Para el otro año la rifa será de ranchos, residencias, aviones y yates

Más claro…

Por Felipe Mendiola Parra

El presidente Andrés Manuel López Obrador nuevamente da muestra de su madurez política, porque lejos de amilanarse con las críticas que se han hecho por la rifa del avión, esta mañana anunció que el próximo año habrá otro sorteo muy grande, para reivindicar el origen de la Lotería Nacional y se refirió a la Asistencia Pública.

Y como para demostrar que no hubo tendencia maliciosa, en eso de repartir los premios, uno de esos cayó en Boca del Río, reducto panista que podrá ver que se fortalecerá ese hospital para tender a la población de ese municipio y de toda la región.

Tal vez, en otras circunstancias ante tanto bombardeo de comentarios y memes, otro se hubiera hecho desentendido y ni siquiera hubiera mencionado o ampliado el tema, pero Andrés Manuel fue directo y dio los detalles de ese acontecimiento que mantuvo atenta a una gran parte de la población, que con billete en mano vio la transmisión del inédito sorteo.

El prestigio de esa institución, la Lotería Nacional, efectivamente, se tiene que reivindicar porque muchos mexicanos habían perdido la confianza en la forma como venía operando, porque según lo explica el mandatario, ahí iban a parar muchos políticos que de acuerdo al acomodo que les brindaban sus “padrinos”, eran propuestos para ese cargo.

De los cien premios de 20 millones de pesos, 13 fueron para unidades hospitalarias; 42 fueron ganados por empresarios; 16 por la Lotería Nacional; 5 por sindicatos y 24 números ganadores no se vendieron.

Pues para el próximo año la sorpresa será que se podrán rifar ranchos, residencias, aviones, yates y alhajas que han sido decomisados por el Instituto para Devolver al Pueblo lo robado.

Fue interesante ver que el presidente hizo un llamado a todos los mexicanos para que sigan expresando su solidaridad con causas justas, comprando sus billetes de la Lotería Nacional, porque esos fondos son para la asistencia pública y que bueno que con esos premios, repartidos de esa forma, se hagan transparentes esos sorteos. Más claro ni el agua.