Ni la AVGM ni otras acciones disminuyeron el asesinato de mujeres

* AVGM son medidas de urgencia, no de eterna política pública: Candelaria Ochoa.

Responsable de CONAVIM diagnostica cómo se atiende la violencia contra las mujeres
•Anuncia cambios estructurales y de enfoque en esta tarea
•AMLO está consciente de que es necesario disminuir las cifras de la violencia contra las mujeres
•Candelaria Ochoa Ávalos cuenta a SemMéxico cómo encontró CONAVIM
•Los municipios deben incorporarse a esas responsabilidades
•206 millones a CONAVIM para combatir la violencia
•Sistema Nacional de Seguridad Pública revela 10 denuncias de violación al día y 20 por acoso y hostigamiento.

Sara Lovera

Parte I

SemMéxico, Ciudad de México, 1 de julio de 2019.- Efectivamente, la sensación y los dichos en todas partes son razonables. Ciertos. No ha disminuido el número de mujeres asesinadas, tras las declaraciones de la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM); es cierto, también, que persiste la impunidad y que la política de género no ha disminuido ni la discriminación ni la violencia contra las mujeres.

Según la información de Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública el único confiable—, en los primeros cinco meses de 2019 hay 10 asesinatos de mujeres al día, se denuncian 10 violaciones y abusos sexuales y se reportan 20 hechos de acoso sexual, muchos laborales y otros en universidades. Se conoce un caso de trata y otro de secuestros por día. Estamos hablando de casi mil delitos contra las mujeres al mes. O sea: 33 diarios, considerando carpetas de investigación y denuncias. La cifra negra es desconocida.

Por ello, ya el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, está consciente de que él tiene que abanderar esta lucha, dice María Candelaria Ochoa Ávalos, y explica que sí sabe: “Se lo he dicho en tres reuniones, que el combate a la violencia contra las mujeres es una lucha de izquierda, y él (AMLO) sabe que los índices de violencia contra las mujeres, tienen que disminuir en la 4t”. Solo a CONAVIM se destinaron poco más 206 millones de pesos. Cien millones para las AVGM y cien millones para la operación de 44 Centros de Justicia para las Mujeres (CJM).

Y es en ese compromiso en el que está María Candelaria Ochoa Ávalos, titular de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM), quien reconoce que la violencia contra las mujeres es un “asunto complicado y difícil”, donde muchos sectores deben involucrarse.

Ella es responsable del Acuerdo Nacional por la Vida y la Seguridad de las Mujeres que anunció el presidente de la República el 7 de marzo último, para enfrentar esto que Ochoa Ávalos llama el problema más difícil. Y es ella quien habla con SemMéxico sobre cómo elaboró su plan de trabajo, además de dos propuestas de cambio legislativo que hizo desde abril pasado.

Habló de los cambios que debe haber en CONAVIM, de la transformación en la operación de las AVGM y de cómo se deben involucrar los gobiernos estatales y municipales, así como los jueces y la sociedad, tanto como los hombres.

De las cifras, preocupantes, la funcionaria afirmó que las más confiables son las del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, porque son las únicas cifras actualizadas y de fuentes directas.

Cuenta en una larga charla con SemMéxico sobre su andar permanente por los estados: algunos, como Oaxaca y Quintana Roo, no demostraron cómo aplicaron los recursos para la AVGM ni cómo los comprobaron; o bien, si no los ocuparon a tiempo. Ahora están en proceso de regularización. Tampoco ha identificado ni corrupción ni desvíos de recursos. En cambio, halló que en muchas entidades no han instalado su Sistema Estatal de Prevención, Erradicación y Sanción de la Violencia contra las Mujeres. “Por eso los estoy instalando” —que por ley debían existir desde 2007—, porque al no funcionar, no se puede saber qué se hace ni ver claramente de qué tamaño es el problema. Eso sucedía en Puebla, antes de la declaratoria de la AVGM, por ejemplo.

Está consciente de que las AVGM no pueden ser eternas ni durar más de tres años. Es más, debería haber un momento en que no existieran, en que no deberían existir las urgencias.

Explicó que las Alertas, como dice la ley, son medidas de emergencia, no de eterna política pública. Debe operarse fuera de los llamados mecanismos de la mujer (institutos o secretarías), porque no cuentan con la sinergia institucional necesaria. Ninguno instituto ni secretaría puede llamar a cuentas a la Secretaría de Salud sobre la aplicación de la Norma Oficial Mexicana 046, relativa a la violencia contra las mujeres, por ejemplo. Esas instancias deberían ser una más en la operación de la AVGM.

Luego habló de lo que está haciendo en apenas tres meses tres semanas, desde que fue nombrada; o sea, unos 120 días. También de lo que apenas está conociendo.

Sobre la persistencia de la violencia, Candelaria Ochoa Álvarez, convencida feminista y activista, exregidora y exdiputada federal, reflexiona serena y preocupada: la violencia contra las mujeres es un problema estructural que está en la familia, la sociedad, en las instituciones; desenraizarlo no es sencillo. “Hemos capacitado a miles de personas en 18 años” y no hay cambio cultural ni de mentalidades. “¿Qué hicimos?”, yo pregunto en voz alta. Y ella responde que se invirtieron millones de pesos en capacitación… ¿Y? Señala que desde un escritorio académico no se puede entender lo que sucede en la realidad de un municipio que, por ejemplo, solo tiene cinco policías. Hay que revisarlo todo.

Luego propone: “Tenemos que hacer otra cosa”, un sistema nacional de prevención y cambios en los medios de comunicación de masas. Por ejemplo, en la Alerta no debería incluirse la prevención ni la capacitación de largo plazo.

Es decir, la AVGM tiene que ser una acción de emergencia, temporal, con tiempos de cumplimiento e indicadores. Una verdadera política de urgencia y emergencia. ”MI deseo es que no hubiera alertas”, dice en la entrevista, y eso significa cambiar radicalmente el mecanismo, su administración y seguimiento.

Cuenta con preocupación discreta que está planeando cambios en la política de CONAVIM, una instancia que no es ejecutiva —que no hace ni resuelve cosas concretas—, sino que funciona como instancia normativa y de vigilancia para disminuir los índices de la violencia contra las mujeres. Busca reorganizar la dependencia desde el punto de vista administrativo sobre cuatro áreas bien definidas: si no involucran a los hombres no tendrá éxito; si no hay evaluación, tampoco se puede avanzar. Le importa trabajar en violencia política, violencia sexual y la violencia en el ámbito educativo.

EL PANORAMA DESIGUAL

Mientras tanto, Ochoa Ávalos ha tomado muy en serio que en el país hay 18 entidades con declaración de AVGM y que operan 34 Centros de Justicia que, según su primera evaluación, hay de todo: muy buenos, regulares y los que define como “donde debemos meter el acelerador”. Por ello, ya puso en marcha el apoyo técnico y material para los CJM que son necesarios fortalecer, en Torreón, Coahuila; Chilpancingo, Guerrero; Guadalajara, Jalisco, y Yautepec, Morelos.

Anunció la creación de CJM en Tapachula, Chiapas; San Luis Potosí, San Luis Potosí; Mazatlán, Sinaloa, y Fresnillo, Zacatecas, a través de ocho Convenios de Colaboración que están en la fase de dictaminación por la Unidad General de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Gobernación, para estar poder transferir los subsidios, posterior a dicho dictamen.

Hasta ahora ha visitado 12 estados con declaratoria de AVGM. Expresa: “Hemos tenido buena respuesta”. Ha conseguido hablar con los gobernadores, los secretarios de Gobierno; sobre todo, ha tratado de reunir a quienes forman parte del Sistema estatal (donde ya funciona) y a otras instancias, los grupos civiles peticionarios de las alertas, la policía. Ahí, explica, se dio cuenta que en las AVGM no están bien involucrados los municipios, como le sucedió en San Luis Potosí, donde el gobernador Juan Manuel Carreras le contó que los convoca, pero no llegan. Esta, sin ser una constante, es parte del problema. En los municipios no se conocen los detalles de la AVGM y no hay coordinación, como se desea.

Las representantes de la titular de la CONAVIM ya fueron a Michoacán, Guerrero y Campeche, visitas que han aprovechado para ver el funcionamiento de los 44 CJM. Les falta ir a Nayarit, Sinaloa, Durango y Morelos. Candelaria Ochoa también anunció que se supervisará al Sistema Estatal en Guerrero. En el caso de Veracruz, no pudo hablar con el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, solo se reunión con el secretario de Gobierno, Patrocinio Cisneros Burgos, por la noche y hasta la madrugada.

¿Cómo lo dice sobre qué encontró?: Unas cosas muy buenas, otras más o menos y otras donde tenemos que poner acelerador. Ahí mencionó el asunto en Puebla, antes de la Alerta, que no fue atendida sino tres años después. Se declaró el 8 de abril, “después de que fui, el día 4. Y hasta fines de abril se instaló el Sistema”.

Abundó sobre el problema de los sistemas —los que tienen que analizar a la violencia contra las mujeres en forma global— que no en todos los estados lo tienen, no están bien instalados; las autoridades no participan y reiteró que ahí deben estar los municipios. Además, se entregan informes muy generales o globales, de los estados y no se sabe qué pasa en los municipios.

Por ello, “lo que estoy haciendo, es traer a los municipios al sistema”. Es muy importante para Candelaria Ochoa Ávalos “jalar a la responsabilidad municipal de la Alerta”. Y, por primera vez, en la charla habló del tema del apoyo federal que, además de técnico, es de recursos económicos.

Exigirá que “este año —el apoyo económico— tiene que estar retratado en los municipios. Si no, la alerta no se atiende; técnicamente, si quieren que diseñemos muchísimas cosas. Pero yo digo que, para eso, las instancias estatales somos el canal; decimos qué tienen que hacer. Pero es cierto que ellos tienen que decir lo que hicieron”.

En esas visitas de dos días, va a los CJM. “Reviso en los centros buena operación, veo que el impacto sea positivo, cómo se atiende a las mujeres que llegan, denuncia. Veo que les tienen que dar seguimiento y atención profesional”. Explico que únicamente dos CJM dependen de las secretarías generales de gobierno, uno de la Secretaría de la Mujer, pero los demás están cargo de fiscalías. En los CJM, relata, “revisamos que haya personal suficiente, capacitado, sensibilizado; que haya seguimiento a las víctimas, seguimiento de sus casos; que las acciones sean verdaderamente profesionales”. La Comisionada reveló con ello que está en una etapa de diagnóstico detallado.

Mientras, planea todo tipo de cambios. Y comentó, a mi iniciativa de periodista, que las personas responsables de las AVGM pronto conocerán las rutas a seguir; mientras, no se preocupen. De lo que está cierta la comisionada, es que la operación de las AVGM debe ser aparte; que ahí no se metan los institutos o las secretarías. Candelaria Ochoa Ávalos declaró que, en general, está de acuerdo con el diagnóstico que hizo hace un año Eurosocial, que es necesario analizar bien, cómo reorientar la AVGM a su cauce original, como marca la Ley, y que no es esa la vía principal para resolver la violencia contra las mujeres.

Aunque no está de acuerdo con la periodista en que están invisibles las demás violencias, por uno hecho político y mediático es que se mide la violencia solo por el asesinato, reconoció que en el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública están las cifras de otras violencias. Efectivamente, no se les aquilata lo suficiente y no están en la conciencia de la mayoría, cuando el asesinato es el extremo de la violencia contra las mujeres, y que hay que mirar el todo y sus partes para mejorar y focalizar las políticas públicas.

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