No es de gente buena vs gente mala.

Escrito del 19 agosto, 2019

Por Josue Lavandeira

Esta vez escribo de una de las consecuencias de los hechos ocurridos este fin de semana en la CDMX y en muchos lugares del país, en donde las mujeres salieron a tomar las calles en protesta del hartazgo que vivimos todxs por las constantes violaciones, feminicidios y desapariciones forzadas; y la incapacidad, ineptitud, negligencia y complicidad de agentes del Estado para atender la situación.

Esta manifestación de repudio ciudadano a la violencia que viven las mujeres todos los días en nuestro México, ha provocado distintas reacciones. Desde quien se queja por el vandalismo a propiedad del Estado que ocurrió durante la marcha, hasta quien pide sean aún más radicales si es lo que se requiere para que cambie la situación.

En mis redes sociales he visto todo tipo de reacciones de distintas personas, pero hay una en particular que me llama la atención: Veo a muchísima gente que dice que todxs estamos expuestxs a la violencia sin distinciones de género, que a los hombres también nos matan, nos violan y nos desaparecen, y que no se trata de «mujeres contra hombres» sino de «gente buena contra gente mala». Han sido muchas las personas que he notado que sostienen esta postura, muchas de ellas son mujeres.

En esa postura me quiero enfocar, y de ella hablaré en los próximos párrafos. Voy a tratar de explicar por qué me parece una postura equivocada, no inválida, tiene sus fundamentos, pero inapropiada para el momento y para la transformación social que necesitamos.

Primero quiero detallar que sé perfectamente que son muchísimos más hombres los que mueren asesinados cada año que mujeres, pero ver simplemente las cifras de víctimas no nos muestra el panorama completo, tenemos que ver las cifras de los victimarios también. Estas cifras están publicadas en este sitio y será lo primero que veas al ingresar:

Aproximadamente el 89% de las víctimas de homicidios son varones.
Casi el 95% de los victimarios de hombres asesinados, son también hombres.
Cerca del 93% de los crímenes violentos son cometidos por hombres.
Es decir, que no sólo es preocupante la tasa a la que los hombres violan, matan y desaparecen mujeres, sino que hay que enfocar la atención también en el altísimo ejercicio de violencia que ocurre de parte de los hombres para con nuestros congéneres. Sin embargo, estas cifras nos muestran otra realidad también: Son muy pocos hombres los que sufren crímenes violentos a manos de mujeres, y esto es la clave en todo este asunto.

La violencia de género no existe cuando miembros que se identifican con un género agreden a quien no se identifica con ese mismo género, para que la violencia de género se considere como tal, debe ser sistemática e institucionalizada, es decir, el hecho de que un hombre sea violentado por una mujer, no constituye violencia de género, es simplemente violencia. La violencia de género tiene expresiones universales: cuando en el trabajo una mujer sufre comentarios sexuales de parte de sus compañeros hombres -como ocurre de forma regular y sistemática en cientos de miles de lugares de trabajo en México-, cuando en la calle sufre agresiones sexuales verbales y/o físicas por parte de un hombre -como ocurre de forma regular y sistemática en millones de calles en México-, cuando en su casa es violentada por delincuentes hombres simplemente porque saben que está sola -como ocurre de forma regular y sistemática en millones de hogares en México-, cuando es acosada y manoseada en un antro por hombres -como ocurre de forma regular y sistemática en cientos de miles de centros nocturnos en México-, cuando es violentada y abusada por su pareja en su propia casa -como ocurre de forma regular y sistemática en millones de relaciones de pareja en México-.

Es decir, para que la violencia sea considerada violencia de género, tiene que ocurrir de forma sistemática, y al menos en México, ese tipo de violencia siempre es ejercida de parte del hombre hacia la mujer. La violencia de género contra el hombre no existe en este país, dejemos ese mito de una vez por todas. Si quieres pruebas de ello, es muy sencillo: Pregunta a tus amigos hombres cuántas veces han sentido miedo de ser violados y torturados por una mujer y luego tirados en una zanja mientras caminan solos por la calle, pregunta cuántos de ellos han sufrido agresiones sexuales de parte de una mujer, cuántos sufren regularmente comentarios sexuales o sugestivos de parte de sus compañeras, cuántos tenemos miedo de que una mujer nos viole o mate simplemente porque sabe que puede hacerlo, ahí encontrarás una respuesta clara.

La gran mayoría de violencia que sufrimos los hombres, es a manos de nosotros mismos, y la gran mayoría de violencia que sufren todas las demás personas, también ocurre a manos de los hombres.

Por supuesto que la gran mayoría de hombres no somos violadores, feminicidas, homicidas, acosadores, o delincuentes en general, eso ya lo sabemos todxs, lo saben también las mujeres, esas que estuvieron en la marcha, por supuesto que lo saben. Pero también saben que hay suficientes hombres violadores, acosadores, feminicidas, como para que vivan con miedo y para que todxs las personas vivamos con miedo de que algo le ocurra a alguna mujer en nuestra vida. Es claro que no somos todos los hombres, pero son suficientes para que los abusos y la violencia se viva de forma sistemática por las mujeres en México.

Yo sé que los hombres también sufrimos, también nos duele cuando estas cosas pasan. Yo sé que a nosotros también nos violan, nos matan. Yo sé que somos víctimas de violencia a tasas alarmantes. Yo sé que somos más propensos al suicidio y a la depresión, y que no buscamos ayuda por apegarnos a estereotipos masculinos, que somos más propensos a ser víctimas de bullying en centros escolares y laborales. Todo esto lo tengo muy claro. Yo sé que necesitamos hacer algo para cambiar la crianza de los hombres en México para frenar la violencia con la que nos tratamos, este espacio es manifiesto de ello. Pero también sé que yo no salgo de mi casa pensando que podría ser el último día que lo haga porque una mujer podría violarme y matarme solamente porque puede, ese horrendo pensamiento no me atraviesa cada vez que estoy solo, y me duele también reconocer que conozco a muchísimas mujeres para quienes este pensamiento es parte de su vida diaria.

No, no se trata de mujeres contra hombres, esto no es una guerra entre géneros y quien así lo entienda, no entiende nada. Pero sí se trata de que los hombres asumamos que la responsabilidad de la violencia que se vive en México, es en una apabullante proporción nuestra, se trata de que tratemos de empatizar con el miedo y el hartazgo que viven las mujeres por tantos hombres que las violan y las matan impunemente. Se trata de exigir al Estado que sea implacable en los castigos contra nosotros cuando las violentamos. Se trata de dejarles ver a ellas que entendemos la gravedad del asunto, que lamentamos que así sea, que sabemos que somos nosotros los responsables, y que estamos dispuestos a apoyarlas y a luchar con ellas hasta que ni una sola mujer más tenga que transitar con miedo nuestro país.

No, esto no es de «gente buena contra gente mala», es de gente que entiende y acepta que todos somos parte de este problema y que asume su responsabilidad para frenar esta situación en la medida de sus capacidades; y es de gente que sigue pensando que todo es culpa del Estado, todo es culpa del gobierno, que con protestar y gritar que estamos hasta la madre no se logra nada, que no es un problema cultural y que son sólo unas cuántas personas malas. Acá todos somos responsables y todos somos parte del problema, es cierto, habemos muchos hombres que también queremos que ésta situación termine y que ponemos de nuestra parte para hacerlo.

Aún con todo esto, me parece que decir que «no es de hombres contra mujeres» es ignorar que aunque, como ya lo manifesté, esto no es una guerra de géneros, sí somos los hombres quienes las violamos y matamos, y sí somos nosotros los principales responsables de la violencia en el país, y sí somos nosotros los que tenemos que cambiar para que mejore la situación de violencia que se vive en México. Recuerda: «Cerca del 93% de los crímenes violentos son cometidos por hombres»

Hay millones de hombres buenos en México, muchos de ellos estamos en solidaridad con esta causa de las mujeres, una gran mayoría no queremos volver a ver noticias de mujeres violadas, desaparecidas, asesinadas. Las queremos vivas, libres, sin miedo, y para eso tenemos que arrancar de raiz la cultura machista, esa que liga el comportamiento masculino con la violencia, esa que liga la hombría con la dominación sexual, esa que nos hace sentir ofendidos cuando dicen «los hombres en México nos violan y nos matan». No se trata de ti, se trata del sistema entero.

En mi opinión, y según la evidencia que encuentro en la numeralia de la violencia en México, no es un problema de «gente mala», es en su gran mayoría un problema de hombres, y no asumirlo como tal, me parece una evasión de responsabilidad.

Josué Lavandeira – josue_lavandeira@alumni.harvard.edu