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Redacción
09 junio 20202.- la OMS actualizó su guía sobre el uso de mascarillas para incorporar nuevos hallazgos de investigación.
Ofrece orientaciones sobre el uso de mascarillas médicas por parte de los trabajadores de la salud y otros grupos, y presenta detalles específicos sobre el uso de mascarillas no médicas para el público en general en áreas donde la COVID-19 está muy extendida.
El uso de una mascarilla no es suficiente para proporcionar un nivel de protección adecuado contra el virus.
La OMS reconoce que existen numerosos interrogantes sobre el uso de mascarillas faciales para prevenir la transmisión comunitaria de la COVID-19, y que muchos países están recomendando a la ciudadanía su utilización. El uso de mascarillas médicas puede limitar la propagación de algunas enfermedades víricas respiratorias, entre ellas la COVID-19. Sin embargo, el uso de una mascarilla no es suficiente para proporcionar un nivel de protección adecuado. Es necesario adoptar otras medidas como el distanciamiento físico y la higiene de manos.
La OMS pretende proporcionar las recomendaciones científicamente más rigurosas, pero al mismo tiempo prácticas, para la seguridad y el bienestar de las personas en todos los entornos.
En este momento, la OMS recomienda que los responsables de la toma de decisiones adopten un enfoque basado en el riesgo a la hora de decidir los entornos y las circunstancias en los que podrían utilizarse mascarillas higiénicas en la comunidad.
Qué tipos de mascarillas se utilizan contra la propagación de la COVID-19?
Mascarillas médicas (también denominadas mascarillas quirúrgicas): están fabricadas con un mínimo de tres capas de materiales sintéticos no tejidos, configuradas de modo que las capas filtrantes queden en el centro. Estas mascarillas están disponibles en diferentes grosores y grados de resistencia a los líquidos, y ofrecen dos niveles de filtración. Las mascarillas médicas reducen la transferencia de saliva o gotículas respiratorias del usuario a otras personas y al entorno. También disminuyen la probabilidad de que las gotículas potencialmente infecciosas procedentes de otras personas lleguen a la boca o la nariz del portador de la mascarilla.
Es necesario aplicar medidas de higiene de manos antes de ponerse una mascarilla limpia y después de quitársela. Estas mascarillas deben llevarse ajustadas a la barbilla y al puente de la nariz. El usuario no debe tocar la mascarilla durante su uso, y deberá desecharla inmediatamente si se humedece. Es importante destacar que el uso de mascarilla debe combinarse con otras medidas preventivas como una higiene de manos frecuente y correcta y un distanciamiento físico de al menos 1 metro.
Mascarillas autofiltrantes (también conocidas como mascarillas de protección respiratoria), disponibles con diferentes niveles de filtración como FFP2, FFP3, N95 o N99: se trata de mascarillas específicamente pensadas para profesionales sanitarios que atienden a pacientes con COVID-19 en entornos y zonas donde se llevan a cabo procedimientos médicos especiales. Las mascarillas autofiltrantes están destinadas a proteger al usuario cuando estos procedimientos generan aerosoles en la zona de tratamiento (partículas de tamaño menor al de las gotículas). Los profesionales sanitarios deben realizar una prueba de ajuste antes de usar las mascarillas autofiltrantes para asegurarse de que estas se ajustan a la cara correctamente y de forma estanca. Las mascarillas autofiltrantes con válvula no deben utilizarse para el control de focos de infección.
¿Qué personas considera la OMS que deben usar mascarillas médicas para prevenir la propagación de la COVID-19?
Se recomienda el uso de mascarillas médicas en los entornos de atención sanitaria. Sin embargo, es importante recordar que el uso de mascarillas debe combinarse con otras medidas clave para la prevención y control de infecciones, como la higiene de manos y el distanciamiento físico, dado que las mascarillas no proporcionan una protección absoluta contra la COVID-19.
La OMS recomienda que las siguientes personas utilicen mascarillas médicas:
Profesionales sanitarios
¿Por qué? Las mascarillas médicas y las mascarillas autofiltrantes de tipo N95, FFP2 o equivalentes se recomiendan para los profesionales sanitarios durante la atención a pacientes, y deben reservarse para ellos. Los profesionales sanitarios son el grupo de población más expuesto porque mantienen un contacto estrecho con casos sospechosos o confirmados de COVID-19 y con su entorno. Estos contactos constituyen las principales vías de transmisión de la enfermedad.
Personas enfermas con síntomas de COVID-19
¿Por qué? Cualquier persona enferma, incluso aunque presente síntomas leves como dolor muscular, tos leve, dolor de garganta o cansancio, debe permanecer aislada en su domicilio y utilizar una mascarilla médica todo el tiempo que sea posible según las recomendaciones de la OMS sobre la atención en el domicilio a pacientes con sospecha de COVID-19. Al toser, estornudar o hablar se generan gotículas que pueden propagar la infección. Estas gotículas pueden llegar a la cara de las personas próximas o depositarse en las superficies cercanas. El hecho de que la persona infectada lleve puesta una mascarilla médica al toser, estornudar o hablar ayuda a proteger contra la infección a las personas de su entorno.
Cualquier persona que cuide a un enfermo de COVID-19 en su domicilio
¿Por qué? Quienes cuidan a personas enfermas con COVID-19 deben protegerse utilizando una mascarilla médica. El contacto estrecho y frecuente con personas enfermas de COVID-19 puede suponer un riesgo elevado para quienes las cuidan.
Los responsables nacionales de la toma de decisiones también pueden decidir recomendar el uso de mascarillas médicas en determinadas personas aplicando un enfoque basado en el riesgo. Este enfoque debe tener en cuenta la finalidad de la mascarilla, el riesgo de exposición del usuario y su vulnerabilidad, el entorno y la viabilidad del uso de mascarilla, y los tipos de mascarilla considerados.
Recomienda la OMS el uso de mascarillas higiénicas en la comunidad?
En la actualidad no existen suficientes datos científicos que avalen o desaconsejen el uso de mascarillas (médicas o de otro tipo) por la población general sana. La OMS sigue recomendando el uso de mascarillas médicas en el caso de las personas enfermas y sus cuidadores. La OMS analiza activamente los estudios científicos sobre mascarillas, en rápida evolución, y actualiza permanentemente sus orientaciones.
Mientras tanto, para ayudar a los países en su proceso de toma de decisiones, la OMS ha proporcionado recomendaciones a través de un enfoque basado en el riesgo en relación con el uso de mascarillas en el contexto de la COVID-19.