*Le recuerda que como televisora estatal está obligada a cumplir su propio código de ética.
/Redacción/
Cdmx. 13 noviembre 2020.- La Red de mujeres mexicanas, “Nosotras tenemos otros datos”, instó al medio público canal 11 del IPN a investigar acusaciones de acoso laboral, trato abusivo, prepotencia y superioridad machista por parte de John Ackerman, contra la dramaturga Sabina Berman y cuestiona la decisión de otorgarle un programa a quien señalan de comportamiento machista.
“Lo que pudiera parecer una decisión salomónica de dar parte de razón a los implicados y a cada quien su programa, se convierte en impunidad, en una condecoración al machismo. No estamos ante meras diferencias o desacuerdos banales, hubo serias acusaciones de acoso laboral, trato abusivo, prepotencia y superioridad machista por parte del Dr. Ackerman, que deben ser tomadas en cuenta y debidamente investigadas”, apuntan.
Para la organización que trabaja por la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres, “No cabe la neutralidad, la condescendencia, ni las disculpas, la responsabilidad de la violencia debe ser asumida por quien la comete”, exponen al reseñar lo ocurrido entre quienes conducían el programa “John y Sabina” que evidenció un problema de paridad, como lo expresó Sabina Berman en el último programa, después de un intercambio de descalificaciones en Twitter, el apoyo de periodistas y otras mujeres a Sabina, que hemos consignado en este medio.
En una carta dirigida a dirigida al director de Canal 11, José Antonio Álvarez Lima y a el Director General del Instituto Politécnico Nacional (IPN) Mario Alberto Rodríguez, las mujeres que construyen un movimiento nacional para asegurar la participación de ellas en la toma de decisiones en todos los ámbitos de gobierno e instancias gubernamentales para que las políticas públicas y los presupuestos se destinen a la promoción de la igualdad sustantiva entre los géneros, urge a que el canal se apegue a su propio código de ética.
“De acuerdo al Código de Ética de Canal Once, éste inspira su quehacer diario en losvalores y principios referidos en la normativa aplicable, Canal Once es un órgano de apoyo del Instituto Politécnico Nacional, una institución de educación superior el cual, que entre otras funciones tiene la de difundir los valores de identidad politécnica, los cuales no creemos sean los de la intolerancia, el machismo y el autoritarismo mostrado por el Dr. Ackerman.”
Abundan que “durante meses, los directivos y el equipo de producción del Canal Once olvidaron que existe un Código de Ética, que hay una política de contenidos y de producción que pondera entre otros, la igualdad de género, los contenidos libres de discriminación y la libertad de expresión, pasaron por alto el patrimonialismo y control indebido del programa por parte del Dr. Ackerman, lo que implica una responsabilidad institucional”.
La colectiva que busca a hacer visible lo invisible y colocar en el radar público, las realidades que desde distintos contextos vivimos las mujeres, señalan en su carta como han atestiguado la actitud del copresentador del programa, hacia su compañera de trabajo.
“Pero más aún, el pasado 11 de noviembre durante la transmisión dicho programa, atestiguamos cómo se puede menospreciar o menoscabar personal y profesionalmente a una compañera de trabajo, excluirla, volverla invisible y no pasa nada”, reclaman.
Y les recuerdan que “el Canal Once de televisión del instituto Politécnico Nacional, es una televisión educativa y cultural del país, es un medio público, no de ningún partido político, ni del gobierno en turno”.
Luego de su exposición de motivos demandan “respetuosamente” se frene el otorgamiento de un programa de la televisora estatal a quien transgredió lineamientos éticos durante la co-conducción de un programa con una mujer.
“Por todo lo anteriormente expuesto, respetuosamente solicitamos a las autoridades del Instituto Politécnico Nacional y la dirección de Canal Once, no se siga adelante con la contratación del Dr. Ackerman y de vista de los hechos referidos a su Comité de Ética y de Prevención de Conflictos de Interés, a fin de que determine la falta en la que pudo haber incurrido el mismo”.
CARTA
LIC. JOSÉ ANTONIO ÁLVAREZ LIMA
DIRECTOR DEL CANAL ONCE
DR. MARIO ALBERTO RODRÍGUEZ CASAS
DIRECTOR GENERAL DEL INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL
PRESENTE
En días pasados se hizo pública a través de los medios, una situación de acoso laboral
por parte del Dr. John Ackerman en contra de la Señora Sabina Berman quienes
conducían el programa John y Sabina- Sabina John, transmitido por Canal Once,
misma que ahora sabemos, por voz de la agraviada, no era un hecho aislado y se
presentaba desde meses atrás.
Pero más aún, el pasado 11 de noviembre durante la transmisión dicho programa,
atestiguamos cómo se puede menospreciar o menoscabar personal y profesionalmente
a una compañera de trabajo, excluirla, volverla invisible y no pasa nada.
Estando al aire, hubo una clara falta de respeto a la Sra. Sabina Berman y a la
audiencia por parte del todopoderoso señor Ackerman, quien, deliberadamente desoye
la intención expresada por la co-conductora de debatir la represión de una
manifestación contra los feminicidios en Cancún, minimiza el tema propuesto,
descalifica, ignora y le quita todo valor a la opinión de su interlocutora, tratando de
colocarla en un papel secundario como si fuera su atribución, su canal, y ella su
subordinada.
El día de ayer Canal Once informa mediante un comunicado, que el programa “John y
Sabina se da por terminado, que se inician trámites para la contratación del Sr,
Ackerman para un programa el año próximo y que se está en conversaciones con
Sabina para coproducir un programa.
Lo que pudiera parecer una decisión salomónica de dar parte de razón a los implicados
y a cada quien su programa, se convierte en impunidad, en una condecoración al
machismo. No estamos ante meras diferencias o desacuerdos banales, hubo serias
acusaciones de acoso laboral, trato abusivo, prepotencia y superioridad machista por
parte del Dr. Ackerman, que deben ser tomadas en cuenta y debidamente investigadas.
Desalentamos la violencia en contra de las mujeres o creamos un entorno de
tolerancia. No cabe la neutralidad, la condescendencia ni las disculpas, la
responsabilidad de la violencia debe ser asumida por quien la comete.
Como ya lo demostró Sabina, las mujeres no estamos dispuestas a que se nos
pretenda silenciar, negarnos la palabra, restarnos credibilidad, obstaculizar nuestro
desarrollo laboral y anularnos como personas pensantes. La violencia de género
subsiste y se alimenta de un imaginario machista que minimiza y niega esta realidad,
nosotras ya no la aceptamos sin cuestionar y no esperamos menos de las
autoridades.
Durante meses, los directivos y el equipo de producción del Canal Once olvidaron que
existe un Código de Ética, que hay una política de contenidos y de producción que
pondera entre otros, la igualdad de género, los contenidos libres de discriminación y la
libertad de expresión, pasaron por alto el patrimonialismo y control indebido del
programa por parte del Dr. Ackerman, lo que implica una responsabilidad institucional.
El Canal Once de televisión del instituto Politécnico Nacional, es una televisión
educativa y cultural del país, es un medio público, no de ningún partido político, ni del
gobierno en turno.
Es una televisora estatal muy reconocida, que representa una opción distinta a la oferta
de televisión privada y debe ser un instrumento para el empoderamiento de la
ciudadanía y elevar la calidad de nuestra democrática, por lo que debemos preservar
su independencia, su libertad en la información, una producción de contenidos guiada
por la pluralidad de opiniones, de ideas, por el interés público, la calidad informativa y la
generación de espacios para la discusión de todos los asuntos públicos, de los grandes
temas del país.
Entre los documentos que guían las acciones del Canal Once, se establece que es
responsabilidad del Estado emprender acciones y hacer cumplir la ley para
contrarrestar la información y los mensajes en los medios de comunicación que
reproducen los estereotipos y la violencia que se dirige hacia las mujeres.
De acuerdo al Código de Ética de Canal Once, éste inspira su quehacer diario en los
valores y principios referidos en la normativa aplicable, Canal Once es un órgano de
apoyo del Instituto Politécnico Nacional, una institución de educación superior el cual,
que entre otras funciones tiene la de difundir los valores de identidad politécnica, los
cuales no creemos sean los de la intolerancia, el machismo y el autoritarismo mostrado
por el Dr. Ackerman.
Los prestadores de servicios profesionales de canal once, sean quien sean, no están exentos de cumplir con los códigos de ética y respetar la identidad, la misión que se propone, de actuar con rectitud e integridad con relación a personas, de contribuir a crear un ambiente laboral positivo, e interactuar eficientemente con los compañeros, como lo establece el código de ética de la emisora.
Conforme a dicho Código, Canal Once debe producir, coproducir y transmitir
contenidos que reconozcan y fomentan entre otros, la equidad, el respecto por las
diferencias, la no discriminación, el respeto de los derechos humanos, la igualdad de
género y la no discriminación y muestren a los hombres y mujeres en sus diferentes
roles profesionales, a la mujer como un ser autónomo e independiente, evitando
estereotipos femeninos y masculinos, buscando la equidad de género masculino y
femenino en actores, presentadores, entrevistados y participantes en general, tanto en
pantalla como en voces en off.
De acuerdo a la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, la programación
que se difunda -en el marco de la libertad de expresión y recepción de ideas e
información- deberá propiciar, entre otros, la difusión de las ideas que afirmen nuestra
unidad nacional y la igualdad entre mujeres y hombres.
Y siendo un servicio de interés general el que prestan los medios, dicha Ley regula los
derechos de las audiencias, entre los cuales se encuentran, el derecho a recibir
contenidos que reflejen el pluralismo ideológico y político de la Nación, el respeto de los
derechos humanos, la igualdad de género; prohibiendo toda discriminación por motivos
de género, las opiniones o cualquier otra que tenga por objeto anular o menoscabar los
derechos o libertades de las personas.
Por otra parte, la Ley Federal de Radio y Televisión nos dice que la televisión constituye
una actividad de interés público, por lo tanto el Estado deberá protegerla y vigilarla para
el debido cumplimiento de su función social, el cual consiste en el mejoramiento de las
formas de convivencia humana, por lo que a través de sus transmisiones, procurará
afirmar el respeto a la dignidad humana y fortalecer las convicciones democráticas.
En cuanto a los contenidos, dispone que las autoridades promoverán el respeto a los
derechos humanos, así como la perspectiva de género, la programación que se difunda
a través de la televisión en el marco de la libertad de expresión y recepción de ideas e
información, deberá propiciar la igualdad entre mujeres y hombres.
Por todo lo anteriormente expuesto, respetuosamente solicitamos a las autoridades del
Instituto Politécnico Nacional y la dirección de Canal Once, no se siga adelante con la
contratación del Dr. Ackerman y de vista de los hechos referidos a su Comité de
Ética y de Prevención de Conflictos de Interés, a fin de que determine la falta en la
que pudo haber incurrido el mismo.
ATENTAMENTE
NOSOTRAS TENEMOS OTROS DATOS
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