- Línea Política .
/ Agustín Contreras Stein /
EN SUS primeros meses de gobierno, Norma Rocío Nahle García, gobernadora del Estado de Veracruz, ha recibido un serio y duro golpeteo mediático, cuyas consecuencias de estos difíciles momentos se han visto reflejadas a nivel nacional e internacional.
Acostumbrada a la administración pública, más no a la gobernanza, la titular del poder ejecutivo de la entidad, ha necesitado de buenos asesores políticos que le vayan mostrando el camino a seguir durante este sexenio que le corresponde, constitucionalmente, gobernar.
Es cierto, al parecer no ha tenido quién le ayude en estos menesteres, pero también es cierto que tiene mucho tiempo para poder corregir y hacerse, en el inmediato futuro, de verdaderos conocedores de la política veracruzana, quienes no necesariamente tendrían que ser gente involucrada con Morena, sino muchos otros personajes que viven fuera de los partidos políticos y que tienen una gran experiencia en el quehacer público.
Esto es sumamente importante, porque vienen tiempos más difíciles, con diversas circunstancias políticas que tienen que ver directamente con el desarrollo de su gobierno. La gobernadora Nahle García, tiene que vestirse de paciencia y de ver las cosas desde otro punto de vista, dejando atrás los amargos comienzos de su gobierno y poner orden absoluto en su gobierno, a fin de que las cosas se recompongan y tenga la posibilidad de ser ella quien pueda decidir sobre la futura sucesión gubernamental. En esto tiene que pensar desde ahora, aunque falte mucho tiempo y camino por recorrer. Las cosas tienen que pensarse una y dos veces, aunque tenga ya, desde ahora, un sucesor a la vista.
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LA VIOLENCIA ESTÁ IMPARABLE
LO QUE SUCEDE en Veracruz, en materia de inseguridad, no es exactamente una mera descomposición social aislada. Tiene que ver con lo que también pasa en todo el territorio nacional, por lo que, es cierto, la responsabilidad directa es del gobierno del Estado, pero se requiere una plena coordinación con la federación para poder combatir frontalmente el problema de la violencia generalizada. Si hay voluntad en este propósito, seguramente que se logrará mucho, pero si las cosas siguen el mismo rumbo de ahora, la inseguridad será el peor problema que padezca la entidad y el país en general.
La gobernadora Norma Rocío Nahle García, hace lo necesario, pero sin el apoyo de la federación, bajo un programa definido para realizar esta tarea, no habrá resultados evidentes y esto es lo que, de alguna manera, es una de las grandes dificultades que tiene tanto la presidente de México, como la gobernadora de Veracruz, para llegar intocables a la hora de decidir en el futuro, porque el voto ya no está tan seguro por el control de los programas sociales, sino que ahora también los resultados cuentan. De esto se tendrán noticias en las próximas elecciones intermedias, donde, por lo menos en Veracruz, el número de sufragios en favor de Morena, podrían seguir disminuyendo.
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UN GOBIERNO PACIENTE, INTELIGENTE Y PRUDENTE
CON RICARDO AHUED en la secretaría de gobierno, las cosas han cambiado. Sí, efectivamente, la forma de coordinar la política interior de la entidad, es diferente, es paciente, inteligente y prudente. Sin embargo, hay quienes ven a este proceder político una falta de oficio, pero también puede ser una nueva forma de hacer las cosas, pues no es necesario seguir la misma tradición política y con la aplicación de toda la fuerza del poder para mostrar músculo ante los gobernados, principalmente aquellos que buscan siempre crear dificultades. Hacer política en estos tiempos es bastante complicado, por lo que se requiere, más que fuerza, estrategias, habilidades y mucha voluntad para hacer las cosas bien.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
