19.03.2025. Salamanca, Guanajuato.- Luego de la masacre de jóvenes y un niño de 9 años en el atrio de una parroquia de Salamanca donde jugaban futbol, entre los cuales había integrantes de la pastoral juvenil, los obispos de México llamaron al estado mexicano, en su mas alto concepto “a ser valientes y a comprometerse” en la construcción de la paz.
Al gobierno lo llamó a frenar la violencia y a la delincuencia que “opera impune” en los espacios comunitarios del territorio nacional, de acuerdo a la tarea principal de su mandato.
“La delincuencia presume impunidad, manifiesta desprecio por la vida y hace imperar la inseguridad en nuestros espacios vitales comunitarios; esta realidad hiere el corazón de todos los mexicanos, nadie puede sentirse fuera de ella. Es momento de unirnos y asumir cada uno nuestro compromiso por la paz en nuestro país”. señaló el episcopado.
En comunicado expresaron su condena e indignación por el múltiple homicidio en la parroquia de San José de Mendoza, en Salamanca el pasado domingo, contra seres indefensos .
Los obispos católicos condenaron que la delincuencia daña a la juventud mexicana, “lo que es motivo suficiente para unirnos como sociedad y no permitir más que intereses personales o de grupo impidan trabajar por un país seguro y donde prive la ley y la solidaridad”.
“Por ello, los obispos de México hacemos un llamado a todos los ciudadanos, a las autoridades en sus tres niveles: municipal, estatal y federal, a los jueces, magistrados y ministros, a los legisladores, a la sociedad civil organizada, a los empresarios, comunicadores y a todas las comunidades que persiguen la construcción del bien común, para asumir cada uno nuestra responsabilidad con valentía y compromiso por México. Basta ya de intereses personales o partidistas, formemos un frente común, vivamos la solidaridad que tantas veces nos ha caracterizado ante las tragedias que enfrentamos, y combatamos la delincuencia y la falta de justicia que hace sangrar nuestra patria y trunca el sueño de miles de jóvenes”, insistieron.
En octubre del año pasado, luego de oficiar misa, el sacerdote Marcelo Pérez fue ultimado a unos pasos de la iglesia en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, crimen que permanece impune en aquel estado de la republica.
Hace tres años, un jefe del crimen organizado asesinó en la sierra Tarahumara a dos sacerdotes jesuitas, Javier Campos y Joaquín Mora, en pleno altar mayor del templo de Cerocahui, donde se encontraban adscritos desde hace décadas.