*El Baldón.
/ José Miguel Cobián /
Hay países con una vocación de liderazgo mundial, como Estados Unidos. Allá, el gobierno y las empresas privadas juegan en el mismo equipo para lograr que sus negocios, su tecnología (acá bloquean a la ciencia y la tecnología) y sus productos sean líderes a nivel mundial. Mientras los mexicanos estamos condenados a la eterna mediocridad y a ser compradores de lo que otros inventan o generan.
Hoy, en la era de la tecnología, Estados Unidos es líder en buscadores de internet, en fabricación de chips, en inteligencia artificial. ¿Cuál ha sido el secreto? LIBERTAD. Libertad para emprender, regulación mínima, y brindar oportunidades para todos. Pero no ha sido solo eso, también el apoyo del gobierno y la visión a largo plazo, para satisfacer las necesidades de sus empresarios. ¿Vas a necesitar energía? Autorizamos el Fracking, y somos el principal productos de petróleo del mundo.
¿Necesitas más petróleo? Tienes libertad de invertir en el golfo de México. Aprovecha que los mexicanos tontamente hablan de soberanía nacional, impiden que empresas privadas exploren sus aguas, mientras los norteamericanos, mediante el efecto popote, extraemos petróleo hasta de su propio mar territorial. Estados Unidos tiene 175 plataformas petroleras en el golfo de México, mientras que PEMEX que tenía 36, cerró 17 y quedan activas 19. 175 comparadas con 19.
Un intento para modernizar la economía del país, se dio con las insuficientes reformas de Peña Nieto, en particular con la energética. Esa reforma, hubiera permitido el despegue de la industria petrolera nacional, y el rescate de PEMEX sin costo adicional para el erario público. El gobierno actual de México se encargó de engañar al pueblo de México que hasta hoy en lugar de aplaudirla la demoniza. ¿A nadie se le ocurrió que revertir la reforma de Peña perjudicaba a todos los mexicanos? ¿O se hizo de manera premeditada y porque?
Todo parece indicar que las negociaciones entre el líder moral de Morena y el sindicato petrolero, lo obligaron a revertir la reforma energética en perjuicio de México, pero en beneficio de ese sindicato. Igual pasó con la mini reforma educativa. La relación de AMLO con los sindicatos magisteriales, lo obligó a revertir dicha reforma educativa, para devolver los privilegios a dichos sindicatos. Lo cual perjudica a la niñez mexicana, y el futuro desarrollo de México.
Cuando se hicieron contratos para llevar gas natural al sureste del país, Bartlet acusó de corrupción. Sólo aceptó los contratos cuando hubo un sobrecosto de más de 500 millones de dólares que pagaremos todos los mexicanos. Todo parece indicar, que aprovechó su posición en CFE para negociar algún jugoso bono para él. Cuando suspendió el proyecto del cable eléctrico de la Ventosa al centro del país, todo indica que buscaba también un beneficio adicional, que la empresa se negó a pagar, con lo cual, llevar energía verde al centro del país, quedó en un proyecto fracasado.
México y su industria no pueden despegar por falta de energía eléctrica. Durante el sexenio de Peña se aprobaron una serie de proyectos privados de generación de energía verde, debido a que muchas empresas extranjeras tenían la obligación estatutaria de sólo consumir energía eléctrica verde. Al llegar AMLO, dichos proyectos fueron bloqueados y cancelados. Lo cual limitó el crecimiento de la producción de energía eléctrica y la instalación de nuevas empresas en todo el territorio nacional.
La justificación fue otorgarle un 54% de la producción a CFE. A cambio de ello, no se invirtió un solo peso en el sexenio pasado en transmisión de electricidad, que es en realidad el gran cuello de botella de la energía en el país. No se invirtió en nuevas líneas de transmisión porque al parecer no era un negocio muy rentable para los funcionarios de morena. En cambio, se compraron unas plantas que ya producían electricidad para los mexicanos que eran propiedad de Iberdrola. Aprovechando la ignorancia del pueblo mexicano, se anunció como una segunda nacionalización de la industria eléctrica, mientras las acciones de Iberdrola en España subían como la espuma, pues hicieron el negocio de su vida, vendieron plantas de generación antiguas, algunas ya en el límite de su vida útil, a precio de oro al gobierno mexicano. México no necesitaba comprar dichas plantas, así que todo parece indicar que fue también un jugoso negocio para el presidente de la república y para el director de CFE. Y una enorme pérdida de dinero para los mexicanos.
El 70% del gas natural que consume México viene de Estados Unidos. Con la llegada de Trump al poder, he escuchado a algunos brutos afirmar que México puede hacerle la guerra comercial a su vecino. Jamás he escuchado una tontería mayor Arriesgar el bienestar de 130 millones de mexicanos, y regresarnos a niveles de pobreza y malestar social típicos de países africanos, a cambio de cumplir con un discurso presuntamente nacionalista, es un absurdo monumental. Salvo que se entienda que en esas circunstancias, algunos ganan y mucho. La élite gubernamental es la que se beneficia mientras el pueblo sufre.
Por lo que se ha visto, la presidenta Claudia Sheimbaun ha tenido más sentido común que ideología, y hasta ahora ha capoteado a Trump. Sólo que Donald va a seguir pidiendo, más y más, aprovechando la necesidad que México tiene de Estados Unidos. No sabemos si va a exigir que municipios, estados, diputados, senadores, gobernadores, distinguidos miembros de las fuerzas armadas y de seguridad del estado, empresarios y particulares, rompan sus lazos con el crimen organizado, o si sólo va a continuar aprovechando su posición dominante para someter aún más a la presidenta. En cualquier caso, serán cuatro años difíciles para el país, que está ahora más débil que nunca, ya que todos los fondos que se tenían para aprovecharlos en tiempos de crisis, fueron gastados en las obras faraónicas del sexenio pasado, ninguna de las cuáles a la fecha está dando frutos para los mexicanos.
Todo parece indicar que en México, no hay visión de largo plazo. Los mexicanos en el poder, aprovechan su posición para saquear las arcas públicas, beneficiarse de su posición política, hacer alianzas impresentables, y sobre todo TRAICIONAR A MÉXICO, ya que ninguno piensa en el futuro del país. El pueblo bueno por su parte, se olvida del largo plazo, y se acomoda a los beneficios del corto plazo, sin tomar en cuenta que lo más importante es el futuro de la Nación.
La respuesta a la pregunta planteada en el título es: Sí, lo pensaron, y el daño a México es premeditado. No es causado por potencias extranjeras, sino por los propios mexicanos.
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