Oscuridad, violencia y retos electorales .

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/ Mónica Garza /

Este fin de semana electoral no importa el cristal desde el que se mire, el panorama se pone cada vez más opaco, de Sonora a Michoacán, haciendo paradas estratégicas en Durango, Veracruz y Tabasco… La inédita elección de este domingo, llega incrédula, ignorante, y desangelada

Apagones, acordeones electorales, más desapariciones y asesinatos, versiones encontradas, silencios cómplices y traiciones legislativas por acuerdos en lo oscurito.

Este fin de semana electoral no importa el cristal desde el que se mire, el panorama se pone cada vez más opaco, de Sonora a Michoacán, haciendo paradas estratégicas en Durango, Veracruz y Tabasco…

Este último hace mucho dejó de ser un edén para convertirse en tierra fértil de asesinatos, regresando en el mes de mayo a los primeros lugares de la tabla Nacional de Homicidios Dolosos ocurridos en un solo día.

Y es que grupos criminales como el Cártel Jalisco Nueva Generación y La Barredora, presuntamente se disputan aquel territorio. Aunque recomponiendo el dicho: “no tiene la culpa el cártel, sino el que lo hizo compadre”…

Además se cumplieron dos semanas literalmente a oscuras en su capital, Villahermosa, que llega a alcanzar los 45 grados de temperatura y 86 por ciento de humedad. Sí, el infierno perfecto.

Bloqueos y caos provocaron las fallas que dejaron sin servicio eléctrico a miles de tabasqueños, víctimas de una CFE rebasada e incapaz de responder con alguna solución clara.

Un dramático apagón que parece extenderse a otras áreas de la administración pública en el país y un terreno que hoy parece minado: el nuevo poder judicial.

La inédita elección de este domingo, llega incrédula, ignorante, y desangelada. Con una participación que el Instituto Nacional Electoral estima entre el 13 y 20 por ciento, aunque consultores expertos no advierten el doble dígito ni de cerca.

Una elección llena de inconsistencias y trampas, que llega a pretender armar un rompecabezas judicial al que le sobran muchas piezas, por estar podridas en lo más profundo.

Son al menos 10 nombres de candidatos ligados al crimen organizado, 7 más relacionados con la Iglesia de la Luz del Mundo (cuyo líder está preso desde hace 3 años, por abuso sexual infantil) y otros 5 candidatos señalados por violencia de género.

Así se puede ir apagando la justicia en México, entre compadrazgos oscuros y verdades ocultas, así como lo vimos suceder en el desenlace de la desaparición de los cinco jóvenes músicos tamaulipecos, integrantes del Grupo Fugitivo.

Porque fueron las autoridades locales irresponsables, las que señalaron que los músicos estaban en la Fiscalía. Quedaron inmediatamente desmentidos por los familiares de los jóvenes, que exigieron acciones de búsqueda, hasta confirmar el macabro hallazgo de sus cuerpos.

(Quién sabe si del otro lado del puente fronterizo de Reynosa, alguien observa paciente, jugando con una cadena que golpea quedito en su escritorio lleno de expedientes…)

Misma oscuridad en la que permanece el caso del Rancho Izaguirre de Teuchitlán, Jalisco, aun con la detención del alcalde José Ascensión Murguía Santiago, ya vinculado a proceso por delincuencia organizada y colaboración con el Cártel Jalisco Nueva Generación.

Misma oscuridad que cubre en Sonora el caso de la confusión que le llenó de balazos el cuerpo al abogado Carlos Arturo Bustamante Bracamontes, víctima de un ataque por parte de agentes de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal en Hermosillo, que al confundirlo con un delincuente le dieron 70 balazos.

Los responsables se presentaron ante la justicia pero no fueron aprehendidos, por considerar que “no existía flagrancia delictiva”. Hoy están prófugos.

En la Ciudad de México, el silencio se extiende al caso del asesinato de los dos funcionarios de confianza de la Jefa de Gobierno Clara Brugada. Otra luz que se apaga.

Las contradicciones entre la Fiscalía General de la Ciudad de México y la Secretaría de Seguridad capitalina en torno a la manipulación de indicios relacionados con los asesinatos, por parte de dos policías que fueron suspendidos, pusieron esta investigación bajo la lupa de un cristal muy opaco, que hoy sólo guarda silencio y deja pasar tiempo.

Un tiempo que usó la CNTE para desquiciar la Ciudad de México, sin pretender llegar a ningún acuerdo con un Gobierno federal tibio, que prefirió sacrificar la paz de la ciudadanía en la vía pública, antes de cometer el pecado antipopulista de aplicar la ley contra quienes se dedicaron a violarla.

Así llegamos a este fin de semana electoral, con un ejercicio sobre el poder judicial que lo que sí ha logrado exponer con claridad, es la herida profunda que hará en el sistema democrático de nuestro país.

En lo que toca a un Veracruz que se pintará de guinda, esperemos no vivir una jornada tan violenta y letal como fue todo el proceso electoral, que dejó tantas campañas ensangrentadas.

Mientras que Durango, bastión priista en alianza con Acción Nacional, pondrá a prueba a un Andrés Manuel López Beltrán que se estrena formalmente como operador electoral de Morena, pero en un estado que le ofrece una amplia posibilidad de reprobar. Ya veremos…