La política en rosa.
Elsbeth Lenz.
Hola mis hermosos, ¿Qué tal frío?, ya seguro sacaron todos, esa maravillosa cobija San Marcos, que seguro tienen al fondo del closet, ya empezó la temporada invernal y con ello todo se empieza a relajar, no así la rumorología y el chismorreo, que eso siempre permanece instalado en la cabecita de la ociosidad, por tanto y una vez superado el Felipa’s Obrador affaire, que nos mantuvo tan ocupados el fin de semana, el único que quedó mal parado, fue el director de PEMEX, el tabasqueño Octavio Romero Oropeza, así que no faltó la cabecita ociosa, que empezara a elucubrar.
Y es que como el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, ya cumplió los dos años condicionales para no llamar nuevamente a elección, no faltó el acomedido que ya imaginó, que con la presunta salida de Petróleos Mexicanos de Romero Oropeza, llegaría a la dirección de la paraestatal Cuitláhuac García Jiménez, yo creo que porque es ingeniero pensaron, da el perfil; por tanto la silla de Palacio de Gobierno, quedaría vacía y a la espera de recibir nada más y nada menos, que a Ricardo Ahued Bardahuil, ¡Ándale pues!.
Les cuento que la distancia entre la llegada de Ricardo Ahued a la gubernatura de Veracruz y la realidad de los veracruzanos, es infranqueable, no hay ni un ápice de verdad en eso.
La llegada de Ahued al Gobierno Estatal, solo existe en el imaginario colectivo del deseo reprimido de un sector poblacional, que si bien aspira a algo, no logra concretar a que, por eso nos ha ido tan mal; a ellos les bastó ver a la dupla Ahued-Cisneros, el pasado fin de semana prendiendo el arbolito navideño de CAXA, para desparramarse en conjeturas, cual gorda en tobogán.
Si bien es cierto, que el senador Ricardo Ahued goza del cariño y aprecio de los veracruzanos, nunca ha sido bien visto, ni querido, al interior del Movimiento Regeneración Nacional; el señor no pertenece al grupo cercano de García Jiménez, tampoco al de don Patochi, ni mucho menos al grupo de Manuel Huerta, ya con eso seguro, no va, ¿Quién lo va a apoyar?.
Ahued Bardahuil abanderó al MORENA en la elección del 2019, por conveniencia de ambas partes; al MORENA le sumaba y a la carrera política del empresario también, pero de eso a que la militancia veracruzana del Movimiento Regeneración Nacional lo deje pasar, hay un trecho y muy largo.
Además, los veracruzanos de un tiempo a la fecha somos de contentillo, votamos, gana y al poco tiempo ya no nos gustó ¡Que se vaya!, lo mismo pasó con Javier Duarte de Ochoa y perdón, pero en política las cosas no son así, las implicaciones políticas, sociales y económicas de la salida de un primer mandatario estatal, no son cualquier cosa, el riesgo de ingobernabilidad que se correría sería muy alto, e incluso los costos políticos de dicha acción para el gobierno federal, difícilmente alguien los asumirían; una cosa como esa para el presidente López Obrador, sería aceptar que cometió un error y eso no es propio de ningún presidente.
¡No señores!, no pasará, así como somos los veracruzanos, bastarán unos meses para que empecemos con la misma cantaleta ¡Ya se va Ahued!, se va es un hecho y llega Villalpando, Patochi o vaya usted a saber quién.
Cosas de la vida y menudencias
El pasado fin de semana en un evento aquí en Veracruz, los diputados federales Jessica Ramírez Cisneros y el minatitleco Sergio Gutiérrez, ambos vinculados con el líder nacional del MORENA, Mario Delgado, le echaron una de flores al joven Esteban Ramírez Zepeta muy halagadoras, ¿Serán señales?, en una de esas ya cuajó la dirigencia estatal.
Las llamaradas de petate, del reportaje del el periódico español el País, de Fidel Herrera Beltrán, han servido para recordarlo y nada más, puesto que no hemos visto investigaciones en ninguna instancia oficial, a estas alturas y a la distancia del mandato de Herrera Beltrán, se antoja difícil que lleguen a algo más que simples reportajes.
Así las cosas hasta ahora mis hermosos, nos leemos mañana.
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