Olguita, Eric y los alcaldes

Sin tacto

Por Sergio González Levet

Doña Olga Sánchez Florero… perdón… doña Olga Sánchez Cordero, nuestra Secretaria de Gobernación, ayer mismo le dio una lección ex cáthedra al Secretario de Gobierno de Veracruz, Eric L. Cisneros Burgos, cuando se dirigió a los presidentes municipales de México en su videoconferencia Diálogos virtuales, que presentó desde el Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal.
Y la lección fue sobre el tema de la libertad que tienen los alcaldes para tomar medidas que beneficien a la población que gobiernan, sobre todo porque son la autoridad más cercana al ciudadano y, por tanto, en este orden de ideas, son los que conocen mejor cuáles son las necesidades más apremiantes en sus municipios y cuáles las medidas más convenientes.
Seguramente el secretario Cisneros se puso el saco (que poco usa) porque tiene presente que él ha amenazado con aplicar sanciones a los alcaldes que no permitan el libre tránsito, en su afán de proteger a la población de contagios externos.
Según Eric, los munícipes se exceden cuando toman las medidas que el Gobierno del Estado no ha atinado a aplicar; según Olguita, no.
Y yo digo que hay que creerle más a la doctora en Derecho y ex magistrada de la Suprema Corte de Justicia la Nación (en donde algo debió haber aprendido del mejor Presidente que en este siglo ha encabezado el Poder Judicial, nuestro ilustre paisano Guillermo Ortiz Mayagoitia), que al ingeniero agrónomo.
Bueno, la Secretaria dijo a los ediles, de manera clara, que debían poner en marcha las acciones que consideraran adecuadas porque ustedes “saben perfectamente, porque ustedes son el nivel más cercano a los ciudadanos”, en una afirmación que debe haber hecho que le ardieran las orejas al funcionario cuitlahuista.
Con la administración del primer gobierno morenista de Veracruz está pasando lo que el dicho popular ilustra perfectamente: “No picha ni cacha ni deja batear; tiene equipo y no juega”.
El actual Gobierno tiene el síndrome del conejo, porque ante el peligro se queda detenido sin moverse, y quien lo encabeza padece el síntoma de la constipación, porque se sienta ¡y no hace nada!
Mientras tanto, alcaldes verdaderamente preocupados por la pandemia, como Fernando Yunes Márquez en Veracruz, se han puesto a diseñar y echar a andar estrategias para enfrentar la amenaza del Covid-19, con lo que han desatado la furia del secretario Burgos, al grado que se ha dedicado a amenazarlo y a reconvenirlo… por hacer su chamba,
Pienso en el millón 600 mil ciudadanos jarochos que votaron por un cambio y que ahora padecen un gobierno estático, nulo, sin inteligencia para proponer una estrategia que permita a Veracruz sortear de la mejor manera posible los efectos de esta crisis inconmensurable, que llega a la salud, a la economía y tiene encerrada a la población.
Si Cisneros Burgos dedicara la mitad del esfuerzo que hace al atacar a los alcaldes en buscar paliativos a la cuarentena, seguramente a los habitantes de este bello estado nos iría mejor.
Pero no, prefiere seguir estancado en el sonido y la furia.

¡Justicia para María Elena Ferral!

sglevet@gmail.com