*Mujeres y Política.
Soledad Jarquín Edgar
SemMéxico.-¡Madres por decisión no por imposición! ¡Madres sí, pero con derechos!
En México del total de mujeres de entre 15 y 49 años, 62.9 por ciento son madres de al menos una o un hijo, de acuerdo con INEGI, estamos hablando de más de 21 millones de mujeres y de ese total el 27 por ciento vivía, en 2023, en alguna comunidad rural, lo que quiere decir que la gran mayoría de madres viven en áreas urbanas (72.5 %) y el 70 por ciento de estas madres trabajan fuera y, por supuesto, dentro de casa.
Estos datos nos indican que la maternidad, la autonomía económica y la reducción de los hijos es una tendencia que no tiene vuelta atrás (1.9 hijos-hijas en 2025), sin embargo, el costo de ser madres sigue siendo muy alto en este país, porque se les han regateado sus derechos.
En el sexenio pasado, está mas que visibilizado, el gobierno mexicano optó por cancelar las guarderías para las niñas y niños, multiplicando las tareas para las madres y en muchos casos obstaculizando su desarrollo laboral violentando los derechos humanos tanto de las madres como de las hijas-hijos.
Por años la falta de horarios flexibles ha sido otro de los obstáculos para el crecimiento de las mujeres en el ámbito laboral, incluso para obtener un empleo, menos todavía si se trata de cargos directivos, que como se ha demostrado están en mayor porcentaje en manos de los hombres.
El derecho a la salud se convertido en el talón de Aquiles de la actual administración pública, y para muestra basta un botón, no importa que por ahí se diga que una golondrina no hace verano: el pasado sábado 3 de mayo, una mujer de poco más de cuarenta años, murió en la calle afuera del hospital público de Tuxtepec (Oaxaca) donde no la quisieron recibir debido a la gravedad que presentaba. El resultado, cuatro niñas están hoy en orfandad.
La muerte materna -que incluye la muerte por aborto- es el otro fantasma que sigue recorriendo los hospitales del país de la mano de la violencia obstétrica, y si nos damos cuenta las leyes contemplan cada uno de estos derechos (sexuales y reproductivos) pero en los hechos la realidad es dramática. Parir no debería ser una costumbre sino una decisión de las mujeres y debería ser considerado un crimen cuando se trata de una niña menor de 18 años, porque salvo algunas excepciones, los embarazos en este grupo de población suele ser resultado de la violencia sexual.
Y si hablamos de la violencia machista, la maternidad no está exenta por el contrario todo indica que aumenta el riesgo y aparecen nuevos escenarios. El hogar dulce hogar es el escenario de la violencia familiar, que tiene toda clase de manifestaciones de crueldad contra las madres, como la violencia extrema o feminicidio.
En 2021, la ONU dio a conocer una cifra por demás alarmante. Un estudio, dice la organización, mostró que “una media de más de cinco mujeres o niñas fueron asesinadas cada hora por alguien de su propia familia… De las 81 mil mujeres y niñas asesinadas intencionadamente (ese año), 45 mil -alrededor del 56 por ciento- murieron a manos de sus parejas u otros familiares”.
En México, entre los grupos de madres de buscadoras o de madres cuyas hijas han sido víctimas de feminicidio, es común escuchar que el 10 de mayo, una fecha comercial para celebrar a las madres desde la segunda década del siglo XX, y frente al escenario actual “no hay nada por celebrar”.
Hoy las redes criminales también ven a las mujeres como mercancías y la maternidad es una fase del comercio criminal a través de los vientres de alquiler, donde la desigualdad se hace cada vez más patente, donde jóvenes mujeres, generalmente pobres, son forzadas a parir hijos para quienes los desean, pero su biología se los impide.
Y sí, mucho hay de fondo, porque lo importante será siempre garantizar derechos para maternidades plenas, erradicar los embarazos adolescentes producto de la violencia sexual, mejorar la atención en centros hospitalarios para atender a las mujeres y, claro está, cumplir la ley para prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres.
Este 10 de mayo tenemos que reflexionar. Porque cada vez estamos más en lo público y mientras las tareas de cuidados recaigan solo sobre los hombros de las mujeres y no se destine un presupuesto transversal con perspectiva de género en todas las áreas de gobierno, poco o nada se podrá hacer. Esa, dicen las expertas, es la idea de una política real y efectiva para las mujeres, en específico para las madres.