“Reacciona a videos donde gente armada se le ve entregando ayuda a damnificados.
14.10.2025 Ciudad de México.+ En medio de una emergencia climática sin precedentes, México enfrenta no solo los estragos de lluvias históricas, sino también una controversia que pone en jaque la legitimidad del Estado en zonas vulnerables. Videos difundidos en redes sociales muestran a presuntos integrantes del crimen organizado entregando despensas a damnificados en el norte de Veracruz, lo que ha encendido las alarmas en el gobierno federal.
Durante su conferencia matutina del 14 de octubre en Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum abordó el tema con firmeza, aunque sin confirmar la autenticidad del material. “Vimos los videos, no tenemos la certeza de que sean videos de los lugares reales, pero evidentemente no está bien eso, ¿verdad?”, declaró, en referencia a las grabaciones que muestran a hombres armados, con pasamontañas y uniformes tácticos, repartiendo víveres desde camionetas rotuladas con siglas del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
La mandataria subrayó que, aunque no se ha verificado la procedencia ni el contexto exacto de los clips, cualquier intento de los grupos criminales por ocupar espacios de asistencia social representa una amenaza para el Estado. “El Estado debe ser el único responsable de la atención a la población en emergencias”, insistió, marcando una línea clara entre la ayuda institucional y la intervención de actores ilegales.
Las lluvias recientes han dejado daños comparables con fenómenos que, según expertos, ocurren “una vez cada mil años”, afectando gravemente comunidades como Poza Rica y Álamo. Ante esta situación, Sheinbaum aseguró que el gobierno federal ya ha desplegado maquinaria, brigadas de auxilio y recursos humanitarios para atender a los damnificados y evitar cualquier vacío que pueda ser aprovechado por organizaciones delictivas.
La polémica sobre los videos ha abierto un debate sobre la percepción del crimen organizado en zonas donde la presencia del Estado es débil o tardía. Aunque la presidenta evitó especular sobre la intención detrás de las grabaciones, su mensaje fue claro: la ayuda no puede venir de quienes vulneran la ley.