*Se conduele de lo que acontece en Ucrania y el Caucaso
/Gabriella Ceraso – Ciudad del Vaticano /
Paz, diálogo y oración. Desde la Plaza de San Pedro se eleva de nuevo la voz del Papa por el mundo y por “toda tierra ensangrentada por la guerra”. Al final del rezo del Ángelus, Francisco vuelve a dirigir su mirada, como hizo en su reciente viaje a Kazajistán, al Cáucaso, donde en los últimos días se ha pagado el precio de 200 muertos por los nuevos enfrentamientos entre Armenia y Azerbaiyán. Dura la condena de la comunidad internacional y fuerte la preocupación expresada también por la Conferencia de Iglesias Europeas. Hoy las armas están en silencio gracias a una tregua acordada con la mediación rusa, pero la tensión sigue siendo alta y también el dolor del Pontífice que no deja de animar a todos a apoyar los esfuerzos para silenciar las armas:
“Que la confrontación pacífica y la concordia prevalezcan sobre las disputas”, había dicho Francisco desde Nursultán, en Kazajistán, y hoy en una entrevista con Il Mattino de Nápoles ha reiterado: “Sólo el diálogo es el camino necesario y sin vuelta atrás”. Luego, desde la Plaza de San Pedro, dirigiéndose al mundo que le escucha, repite:
Entre las tierras ensangrentadas por la locura de la guerra, Francisco no olvida, aún hoy, a Ucrania, donde el Limosnero Pontificio, el Cardenal Konrad Krajewski, Prefecto del Dicasterio para el Servicio de la Caridad, está en misión estos días:
Las amenazas y las pocas esperanzas de paz marcan, desgraciadamente, las noticias desde el frente mientras surgen nuevas atrocidades, especialmente en la región oriental de Járkov, de nuevo en manos ucranianas tras más de seis meses. Además de las fosas comunes que han salido a la luz, los investigadores encuentran pruebas de torturas y ejecuciones sumarias, por lo que la República Checa, presidente de turno de la UE, ha pedido la creación de un tribunal internacional, y Lituania el envío de tanques. Al menos 450 entierros sumarios fueron vislumbrados por los satélites estadounidenses. Por otro lado, el avance del ejército de Kiev no se detiene y Moscú -según la inteligencia británica- podría no tener suficientes reservas para resistir la nueva contraofensiva en Lugansk. La noticia de esta mañana es que cuatro médicos han muerto en un bombardeo ruso durante la evacuación de un hospital en la región de Járkov, principal escenario de los enfrentamientos de los últimos días.