Mujeres al pie de lucha 2024.

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01.01.2024 /CimacNoticias.com/ Ciudad de México.- En 2024 las mujeres construyeron a Cimacnoticias y convirtieron el espacio en un diario de vivencias, pero también, en puente de denuncia para no olvidar que, desde diferentes frentes, las mujeres están librando batallas constantes; mujeres en la política, madres buscadoras, escritoras, defensoras y activistas que transforman al país.

La lupa está puesta sobre aquellas mujeres que han abierto una ventana hacia sus vidas, hacia lo que duele y conmueve, por ello, Cimacnoticias realiza un recuento sobre las circunstancias vividas este 2024 rumbo al cierre del año rememorando algunas entrevistas que, pieza por pieza, enriquecieron la agenda feminista.

Norma Andrade

Nombramos a Norma «la maestra» Andrade, activista y defensora mexicana de los derechos humanos Norma Esther Andrade, ha tenido más de 20 años de acompañamiento a familiares de mujeres desaparecidas y víctimas de feminicidio, luego de que viviera en carne propia el secuestro, desaparición y feminicidio de su hija, Lilia Alejandra García Andrade, en Ciudad Juárez, Chihuahua.

A raíz de lo anterior, la defensora ha sido víctima de dos intentos de asesinato, el primero en Ciudad Juárez y el segundo en la Ciudad de México.

A pesar de los atentados contra su vida, Norma Andrade no ha dejado de trabajar por la justicia para su hija, así como de acompañar a otras familias de víctimas de feminicidio y desaparición.

Este año, Norma Andrade exigió a Claudia Sheinbaum mirar «a las madres que lloramos a nuestras hijas exigiendo justicia» y en entrevista con Cimacnoticias, también pidió frenar la normalización de la violencia.

Se debe recordar que el caso de Lilia Alejandra Andrade está ante la Corte Interamericana de los Derechos Humanos y en conversación con el medio, refirió que su caso se mantiene vigente, pues este diciembre ya ha enviado la contra respuesta ante la defensa del Estado mexicano y pendiente, sólo quedará esperar la resolución de la CIDH.

Lorena Gutiérrez

El 5 de febrero de 2025 se cumplirá una década del feminicidio de Fátima, hija de Lorena Gutiérrez y también, 6 años del homicidio culposo derivado de negligencia médica de su segundo hijo, Daniel. En este transitar, nombramos a Lorena Gutiérrez, una de las tantas madres que luchan en nuestro país y quien, en 10 años, ha mantenido firme la lucha por la justicia.
La familia Gutiérrez ha sido desplazada del estado de México, esto luego de recibir múltiples amenazas de homicidio por parte de la familia y perpetradores del feminicidio de Fátima de 12 años; el Estado ha sido negligente y desprotegido a la familia que, a la fecha, sigue en la lucha por la aprehensión de los responsables.
Este año, Lorena Gutiérrez denunció con Cimacnoticias el abandono a las madres que luchan, la tendencia a la baja en las manifestaciones feministas y la manera en que el Estado se ha encargado de hacer parecer a las mujeres como enemigas, pero ante un bombardeo de violencia sistémica, debe nacer la revolución; una reinvención del mismo feminismo que, como recuerda Gutiérrez, nos haga recordar. «No se nos olvide que vamos todas juntas en el mismo barco”

Sandra Monroy

Sandra Monroy es la fundadora de la colectiva Tetas y Rayas, un espacio de resistencia en contra del cáncer de mama que pretende evidenciar las fallas estructurales del sistema, pero también, combatir otros factores que poco se nombran como la violencia estética y la revictimización de las mujeres oncológicas.
Este año, Monroy y las mujeres que conforman Tetas y Rayas se apropiaron de la Glorieta de las Mujeres que Luchan y realizaron un tendedero como acto de protesta para evidenciar la violencia institucional que ejerce el Estado.
De acuerdo con el Consenso Mexicano sobre Diagnóstico y Tratamiento del Cáncer Mamario, el Cáncer de Mama (CaMa) aún se diagnostica en etapas tardías, ya que el 59.9% de los casos detectados están en etapa localmente avanzada y el 10.5% en metastásica.
Por ello, se nombra a Ana Monroy y a todas las demás mujeres que han encontrado en Tetas y Rayas un refugio de sororidad y acompañamiento; en un país donde sólo hay 281 mastógrafos y el diagnóstico oportuno de cáncer de mama se vuelve un privilegio, el espacio seguro construido por mujeres como Ana, representa la esperanza por resistir.

Cristina Bautista

Este año se cumplió una década de la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa, entre ellos, está Benjamín, el hijo de Cristina Bautista quien, desde entonces, no ha frenado la búsqueda denunciando de manera reiterada al Estado mexicano por su colusión y negligencia para resolver el caso.
Cristina narró para Cimacnoticias lo que ha representado en su vida la desaparición de Benjamín, su trabajo como artesana como única fuente de ingresos y el mensaje de nunca desistir hasta encontrar a su hijo.
Tenía 41 años cuando recibió la noticia en la Normal de Ayotzinapa, ahora, tiene 51 y refiere que las dolencias la han aquejado; le duelen las rodillas y también, ha enfermado mucho. Algunas de sus compañeras y compañeros de lucha, madres y padres de estudiantes desaparecidos, ya han fallecido sin haber dado con el paradero de sus hijos, sin embargo, comparte que es la inmensidad del amor por Benjamín, lo que la ha sostenido. Nombramos a Cristina, madre buscadora quien desde su trinchera, permanece en la lucha por los estudiantes desaparecidos, y por supuesto, de su hijo.

Diana Luz

Activista por los derechos de las madres autónomas y al pie de lucha por evidenciar el problema estructural de los padres ausentes y deudores alimentarios, Diana Luz presentó este año «Salvavidas para madres autónomas» y compartió con Cimacnoticias algunas reflexiones sobre lo que representa la maternidad en un país donde se ha normalizado la violencia vicaria y la ausencia paterna.
Ese año, Diana Luz abordó junto con el medio todo aquello que implica maternar de forma autónoma, la misoginia detrás de la ridiculización de este sector y cómo esto no se trata de una guerra de sexos, pero sí de una guerra contra el patriarcado que ha permitido estos contextos profundamente violentos en contra de millones de infancias.
El patriarcado ha aprendido a utilizar muy bien sus herramientas para perpetuar el control y entre su armamento más pesado está, precisamente, la culpa que no sólo cargan las mujeres de la contemporaneidad, sino la cargan nuestras ancestras; nuestra madre, abuela, bisabuelas. Todas ellas, culpables de haber elegido mal al hombre que, se supondría, compartirían el ejercicio de la corresponsabilidad.