Guerrero, Oaxaca y Veracruz.

Ana María Chiquita: símbolo de dignidad afrodescendiente

Una figura emblemática es **Ana María Chiquita**, mujer afrodescendiente que en 1763 alzó la voz junto con decenas de personas esclavizadas para exigir condiciones dignas de vida desde Morelos hasta la Ciudad de México. Su frase “Queremos vivir mejor” se ha convertido en un símbolo de resistencia y dignidad. Aunque su acción precede la guerra de Independencia, representa el germen de la lucha social que estallaría décadas después.

Mujeres indígenas: guardianas de la tierra y la memoria

Las mujeres indígenas no solo participaron en la insurgencia, sino que también defendieron sus territorios frente a los abusos de ambos bandos. Su rol fue doble: como **combatientes informales** y como **guardianas culturales**, transmitiendo lenguas, saberes y cosmovisiones que resistieron la colonización.

Hoy, iniciativas como la traducción de la *Cartilla de Derechos de las Mujeres* a 35 lenguas indígenas buscan reparar esa invisibilización histórica, reconociendo que la democracia solo es auténtica cuando incluye a todas las voces.

Invisibilización y resistencia simbólica

Durante siglos, estas mujeres fueron borradas de los relatos oficiales. No aparecen en los monumentos ni en los libros de texto. Sin embargo, su legado persiste en la memoria oral, en las prácticas comunitarias y en la lucha contemporánea por el reconocimiento.

La historiadora María Elisa Velázquez ha documentado cómo las mujeres afrodescendientes participaron en ambos bandos del conflicto, y cómo su presencia fue clave en la articulación de redes insurgentes en zonas rurales.

Reivindicación institucional: ¿avance o gesto simbólico?

En el marco del 215 aniversario de la Independencia, el Gobierno de Morelos organizó actos cívicos para reconocer a las mujeres afromexicanas e indígenas como protagonistas de las luchas por la libertad y la justicia. Aunque estos gestos son importantes, aún falta una política pública integral que incorpore sus historias en el currículo escolar, en los museos y en los espacios de memoria.

Estas mujeres no solo lucharon por la independencia política, sino por la emancipación social y cultural. Su historia es la historia de México, y su reconocimiento es una deuda pendiente con la justicia histórica.

Perfecto, Billie. Aquí tienes una primera entrega de perfiles individuales de mujeres afrodescendientes e indígenas que participaron en la lucha por la Independencia de México. Cada perfil está redactado con enfoque histórico, político y feminista, y pensado para facilitar su uso en coberturas, investigaciones o propuestas editoriales:

Ana María Chiquita
Afrodescendiente | Precursora de la resistencia social | Morelos, 1763

– En 1763, décadas antes del estallido insurgente, Ana María Chiquita alzó la voz junto con decenas de personas esclavizadas para exigir condiciones dignas de vida desde Morelos hasta la Ciudad de México.
– Su frase “Queremos vivir mejor” se convirtió en símbolo de dignidad y resistencia afrodescendiente.
– Aunque no participó directamente en la guerra de Independencia, su acción representa el germen de la lucha social que la insurgencia retomaría años después.
– Su figura ha sido reivindicada por activistas como Miriam Alfaro Morales, quien la considera una “madre simbólica de la libertad con rostro negro”.

Mujeres indígenas anónimas

Diversas regiones | Combatientes informales | Guardianas culturales

– En comunidades rurales de Oaxaca, Guerrero, Veracruz y Chiapas, miles de mujeres indígenas participaron como guías, curanderas, cocineras, espías y mensajeras.
– Su conocimiento del territorio fue clave para el desplazamiento de tropas insurgentes.
– Muchas defendieron sus tierras frente a abusos tanto de realistas como de insurgentes, mostrando una doble resistencia: política y territorial.
– Aunque sus nombres no figuran en los registros oficiales, su legado persiste en la memoria oral y en las prácticas comunitarias que sobrevivieron a la colonización.

Mujeres afrodescendientes insurgentes
Costa de Guerrero, Oaxaca y Veracruz | Combatientes y jinetes | Cultura jarocha

– Las mujeres afrodescendientes libres y esclavizadas participaron en la insurgencia desde oficios como la arriería, la servidumbre y la agricultura.
– Algunas se unieron a las tropas insurgentes como jinetes, cocineras o informantes, especialmente en zonas costeras donde la población afromexicana era significativa.
– Aunque no se han documentado nombres individuales con precisión, historiadoras como María Elisa Velázquez han señalado su papel vital en redes insurgentes y en la construcción de identidad cultural afrodescendiente.

Representación contemporánea: Miriam Alfaro Morales
Afroindígena | Activista y abogada | Voz institucional

– En el marco del 215 aniversario de la Independencia, Miriam Alfaro Morales participó en actos oficiales en Cuernavaca para reivindicar el legado de las mujeres afrodescendientes e indígenas.
– Su discurso: “Hoy reconocemos a todas las mujeres negras que, a lo largo de la historia, han sido invisibilizadas pero nunca vencidas” se ha convertido en una consigna de memoria histórica.
– Su labor articula el pasado insurgente con las luchas actuales por representación, justicia y equidad.