“Nahle y Ahued: el día que el pulpo se quedó sin tinta”.

*.Astrolabio Político.

/Por: Luis Ramírez Baqueiro/9

“Gracias al reportero Walter Ramírez, tu pregunta resolvió un problema de 23 años de rezago.” – Yo.

Durante más de dos décadas, el tema de la actualización de tarifas del transporte público en la modalidad de taxi fue el elefante en la sala de los gobiernos veracruzanos.

Nadie se atrevía a tocarlo, nadie quería asumir el costo político de enfrentar al llamado “pulpo” del transporte, ese entramado de concesionarios y liderazgos enquistados que, con amenazas de bloqueos y parálisis, amedrentaban a las autoridades en turno.

¡Hasta ahora!

La gobernadora Rocío Nahle García demostró que gobernar también es saber decidir cuándo y cómo intervenir. Con firmeza, pero sin estridencias, Nahle tomó el toro por los cuernos –a pregunta de un reportero en su pasada conferencia de prensa- y anunció lo que parecía impensable: la revisión y actualización de las tarifas de taxi en el estado de Veracruz. Lo hizo sabiendo que se trataba de un sector olvidado, pero también viciado; donde la ausencia de reglas claras permitió abusos flagrantes, cobros a discreción, y una oferta inflada de unidades que sólo satura las ciudades y precariza el servicio.

Ahí radica la primera gran victoria política de su incipiente administración: atender un problema postergado por más de 20 años y ponerle nombre, método y solución. En un contexto donde muchos esperarían titubeos, Nahle demostró capacidad, fortaleza y una notable destreza para hacer política desde el poder, sin ceder a presiones ni amenazas. Pero no lo hizo sola.

El segundo acierto de esta jugada maestra tuvo como protagonista al secretario de Gobierno, Ricardo Ahued Bardahuil. En menos de 24 horas, Ahued apagó posibles focos de protesta de transportistas inconformes, desactivó los conatos de bloqueo y neutralizó la narrativa beligerante de ciertos grupos que pretendían desestabilizar la iniciativa. Con oficio, sin confrontación, y mostrando el colmillo político que le conocen quienes lo subestiman.

Ahí está, en ese acto casi quirúrgico, la razón por la cual Nahle decidió mantenerlo al frente de la Secretaría de Gobierno, pese a las críticas y rumores que lo tachaban de estar solo de adorno.

Para que les quede claro, Ahued no es florero, ni conserje. Es operador. Y en este episodio, quedó evidenciado que sabe ejecutar con eficacia la política cuando se le requiere.

Rocío Nahle no solo le puso freno al caos tarifario, sino que maniató al pulpo del transporte sin disparar una sola bala política. Una jugada de alta escuela que evidencia que, en eso de hacer política con firmeza e inteligencia, Veracruz tiene gobernadora. Y vaya que sabe gobernar.

Al tiempo.

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“X” antes Twitter: @LuisBaqueiro_mx