*Escrito por Arantza Díaz .
22.04.2024 /Cimac Noticias.com/ Ciudad de México.- El pasado 14 de abril Tony, de once años quien fue testigo único del feminicidio de María Concepción Galmiche Martínez, su madre, participó la primera vez activamente en el proceso penal en contra del presunto feminicida Oscar N., a quien se le busca imputar la pena máxima.
Este hecho acontecido en Matamoros evidencia lo que hay detrás del feminicidio, el impacto en la vida de las infancias y la lucha que, con frecuencia, menores de edad deben emprender a fin de que el feminicida de sus madres no apelen a una sentencia menor, pero también, pone bajo el visor el trabajo extenuante de las mujeres que, organizadas, están bien puestas en sus trincheras para acompañar. Tony no está solo, detrás de él, las colectivas feministas lo acompañan, cuidan y acuerpan en su encare al deficiente sistema judicial de Tamaulipas.
«Tony está tranquilo y muy feliz porque aprobó su examen para la secundaria», dice Delia Arellano, periodista y defensora de derechos humanos por la colectiva feminista Xólotl en Matamoros, Tamaulipas.
Acompañado de su abuela Josefina, Tony decidió dar su versión de los hechos, sin embargo, cuenta Delia Arellano, Josefina no pudo estar con él, pues debía de estar dentro del juzgado al ser la demandante. Ante ello, fue la periodista quien tuvo que acuerpar al menor; un intento de que se sintiera protegido y cuidado.
Lo que pasa acá en Matamoros es que hay una consciencia social cada vez más grande, cuenta Delia Arellano en entrevista con Cimacnoticias, son los grupos de mujeres feministas quienes están acompañando a las madres de víctimas de feminicidio; grupos extensos de mujeres que, desde el altruismo y la convicción, acuden sagradamente a las audiencias de los feminicidios para acuerpar y vigilar que los procesos se hagan de forma correcta.
Dos de los bastiones más constantes en estos acompañamientos son Fabiola de Somos la Voz y Delia de Xólotl, sin embargo, en la audiencia de Tony, Fabiola no pudo acudir y en su lugar, Delia tomó la batuta para acompañar al menor quien, a lo largo de este tiempo, ha encontrado en ellas una red importante para sostenerse.
«Sale la abuelita y la abogada y me dice: Es el testigo principal, ¿puedes acompañarlo para que se sienta arropado? También entró un psicólogo del DIF pero conmigo fue con quien más platicó», dice Delia.
Cabe señalar que de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de enero a febrero del 2025, Tamaulipas quedó en el lugar número 5 a nivel nacional con 6 casos, es decir, 3 registros de muertes violentas contra mujeres en razón de género por mes.

Tony y Josefina
Tony tenía 9 años cuando María Concepción fue víctima de feminicidio en Matamoros: Octavio N., el presunto feminicida, lo hizo mirar el cuerpo.
Xólotl, empezó como un pequeño grupo organizado de mujeres que atendían casos de acompañamiento junto a una de las abogadas más poderosas -la mejor en materia de feminicidio, corrige Delia Arellano-, la licenciada Liz Alejandra Lazo Andrade. Ahora, con más de mil mujeres vigilantes, el trabajo de este grupo se ha hecho extensivo y así, llegó a ellas la señora Josefina, una adulta mayor que buscaba respuestas ante el feminicidio de María Concepción, su hija.
«Lo más desgarrador de estos hechos es que, cuando el niño fue a buscar a su mamá, el feminicida le dice: Pásate, tu mamá te llama, te quiere ver y cuando entra el niño, la encuentra apuñalada y él sale desesperado a pedir ayuda (…) es muy desgarrador, nos afectó a toda la sociedad. Ahora, un grupo de feministas de Matamoros mandan representantes para estar en cada una de las audiencias.»
En un principio, a Josefina se le ofreció la abreviada, es decir, que el feminicida se declararía culpable y se le daría una sentencia menor. En aquel entonces, Tony atravesaba por un estado mental sumamente vulnerable y Josefina estuvo cerca de aceptarlo, pues no quería seguir exponiendo a su nieto, sin embargo, gracias a que las abogadas feministas se acuerparon, pudo entender a que no era necesario y que se podría avanzar en el caso con las declaraciones iniciales que hizo Tony en el momento de los hechos.
Dos años después y mucho trabajo en terapia que le ha proveído la fiscalía de Tamaulipas, Tony decidió participar en el juicio y por primera vez, hablar en la audiencia: «Está muy seguro y dispuesto a declarar todo lo que pasó», dice Delia. Esto, a fin del feminicida Oscar Chávez no encuentre recurso legal que le afiance una condena menor o al menos, meter freno para que no pueda ampararse y aplazar más el caso.
«Detrás de un feminicidio hay muchas cosas que no se ven, muchas víctimas y procesos muy tardados, aún cuando la ley debe ser expedita. Cuando se presentan este tipo de feminicidios no debe haber pausas, se tiene que seguir directo, sin embargo, todo se va difiriendo. Una audiencia se mueve una semana tras otra, en muchos casos, los casos quedan congelados por años porque los feminicidas se amparan una y otra vez», refiere Delia.
Durante la audiencia, Tony fue interrogado y narró de viva voz lo acontecido esa noche. Estaba muy serio y era muy formal en todas sus respuestas, cuenta Delia Arellano, pero también, había una inocencia muy dolorosa en sus palabras; escuchar la voz de un niño contando todo lo que tuvo que pasar, es algo que nunca nadie debería vivir. Al terminar su participación como único testigo, fue recibido por Delia, cuenta no haber indagado más, ni volver a hablar sobre lo vivido allá adentro; «No quería estar seria y ponerlo más serio a él», dice.
¿Qué pasó cuando terminó la audiencia?: Al terminar, lo vi bien, muy tranquilo. Estuvimos platicando de los juegos de mesa que tanto le gustan, del kick boxing que él practica, él ha superado ya esa etapa (…) puso canciones viejitas que le gustan y cantó otras más modernas, afortunadamente aquí estamos viendo un avance psicológico extraordinario, eso sí, muy serio cuando declaró.
Fue un hecho que movió demasiado a las colectivas, pues encarar estas audiencias siempre es un proceso -en extremo- traumático y doloroso. A lo largo de los años, Delia rememora lo mucho que pesa ver y sentir a las familias atravesadas por el feminicidio.
Por ejemplo, en el caso de Karen Berenice López que se está dando paralelamente a este en Matamoros, Delia explica que su madre no pudo declarar; su hermano, si bien alcanzó a hacerlo, terminó destrozado mental y emocionalmente. Incluso en el caso de Tony, su abuelita, Josefina estuvo cerca de no terminar la audiencia; se le disparó la presión y tuvo que acudir la Cruz Roja para atenderla. Declarar es uno de los elementos más crudos que implica encarar la lucha por la justicia ante un feminicidio y esta vez, Tony tuvo que vivirlo por su cuenta.
Tony recibe atención psicológica gratuita con una especialista enviada por la fiscalía de Tamaulipas, asimismo, es benefactor de una beca que le permite continuar su educación secundaria; se le ha dado ya su uniforme y utiles. Con esa beca podrá continuar sus estudios y la lucha que se avizora es la de regresar a casa.
Tony ha quedado prácticamente en orfandad y Josefina lucha por recuperar a su nieto, pues a pesar de querer la tutela, no pude obtenerla pues su estado de salud no es óptimo y su movilidad es limitada, además, de que su marido no acepta la tutela del menor. Derivado de esto, Tony se encuentra actualmente viviendo en una casa hogar de Matamoros.
Josefina se sostiene vendiendo tamales y tortillas de harina, antes solía salir a repartirlas, sin embargo, debido a las dificultades en su movilidad, es su esposo quien sale a las calles a venderlo; el panorama económico tampoco es sostenible y mientras el panorama se vislumbra mejor, Tony acepta vivir lejos de casa.
¿Cómo es ese lugar donde radica Tony actualmente?: Yo le pregunté cómo lo trataban y qué comía; lo tratan bien y dice estar a gusto, pero claro, él quiere regresar a su casa con su familia. Tony quiere ser policía, ¿imaginas el impacto que ha tenido en su vida para que diga que eso es lo que desea hacer?
El 9 de diciembre del 2023, María Concepción fue víctima de feminicidio a manos de su pareja, Oscar N., quien permaneció prófugo de la justicia por varios meses amenazando vía telefónica a Josefina y mermando seriamente la salud de Tony.
Fue aprehendido el 24 de abril del 2024 en San Luis Potosí luego de que se lanzara su ficha de búsqueda con una recompensa de 100 mil pesos mexicanos. Se le dictó prisión preventiva y tras 2 años de lucha de Tony y su abuela Josefina, el juicio está próximo a cerrarse y las pruebas están zanjándose.
Si todo marcha como se espera, es probable que se logre una sentencia máxima en un par de semanas en contra de Oscar N., y mientras eso sucede, Delia y su compañera Fabiola ya han comprado 10 metros de tela violeta para coserla manualmente y hacer banderines, mismos, que pegaran por toda la reja de Palacio de Justicia -aproximadamente 350 metros-, el día que se le dé la sentencia que merece, el recinto será tapizado con estos banderines y listones.
«Que sepan las autoridades que la sociedad civil está pendiente de su actuar y por supuesto que Tony no está solo» (Delia Arellano)