Mujeres que inspiran y rompen límites lideran hoy en la UNAM.

*Comunidad .

/ Perla Chávez /

21.09.2025. Ciudad de México.- En la UNAM, las mujeres tienen la oportunidad de empoderarse; muestra de ello es que hoy tres destacadas universitarias encabezan instancias sustantivas de esta casa de estudios.

Una de ellas, Carina Xóchil Gómez Fröde, doctora en Derecho por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, actualmente preside el Tribunal Universitario.

Por su parte, María Marván Laborde, presidenta fundadora del entonces Instituto Federal de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos –y hoy extinto Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales–, se desempeña como titular de la autoridad garante en la materia.

Finalmente, Leticia Cano Soriano, maestra en Trabajo Social por la Universidad de Toronto, es la directora del nuevo Programa Universitario de Cultura de Paz y Erradicación de las Violencias.

Gaceta UNAM conversó con las tres titulares de las dependencias universitarias.


Foto: Diana Maldonado.

CARINA XÓCHIL GÓMEZ FRÖDE, A CARGO DEL TRIBUNAL UNIVERSITARIO

Carina Xóchil Gómez Fröde es la primera mujer procesalista en dirigir el Tribunal Universitario de la UNAM, desde su creación en 1945.

Gómez Fröde ha hecho toda su trayectoria académica en la UNAM, desde la licenciatura hasta el doctorado; por ello, dijo sentirse “sumamente feliz y comprometida” con la responsabilidad que asume, y confió en desempeñar “una gestión destacada durante los cuatro años que estaré al frente de este órgano”.

Al asumir el cargo como la única mujer que lo ha hecho en casi 80 años, afirmó: “Estoy orgullosa de ser quien dirige el Tribunal Universitario, es el mayor honor que he tenido en mi vida, porque estoy representando a las mujeres”.

Uno de los principales retos que enfrentó para ser nombrada presidenta del Tribunal “fue tratar de hacer conciencia sobre la urgencia de resolver nuestras controversias con una visión distinta, desde la cultura de paz y la justicia restaurativa; conceptos que considero deben permear en nuestra comunidad universitaria para sensibilizarnos y responsabilizarnos sobre nuestros actos”, aseguró.

El Tribunal Universitario es actualmente la instancia responsable de atender y sancionar las faltas cometidas contra la Legislación Universitaria por estudiantes y personal académico de la UNAM; su labor consiste en revisar los actos sancionadores dictados por autoridades universitarias y emitir resoluciones al respecto.

Se trata de que los estudiantes comprendan plenamente, en caso de que amerite una expulsión, la gravedad del acto cometido dentro de su estancia educativa, así como las consecuencias que éste implica”

La presidenta del Tribunal destacó que la nueva integración del organismo permitirá contar con una presidenta, tres vocales permanentes –del Instituto de Investigaciones Jurídicas, de la FES Acatlán y la FES Aragón–, y dos vocalías especializadas en género; todos los involucrados basarán sus decisiones en el consenso y en los protocolos de equidad de género y de atención a adolescentes y menores de edad.

Gómez Fröde explicó que su labor al frente del Tribunal Universitario consiste en presidir las audiencias y participar en las sesiones programadas, así como constatar que este órgano cumpla de manera eficaz sus principales funciones, que son recibir y analizar expedientes, así como convocar a las partes involucradas para emitir una resolución en cada caso.

“Estas resoluciones pueden ir desde una amonestación hasta sanciones de suspensión o expulsión, dependiendo de la gravedad de la falta cometida. Sin embargo, no sólo se buscará la resolución, sino también garantizar que los estudiantes comprendan plenamente, en caso de que amerite una expulsión, la gravedad del acto cometido dentro de su estancia educativa, así como las consecuencias que éste implica”, especificó.

Entre los primordiales intereses de la titular está el fortalecer la capacitación de los abogados que conforman el Tribunal. En este sentido, subrayó que “es indispensable que todo el personal actúe con estricto apego a la legalidad y respeto a los derechos fundamentales y humanos, para garantizar procesos justos y en concordancia con lo establecido en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”.

Como parte de las nuevas actividades que se implementarán, Gómez Fröde contempla la organización de talleres, seminarios y festividades vinculados a la labor del Tribunal. El objetivo es que tanto los estudiantes de todos los niveles educativos de la UNAM como la comunidad en general de esta casa de estudios conozcan la legislación universitaria y los actos que pueden derivar en algún tipo de sanción.

La funcionaria comentó que cumplirá su labor “con justicia, honestidad y énfasis en los principios de imparcialidad”. Asimismo, recomendó a las mujeres que nunca dejen de prepararse. “Hemos roto los techos de cristal y ha sido por nuestro esfuerzo de prepararnos profesionalmente; sigamos construyendo futuros sólidos”.


MARÍA MARVÁN LABORDE Y SU COMPROMISO CON LA TRANSPARENCIA

Foto: Diana Maldonado.

La presencia femenina continúa ganando terreno en los espacios de toma de decisión en la UNAM, como es el caso de María Marván Laborde, quien actualmente se desempeña como titular de la Autoridad Garante en materia de transparencia, acceso a la información y protección de datos personales.

Marván Laborde cuenta con una amplia trayectoria que abarca tanto su labor académica en la UNAM, como su experiencia en el servicio público, un área en la que marcó un precedente al convertirse en la presidenta fundadora del ahora extinto Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI), organismo que dio paso al INAI y fue recientemente eliminado; ocupó el cargo como titular de la dependencia hasta 2006, aunque como comisionada estuvo hasta diciembre de 2011.

Para ella, asumir el nuevo cargo representa no sólo un reconocimiento a su carrera, sino también una muestra del compromiso de la UNAM por realizar todos sus procesos de manera correcta y transparente, y la obligación de proteger los datos personales de la comunidad universitaria.

“Me siento honrada porque se trata de una distinción y una responsabilidad ocupar este cargo que desempeñaré en favor de la UNAM y del país. Después de haber fundado el IFAI, esta nueva posición me parece un gran reconocimiento a mi trayectoria”, aseguró.

Desde su perspectiva, lo que le permitió llegar a la Autoridad Garante, así como al IFAI, ha sido la seriedad y el compromiso con el que tomó su carrera profesional. “Sabía que me gustaba la vida académica, nunca perdí de vista el objetivo y me preparé para ello”.

El esfuerzo y la preparación permiten a las mujeres acceder a espacios de alta responsabilidad”

Marván Laborde explicó que después de la reciente desaparición del INAI, la UNAM es ahora la responsable de garantizar ambos derechos, el de acceso a la información y el de protección de datos personales, dentro de su propio ámbito.

Como primera titular de la Autoridad Garante, Marván Laborde asumirá dos tareas centrales: garantizar la transparencia y proteger los datos personales. Destacó que su labor consistirá en supervisar que la UNAM cumpla con las obligaciones establecidas en la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública, así como en la normatividad vigente en materia de protección de datos.

La titular dijo que la principal labor de este órgano consiste en brindar información a cualquier persona que lo solicite: desde cómo funciona la institución, qué hace con los recursos públicos, cómo cumple con su vocación educativa y de investigación, hasta cómo protege los cientos de bases de datos personales que administra. “Prácticamente, estos son derechos a los que cualquier persona debe tener acceso”, puntualizó.

Aunque el derecho de acceso a la información nació en México en 2002, aún no hay plena conciencia de lo que significa. Por ello, “es tarea fundamental darlo a conocer a estudiantes, profesores y trabajadores, así como explicar en qué consiste la protección de datos personales y cómo ejercerla, recalcó.

Para cumplir con este objetivo, subrayó, es necesario fortalecer la cultura de acceso a la información en la comunidad universitaria. “La educación y concientización son de nuestros enfoques principales, tanto al interior de la UNAM como hacia la sociedad civil; por ello se planea la implementación de cursos y la eventual creación de diplomados sobre protección de datos y acceso a la información”.

Finalmente, acotó que ha cumplido sus cargos con mucha eficacia. “Ahora que soy parte de la administración universitaria actuaré con el mismo compromiso, como ejemplo de que el esfuerzo y la preparación permiten a las mujeres acceder a espacios de alta responsabilidad”.


LETICIA CANO Y LA IMPORTANCIA DE LA CULTURA DE PAZ

Foto: Diana Maldonado.

El Programa Universitario sobre Cultura de Paz y Erradicación de las Violencias es importante porque la UNAM convoca a participar, de una manera decidida, en la reconstrucción del tejido social, señaló su titular Leticia Cano Soriano.

Para la exdirectora de la Escuela Nacional del Trabajo Social significa una distinción el haber sido designada por el rector Leonardo Lomelí para esta responsabilidad. “Representa nuevos desafíos y retos de los que ya he vivido en 33 años de labores en la UNAM. También para mi gremio –yo soy trabajadora social– es un reconocimiento a nuestra labor en varios lugares del país sobre la reconstrucción del tejido social y la educación para la paz”.

Cano mencionó que hay un acuerdo de creación del programa universitario que se publicó en la Gaceta UNAM del 19 de junio del presente año, “y con antelación se trabajó lo que propiamente fue la estrategia para la paz, a cargo de la Coordinación de Proyectos Especiales de la Rectoría con el maestro Néstor Martínez”.

El acuerdo va marcando los objetivos del programa, y entre otros compromisos y líneas de acción están: trabajar dentro de la UNAM en el diseño de una asignatura, una materia sobre mediación, derechos humanos y perspectiva de género, explicó. “La mediación va enfocada hacia la construcción de una cultura de paz, como alternativa para la resolución de conflictos de manera pacífica”.

Este programa está adscrito a la Coordinación de Humanidades de la Universidad. Una vez que el comité directivo apruebe todo el plan anual de trabajo estaremos avanzando.

Agregó que “desde la educación trabajamos en la construcción de la cultura de paz. No solamente es a partir de la creación del programa que nuestra Universidad Nacional lleva a cabo estas acciones, ya hay entidades académicas, institutos, centros, escuelas, facultades, inclusive programas, que han implementado diferentes acciones en la materia”.

La Universidad plantea escenarios en donde la resolución de conflictos se haga de una manera pacífica a fin de erradicar las violencias”

Otro de los retos del programa es la vinculación con las entidades académicas para integrar diferentes esfuerzos, experiencias y saberes sobre la construcción de la paz y la erradicación de las violencias, precisó.

Otras dos líneas trascendentales son la vinculación nacional e internacional. “En el ámbito nacional, con organismos y organizaciones de la sociedad civil, instituciones de educación superior y entidades gubernamentales. Hay alianzas muy importantes que continuarán, están sobre la mesa a través de cartas de intención, sobre la vinculación que se ha establecido con la Secretaría de Relaciones Exteriores, a cargo de nuestro exrector, Juan Ramón de la Fuente”.

Y en el ámbito internacional, indicó, se trabaja “en la conformación de una red internacional de investigación aplicada para conjuntar saberes, conocimientos y aportaciones de lo que en otras regiones se ha avanzado sobre el tema”.

La Universidad Nacional Autónoma de México nuevamente coloca sobre la agenda académica, de investigación y educación uno de los temas que son prioridad en el mundo, expresó Cano.

“Me siento muy contenta, con la responsabilidad ética, universitaria, institucional, de desplegar todas mis capacidades. Me gusta mucho la labor comunitaria, el trabajo de a pie, con juventudes. He dado clase en la licenciatura, ahora estoy en el posgrado impartiendo clase también”.

Afirmó que tiene la vocación y la convicción de que hay que seguir trabajando en la construcción de una cultura de paz y erradicación de las violencias. “Con este programa universitario, la UNAM plantea escenarios diferentes en donde la resolución de problemas o de conflictos se haga de una manera pacífica, a través de la palabra, el diálogo, los acuerdos colectivos. Es decir, convocar a participar críticamente y buscar en las diferencias una forma distinta de resolver los diferentes asuntos”.