¿Papelito habla?

*

/ Tere Vale /

 

Durante semanas, uno de los temas más insistentes en el escenario político fue la supuesta firma de un acuerdo de seguridad entre México y USA. Se daba por hecho y parecía por momentos que finalmente se iba a llegar a un compromiso que definiera objetivos, metas, prioridades, formas de evaluación y medición de resultados sobre el espinoso tema del crimen organizado y la seguridad en ambos países. Desde la fallida reunión con Trump en la junta del G20 en Canadá, eso quedó delineado y así se nos hizo saber, es más, se nos dijo que en un par de semanas el acuerdo quedaría firmado. Nada de eso sucedió.

Y hoy, finalizada la visita del Secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, a la CDMX, podemos concluir que no se firmó ningún documento, ni se llegó formalmente a ningún acuerdo entre nuestro país y nuestros vecinos del norte. Se habló, en la conferencia de prensa después de la reunión de Rubio con la Sra. Sheinbaum, de un acuerdo, de un pacto de cooperación, de un programa, etc., pero por más que se pedía al Canciller de la Fuente y al Sr. Rubio precisiones sobre si se protocolizó el famoso acuerdo o no, ninguno de los dos respondió de manera clara. O sea, podemos colegir que ni pacto, ni acuerdo, ni se firmó nada parecido al ansiado documento.

Y es que así es la cosa con el Sr. Trump y su equipo más cercano de trabajo. El presidente de USA es impulsivo, intempestivo y finalmente impredecible. Ni se van a comprometer a nada ni les conviene hacerlo. El Sr. Donald ha mostrado que sus propuestas y humor pueden cambiar de un instante a otro. ¿Para qué comprometerse? Seamos honestos: es tan desigual la relación México-USA, dependemos tanto de ellos, estamos tan cerca del país económicamente más poderoso del mundo, somos tan desvalidos militarmente hablando, que no nos queda mucho por hacer más que -como diría mi abuelita-, hacer de tripas corazón y aguantar.

La posibilidad de tejer en USA una red de grupos de la sociedad civil, personajes y legisladores demócratas, grupos de apoyo a migrantes, empresarios contrarios a MAGA y a Trump, en fin, esforzarse México por lograr un entramado social que dé más peso a muchas de las demandas de nuestro país, es una asignatura pendiente que, supongo, no se está trabajando suficientemente. Creo que en el fondo pocos creen en su utilidad. Al mismo tiempo, el abandono del dogma “abrazos no balazos” no es suficiente para resolver un problema de por sí gravísimo que se dejó crecer sin “detente” alguno. Ahora la situación parece muy difícil. Nunca es demasiado tarde, pero vaya que estamos retrasados.

Las entregas de supuestos criminales sin extradición ni excusa de por medio; la captura de los grandes capos sin explicación alguna a las autoridades mexicanas de cómo y en qué condiciones se dieron; los convenios inimaginables que se han dado en USA para conseguir información de los ahora “testigos protegidos” son muestra de nuestra casi total indefensión.

Los papelitos por ahora no hablan. Ni modo.