*Seminario del CIEG y la Universidad Austral de Chile .
/Sandra Ramírez / Centro de Investigaciones y Estudios de Género /
22.08.2025 México.- En colaboración con el Proyecto de Innovación en Educación Superior en Género (InES) “Conocimiento + Género” de la Universidad Austral de Chile, el Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG) de la UNAM presentó la conferencia “Nuevos materialismos feministas, epigenética y reinterpretación de los cuerpos”, impartida por lu ciccia, investigadora del CIEG, como parte del Seminario virtual “Nuevos paradigmas: investigación académica con perspectiva de género”.
Este Seminario consiste en cuatro conferencias y tiene como objetivo abordar distintas estrategias para promover prácticas más inclusivas, críticas y transformadoras en distintas disciplinas.
A este primer encuentro se sumaron más de cien asistentes vía online. Durante su conferencia, lu ciccia aseguró que las prácticas sociales nos entrenan de forma binaria, es decir, desde parámetros que determinan que en la sociedad nos comportemos de acuerdo con el binarismo hombre-mujer. Esto, explicó, se define a partir de una interpretación de nuestra genitalidad externa (vulva/pene). En un primer momento por una observación biológica en nuestro nacimiento que define el sexo, aquellas características físicas asociadas con varones o mujeres a través de las cuales se establecen sus acciones y relaciones.
Para la especialista, históricamente se ha considerado que la posibilidad reproductiva de cada persona define su género; sin embargo, aseguró que esta idea no cuenta a la fecha con un sustento empírico, y es a través de las normativas sociales que se convierte en definitoria.
Cuando una persona nace, la asignación de su género con base en su posibilidad reproductiva predice la manera en la que será leída socialmente, ya sea como mujer o como hombre.
La investigadora propone que estos rasgos biológicos no son un destino que define nuestra forma de vivirnos, y que las diferencias psicológicas/biológicas entre hombres y mujeres cisgénero no son naturales, sino algo que ha sido legitimado desde una lectura androcéntrica de los cuerpos. De manera crítica, destacó que no existe propiamente una esencia femenina o masculina, se trata de lecturas y asignaciones sociales que encarnamos y que atraviesan la manera en que desarrollamos nuestras subjetividades.
Epigenética como crítica
La epigenética estudia la manera en la que la actividad de los genes cambia de acuerdo con el ambiente, viéndose afectados por factores como el estrés o la dieta. En lo que la investigadora del CIEG-UNAM nombró “lectura genocéntrica”, se cree que el código genético que otorga características binarias está dado, es decir, es heredada e inamovible; pero este código genético no determina por sí mismo cómo será leído: su lectura está en diálogo con los contextos en los cuales nosotrxs, como seres, nos desarrollamos.
Más allá de pensar en que los cuerpos y cerebros están divididos en dos tipos (masculino y femenino), la propuesta es que hay un sinfín de variaciones biológicas, además de cuerpos que no encajan en divisiones binarias y que tienen otras expresiones.
lu ciccia rescató la importancia de cuestionar la manera en la que la biología se ha utilizado para justificar desigualdades; que ésta no es una disciplina que sólo registra relaciones de causa y efecto, sino que nos muestra estadísticas que pueden ser leídas y reinterpretadas a la luz de las nociones de plasticidad y epigenética.
“Podemos mirar nuestros cuerpos sin suponer que la posibilidad reproductiva es la explicación de las diferencias psicológicas/biológicas entre hombres y mujeres cisgénero. En cambio, podemos explorar cómo nuestras prácticas sociales, indefectiblemente generizadas, pueden impactar en el desarrollo de nuestra vida mental y en nuestros parámetros biológicos. Lo que necesitamos es reconceptualizar la biología”, aseguró.
La siguiente conferencia, “Investigar las masculinidades frente al cambio en las relaciones de género”, será el 21 de agosto, impartida por Alí Siles, investigador del CIEG.