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/ Yamiri Rodríguez Madrid /
Sobre las espaldas y las conciencias de las y los integrantes de la Junta de Gobierno de la Universidad Veracruzana (UV) caerá el que la institución padezca otros cuatro grises años, esto luego de haberle otorgado la prórroga al rector Martín Aguilar Sánchez, para permanecer otros cuatro años en el cargo. Con su acción no ganó el académico, sino que perdió la máxima casa de estudios en la entidad.
El argumento que dieron, a través de un comunicado, fue que su decisión era para dar continuidad a los proyectos emprendidos por Aguilar Sánchez. ¿Los estudiantes, académicos, personal de la UV, podrán ubicar y mencionar al menos dos?
Él presume que desde que asumió la rectoría, en 2021, implementó nuevas experiencias educativas interdisciplinarias denominadas AFEL (Áreas de Formación de Elección Libre); que se capacitó a más de 200 trabajadores administrativos y técnicos en gestión sustentable de agua, energía y residuos. Que bajo esta rectoría se desarrolló el Sistema Integral para la Gestión Estratégica (SIGE), una herramienta digital institucional que permite dar seguimiento a la planeación, indicadores y transparencia en todos los procesos universitarios. ¡Lástima que no sea público!
Aguilar Sánchez afirma que redujo en 17% el gasto en compensaciones de mandos altos en 2022 respecto a 2020, ahorrando más de 12 millones de pesos y que con él la UV ha ampliado convenios de doble titulación y programas de movilidad virtual, buscando que estudiantes de escasos recursos también participen.
Pero en lo que sí habrá seguramente continuidad es en la falta de becas. Tan es así que este martes, estudiantes del Doctorado en Investigaciones Cerebrales protestaron afuera del edificio de la Rectoría para exigir becas de posgrado que están pendientes desde que inició el semestre; son 120 mil pesos que no se le han otorgado a cada uno de los estudiantes.
En fin, que el rector ve lo que quiere ver; la Junta ve lo que el rector quiere que vean y quien paga los platos rotos es la Universidad Veracruzana, que sigue en el atolladero.
@YamiriRodríguez