- Rúbrica .
/ Por Aurelio Contreras Moreno /
La simulación es una de las prácticas favoritas de la autoproclamada “cuarta transformación”, junto con todas las malas mañas que con ésta buscan ocultar o justificar.
El pasado viernes, la gobernadora Rocío Nahle se reunió con ganaderos en Las Choapas, al sur de Veracruz, ante quienes mencionó, entre otras cosas, que “yo le pedí personalmente a mi esposo que me ayudara. En esto ha estado trabajando y ya se imaginarán, tengo el informe diario, todos los días me habla del hato ganadero y de todo el tema del campo, pero eso es bueno, porque me estoy enterando todos los días”.
La mandataria se refería al rol que su esposo, José Luis Peña Peña, desempeña dentro de su gobierno, concretamente en la Subsecretaría de Ganadería de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesca (Sedarpa), mismo por el que, señaló en ese mismo momento, su cónyuge no percibe un salario.
Esa declaración, que solo unos pocos medios se atrevieron a destacar, provocó controversia sobre el papel de José Luis Peña Peña dentro de la administración de Nahle y si esto supondría un acto de nepotismo, por decir lo menos.
Este lunes, la gobernadora concedió una entrevista con el propósito de rechazar la idea del nepotismo. Pero en realidad, solo logró ratificar lo irregular de la posición de Peña Peña dentro de su administración.
“Yo mencioné y no es la primera vez, lo he dicho varias veces, que mi esposo está de colaborador con la Secretaría de Ganadería (sic), yo desde campaña dije, él en qué me va a ayudar, y dije, me va a ayudar en todo esto del hato ganadero.
“No es asesor, no es funcionario público, no cobra ni un solo peso, no tiene disposición presupuestal, no nada. Esto lo digo porque después de la reunión empezaron, no sé quién sacó, que él es asesor y que es nepotismo”, manifestó.
Sin embargo, Rocío Nahle reconoció que “él todos los días habla con el subsecretario de Ganadería, andan juntos, van a ver los ranchos y se reúnen con ganaderos, ésa es su única función y sí creí prudente hacer esa aclaración”.
Desde la campaña de Rocío Nahle a la gubernatura, Peña Peña adelantó en dónde pensaba estar una vez que su esposa ganara la elección, lo cual daban por hecho meses antes de los comicios, como si no hiciera falta que los veracruzanos salieran a votar.
Ante ganaderos en Sayula de Alemán, en febrero de 2024, les dijo “acuérdense, mi nombre es José Luis Peña Peña, yo, este, le había dicho a la candidata que primeramente Dios yo voy a estar ahí, y cualquier problema que ustedes tengan, si ganamos, que vamos a ganar, porque es inminente, yo voy a estar en el área de la ganadería, sin un solo peso, sin cobrar nada. Lo único que voy a hacer es estarlos apoyando a todos ustedes y cuando no nos quieran… cualquier cosa, vamos y hacemos un plantón ahí en Palacio de Gobierno para que nos resuelvan. Yo los voy a acompañar a ustedes para que nos resuelvan todos los problemas que estamos aquí acordando”.
Suponiendo, sin conceder, que José Luis Peña Peña no reciba un sueldo por su función –que por lo declarado por la propia gobernadora, debe ser bastante demandante-, efectivamente no se acreditaría nepotismo como tal. Lo que sí es clarísimo es que existe un evidente tráfico de influencias.
La posición de José Luis Peña Peña es la de mayor privilegio, pues no hay nadie con mayor acceso a la gobernadora de Veracruz que él. Así que él decide qué sí y qué no llega a su escritorio en materia de proyectos, inversiones y contratos en un área fundamental para el estado como la de la ganadería, una de las vocaciones naturales de la entidad y un motor de su economía, donde se manejan millones de pesos.
Además, muchos que han intentado acercarse a Rocío Nahle o a su administración, señalan que una vía para lograrlo es a través de su esposo, ya que la gobernadora tiene un carácter bastante difícil y no es proclive a los ofrecimientos ni a las negociaciones con actores externos.
Por supuesto que José Luis Peña Peña no necesita que le paguen un sueldo. Con que lo pongan donde hay, basta.
Otra simulación
Hablando de nepotismo, se le hizo tantas bolas el engrudo a Morena con la iniciativa para evitar que alcaldes en funciones “hereden” el cargo a sus familiares, que la autora de la misma, la presidenta Claudia Sheinbaum, se encargó de desactivarla, y anunció que una vez aprobada, entrará en vigor hasta 2027.
Esto quiere decir que en el proceso electoral en marcha para renovar presidencias municipales en estados como Veracruz, los hijos, hermanos, cuñados, cónyuges, primos, papás, mamás y cualquier otro familiar de los ediles en funciones, podrán buscar suceder a sus consanguíneos sin problema este 2025.
Coincidentemente, la mayoría de los que están en esa situación, son de Morena. Pero “no al nepotismo”, dice a voz en cuello la presidenta con “a”.
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