Pese al secuestro y a agresión AMLO celebra que obispo apareciera para que no lo culpen.

* El obispo emérito Salvador Rangel fue víctima de la política de inseguridad promovida en su gobierno “Abrazos y no balazos” que ha desbordado la delincuencia en todo el país.

* La Titular de la SSPC Rosa Icela se equivoca al decir que fue secuestrado el viernes cuando esto aconteció el sábado por la tarde.

30.04.2024.Ciudad de México.- El presidente Andrés Manuel López Obrador celebró la noticia de la localización con vida del sacerdote Salvador Rangel Mendoza, obispo emérito de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, en el estado de Guerrero.

El mandatario comentó sobre la importancia de la aparición del sacerdote, destacando que su desaparición podría haber sido aprovechada por los adversarios políticos para generar críticas hacia su gobierno, esta acción buscaba evitar que la oposición capitalizará el caso durante el periodo de campañas electorales.

“Ahí está también la suerte porque imagínense si no aparece, independientemente de que si fue o no fue secuestro, que no apareciera, les va a dar coraje pero lo tengo que decir: ¿Cómo están los adversarios nuestros? A la caza del gazapo, del error, culpándonos de todo. También es entendible, porque estamos en temporada electoral”, sentenció

Durante su programa matutino, López Obrador expresó que en el contexto de las elecciones, existe una “guerra de fango” y que los opositores recurren a “mentiras” y “calumnias” con la esperanza de obtener beneficios electorales.

La desaparición de Rangel Mendoza fue reportada desde el fin de semana pasado, pero se hizo pública luego de las denuncias de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) a través de su abogado.

El sacerdote fue localizado con vida en un hospital en la ciudad de Cuernavaca, estado de Morelos, aunque aún no se ha determinado si fue víctima de un secuestro, según indicó la secretaria federal de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, quien se equivocó al dar datos del día del secuestró de 48 horas del obispo emérito de Chilpancingo.

Rodríguez enfatizó la necesidad de investigar a fondo el incidente y prometió que se indagaría en todos los detalles para identificar a los responsables. Señaló que se enviaría un grupo de la Coordinación Nacional Antisecuestros para colaborar en la investigación.

Este crimen se produce en medio de la tensión entre el Gobierno de López Obrador y la Iglesia católica, que ha denunciado insistentemente un recrudecimiento de la violencia, especialmente en el sur de México, donde sacerdotes han buscado establecer una tregua con el crimen organizado y templos cristianos en Chiapas han cerrado y emigrado debido a las amenazas de violencia del narcotráfico que ha tomado control de estados como Guerrero, Chiapas, Morelos, Michoacán, Guanajuato, Zacatecas, entre otros.

La SSPC dijo que hablarán con el religioso para saber si necesita seguridad e informó que ya se envió un equipo de la Coordinación Nacional Antisecuestro para que investigue.

Secuestro Exprés de 48 horas

Pedro Bello, abogado del obispo emérito de la diócesis de Chilpancingo, Guerrero, Salvador Rangel Mendoza, conformó la versión de que el sacerdote que fue víctima de un secuestro exprés, no tan exprés, y no de las bandas del crimen organizado.

Bello ha detallado que los delincuentes usaron las tarjetas de crédito de su representado para comprar alcohol en tiendas de conveniencia y pizzas, en un negocio del municipio de Emiliano Zapata, en la zona metropolitana de Cuernavaca, una de las ciudades mas peligrosas de la Republica Mexicana.

De acuerdo al abogado el jerarca católico quedó incomunicado porque salió de manera apresurada de un domicilio en el municipio de Jiutepec, contiguo a Cuernavaca, y dejó su celular cargando batería donde presumen que su cliente fue sorprendido y sometido por sujetos cuando salía del inmueble.

Una versión extraoficial señala que el obispo fue dejado en el interior de un hotel desde el cual solicitaron el apoyo de la Cruz Roja para trasladarlo hasta el hospital José G. Parres de Cuernavaca.

De acuerdo a los primeros reportes, el obispo ingresó el domingo por una probable enfermedad vascular cerebral, provocado por algún tipo de sustancia que lo dejó somnoliento.

Salvador Rangel ingresó como desconocido porque no pudo identificarse y tampoco portaba documentos que ayudaran a saber que se trataba del obispo de Chilpancingo.

El equipo de Búsqueda de Morelos y el fiscal Uriel Carmona Gándara lograron localizarlo y cerca de las 22:00 horas del mismo lunes el obispo Rangel pidió su alta voluntaria para ser trasladado a un hospital privado,

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