Mujeres en los»vuelos de la muerte», práctica militar de desaparición forzada.

*Escrito por Olga Laura Ochoa.

08.04.2024 /Cimac Noticias.com / México.-

Ciudad de México.- Desde la iniciativa ciudadana lograron la reconstrucción visual del programa que utilizaron los militares durante el periodo conocido, como «guerra sucia», el siglo pasado, a través de los cuales desaparecieron a un número no identificado de activistas, entre estos vuelos, se infiere, estuvo Alicia de los Ríos Merino.

La importancia de esta recreación y del trabajo conjunto realizado por las organizaciones de la sociedad civil, activistas, periodistas, así como, algunos funcionarios comprometidos con el esclarecimiento, es el dar a conocer estas historias que estaban destinadas al olvido, romper con los mitos y con los trascendidos, sirve para enfrentar a la verdad.

El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) logró esta reconstrucción visual lo que permite documentar prácticas violentas, donde integrantes del Ejército, inicialmente bajo órdenes y la participación directa de los generales Acosta Chaparro y Quirós Hermosillo, transportaban a la base aérea militar de Pie de la Cuesta en Acapulco, Guerrero, a personas consideradas como disidentes políticas; las ejecutaban arbitrariamente y realizaban vuelos nocturnos para arrojar sus cuerpos al mar, desapareciendo así todo rastro de ellas.

Hoy, por primera vez se reconstruyen visualmente los vuelos de la muerte, tratándose de un esfuerzo por obtener una construcción visual de uno de los programas clandestinos de la época llamada “Guerra Sucia” con base en una investigación militar, esfuerzos periodísticos y herramientas de investigación visual y así lograr esta pieza que ha sido un trabajo conjunto.

Este proyecto que permite reconstruir visualmente los vuelos de la muerte, utiliza nuevas tecnologías de investigación visual, por primera vez, y entender cómo se desarrollaba uno de los programas más violentos de la llamada «guerra sucia».

César Contreras León, del Prodh, dijo que «los vuelos de la muerte fue una operación secreta coordinada de manera sistemática, que desde el Estado mexicano, desde el Ejército Mexicano, en particular se dio. Y, lo que se relata en el video es una reconstrucción a partir de información que desafortunadamente permaneció oculta mucho tiempo».

La oficina de Investigaciones Visuales, SITU Research de Nueva York y el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) desarrollaron este proyecto, que ha servido para que se perfile una hipótesis respecto a lo sucedido, tanto con la desaparecida Alicia de los Ríos, un caso emblemático y lo que pudo haber sucedido a más personas desaparecidos en la época de la contrainsurgencia.

Uno de los participantes fue Evan Grotchen de la oficina de Investigaciones Visuales, ´SITU Research´ de Nueva York, explicó como se construyó visualmente el video, realizado con rigor técnico y con base en la investigación minuciosa, «se trata del poder de las imágenes», resaltó.

Grotchen, tiene siete años de experiencia como periodista visual en el periódico The New York Times, y el trabajo que ahora realiza en el ´SITU Research´ de Nueva York, le apasiona el poder de las imágenes, y el poder de aplicar metódos visuales de evidencia forense, tanto en los campos del derecho, el periodismo y el activismo.

Alicia de los Ríos, activista desaparecida en los vuelos de la muerte

Al seguir el rastro de Alicia de los Ríos -una joven militante desaparecida forzadamente en 1978-, permitió acercarse a una muestra de las distintas fases de la práctica, desde el traslado de las víctimas a la Base Aérea Militar de Pie de la Cuesta, el lugar de detención y la práctica de ejecuciones arbitrarias, y hasta los vuelos, los cuales se visualizan por medio de un modelo en 3D del avión que se usaba, destaca el Centro Prodh.

Alicia de los Ríos Merino, era originaria de San José Bachíniva, Chihuahua; militaba en la Liga Comunista 23 de Septiembre. Fue detenida el 5 de enero de 1978 en la colonia Nueva Vallejo, en la Ciudad de México, por agentes de la División de Investigación para la Prevención de la Delincuencia, al mando del coronel Francisco Sahagún Baca, y fue vista por última vez ese mismo año en una base militar en Guerrero… ahí se pierde su rastro.

La activista Martha de los Ríos Merino, tía de la Alicia, falleció hace doce años, un 27 de marzo del 2012. Ella buscó incansablemente a Alicia durante cuarenta años, hasta su fallecimiento, ella fundó el Comité de Madres de Personas Desaparecidas de Chihuahua.

Por su parte, Alicia de los Ríos hija, agradeció al Centro Prodh por brindarles ese acompañamiento legal, «tan respetuoso, cálido, solidario y arriesgado también. Por supuesto, agradecer a Situ, esta oficina de arquitectura no convencional en Nueva York, que tuvo oídos tan empáticos, que tuvo una visión sobre la investigación».

La transmisión, por parte de Alicia de los Ríos y de sus tías Irma e Irene, se llevó a cabo desde la casa materna, «estamos desde esta casa, que es la última que ella habitó, donde ella habló el 5 de enero de 1978 y, dijo, ´búsquenme, me van a detener´. Y bueno, nosotras no hemos fallado a esa petición que hizo Alicia ese día fatídico para la familia. La hemos seguido buscando», compartió su hija de nombre homónimo, Alicia de los Ríos.

Por tanto, la hija de Alicia de los Ríos, destacó que de los 46 años en búsqueda, estos 14 minutos de duración del video, sintetizan el valor de su búsqueda, una búsqueda sin descanso, que ha mantenido toda su familia. Así dio paso a la intervención de sus tías.

La tía de Alicia y hermana de la activista desparecida, Irene de los Ríos Merino, compartió, «queremos agradecer profundamente ese apoyo incondicional a la lucha, mi mamá primeramente fue la que luchó por su hija, se nos fue, y siguió Martha mi hermana; y, finalmente ahora su hija, es la que ahora anda buscando a su mamá. Queremos agradecer a todos los que nos han ayudado a saber del paradero».

Posteriormente, la tía Irene, dijo que a ella «le tocó cuidar a Alicia desde los 3 años. Nosotros tenemos muchas esperanzas, ha habido muchos momentos en que se nos abrían las esperanzas, pero luego, de repente se nos cerraban».

«Desde que detuvieron a Alicia, mi papá tuvo muchas esperanzas, después mi mamá y Martha estaban en la lucha, pero en este sexenio era importantísimo, y es importante, que la Sedena se dé cuenta que es muy importante para nosotros el esclarecimiento de la verdad», sostuvo.

Compartió: «es un dolor muy fuerte, que siempre vamos a llevar hasta nuestra terminación de la vida. Es un dolor, que le falta un pedazo a nuestro corazón y que nunca nunca se va a llenar. Esperemos que las generaciones de nuestra familia que vienen se den cuenta que es importante, que aprendan que se puede luchar y que se puede obtener algo en nuestro país con ese dolor».

Se hizo mención que Alicia de los Ríos, tiene dos amparos presentados en contra del Centro Nacional de Inteligencia y, de la Secretaría de la Defensa Nacional, en contra de la omisión de entregar los archivos plenamente al Mecanismo de Esclarecimiento Histórico.

La «guerra sucia», detonante de la participación política de las mujeres

Texto de: Sofía Martínez

La represión política padecida durante los años de la «guerra sucia» fue un importante detonador de la participación femenina en el escenario sociopolítico. Este fenómeno colocó a la mujer/madre en el papel de sujeto colectivo y activo tanto en México como en América Latina.

Los roles tradicionales de la mujer, esposas, madres y amas de casa se vieron trastocados en los últimos 25 años. Como consecuencia de la represión y desaparición de hijas e hijos, las mujeres se movilizaron y organizaron, desempeñaron actividades y entablaron relaciones políticas basadas en las demandas vinculadas a su papel tradicional de productora, reproductora y administradora de lo doméstico-familiar.

En la tesis doctoral «Los Mitos de la Maternidad: el Caso de las Madres de los Desaparecidos», Elizabeth Jean Maier Hirsh, asegura que esta expresión social latinoamericana se distingue del movimiento feminista, cuya diferencia estriba en los objetivos y demandas.

Para la investigadora el actuar de las madres de los desaparecidos sugiere un acontecimiento social contradictorio y representa un fenómeno de protagonismo femenino, cimentado en el eje de la identidad genérica tradicional: la maternidad. Es decir, olvidaron su rol de amas de casa y salieron a las calles a reclamar a sus hijos arrebatados.

En su tesis, la autora explora los significados simbólico-culturales y concreto-cotidianos de la desaparición sociopolítica de las madres.

Los agrupamientos de las madres de las y los desaparecidos se crearon en forma espontánea. La ausencia repentina de la hija o del hijo y el absoluto silencio oficial, los pasos comunes por encontrarlos terminaron por juntarlas y unir su búsqueda a través de la creación de nuevas colectividades protagónicas de la lucha contra la represión y el autoritarismo estatales.

Estas organizaciones maternas emergieron también como la piedra angular de los movimientos en defensa de los derechos humanos, así como del paradigma basado en los principios de la dignidad de la vida, del respeto y defensa de las diferencias humanas.

Debido a la histórica subordinación de la mujer, (educada para obedecer y callar), los regímenes autoritarios solo consideraron una respuesta femenina a su ejercicio de brutalidad: el silencio y el sufrimiento abnegado.

Locas, las llamaron en Argentina, pero «no existe historia de la locura que no sea a la vez historia de la razón».

En México, el primer comité de familiares contra la represión política se fundó en Monterrey en 1977 y tendría como objetivo la defensa y la lucha por la libertad de los presos políticos, perseguidos, desaparecidos y exiliados políticos.

Hoy, este grupo se llama Comité Eureka (que significa: he hallado, he encontrado) y su trabajo fue más allá de la documentación de la represión y búsqueda incansable de sus vástagos. Ellas asumieron el quehacer político que sus hijos no pudieron seguir. Y así entre casa y Comité, emprendieron un camino de transformación individual y social.

Este estudio incluye historias de vida que entretejen la historia y cuyas expresiones atestiguan la manera en que el recuerdo y el olvido moldean las prácticas sociales con que están asociadas.