No olvidar a los damnificados .

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/ Yamiri Rodríguez Madrid /

Por estos días, Veracruz vuelve a demostrarse a sí mismo lo que ya sabe: cuando la naturaleza aprieta, la gente afloja el corazón. Ahí están los datos, y, sobre todo, las manos, para recordarlo, ayuda que está fluyendo por diversos puntos del estado y del país para llevar consuelo y sustento a las y los damnificados.

Ejemplos hay muchos. Desde el estadio Pirata Fuente salieron tres camiones con más de siete toneladas de ayuda humanitaria rumbo a los municipios del norte afectados por las inundaciones. No fueron cajas: fueron abrazos enlatados, garrafones de solidaridad, escobas y jabones con nombre y apellido. Y no se detiene: el centro de acopio del Pirata Fuente seguirá recibiendo donaciones todo este mes, de lunes a sábado, de 09:00 a 17:00 horas, en las taquillas (calle España esquina Jacarandas).

En paralelo, el Congreso del Estado agilizó acciones y, en apenas 48 horas, trasladó y comenzó a entregar más de 25 toneladas de víveres en Poza Rica, Cazones de Herrera y Álamo. Esa coordinación importa. En emergencias, el tiempo no solo es oro: es alimento, techo, higiene, dignidad. Cada día que pasa sin respuestas concretas se multiplica el costo humano.

E igual de importante es la ayuda que el ciudadano realiza juntando un poco de ayuda y mandándola con amigos, con conocidos, con la esperanza de que llegue pronto a quien más lo necesita en este momento.

Pero conviene decirlo con todas sus letras: la emergencia no termina cuando baja el agua, aunque aún hay 57 localidades de 10 municipios del norte de Veracruz incomunicados. Empieza otra, más silenciosa y larga, cuando se encienden los focos rojos de la economía familiar. La humedad se va; las deudas se quedan. La escuela reanuda; los útiles faltan. La nevera se descongela; el empleo no reaparece de la noche a la mañana. Por eso, si bien es justo aplaudir el esfuerzo —y seguir donando alimentos no perecederos, agua, artículos de limpieza e higiene personal—, también es urgente sostener la ayuda durante las próximas semanas, cuando arrecien los días difíciles. No nos olvidemos del drama de miles de familias.

@YamiriRodriguez