Por las buenas o por las malas.

INFORME GLOBAL

BIDEN: “SOLO DIOS ME BAJA. SOY EL MEJOR PARA LA PRESIDENCIA. ÉLITES ME QUIEREN FUERA. SIEMPRE SÍ ME VOY”.

Por: Jorge López-Portillo Basave.

4 semanas de locos, de historia, de ver en vivo lo que es el poder real detrás del trono y los efectos de sembrar odio en los electores de uno y otro lado, de unos contra otros. La semana pasada cuando escribí la nota sobre China, Trump y Biden, Joe aún no había cedido a la revuelta interna que lo bajó de la campaña. La casa blanca, la campaña, los voceros de Joe, todos por la mañana del domingo decían que el candidato se encontraba firme y que para la semana siguiente regresaría a seguir su campaña. Pero como lo escribí ya se veía venir. Él se resistía acusando a las élites de tratar de sacarlo en contra de los 15 millones de votos que él ganó en su proceso interno, pero al final cedió y se dio a conocer por un mensaje de Twitter y no dio la cara sino hasta cuatro días después con un mensaje vía tele con palabras políticamente correctas que 8 días antes él rechazaba.

Esa mañana hubo filtraciones del equipo de Biden en las que se decía que Joe estaba molesto con la lideresa parlamentaria Nancy Pelosi, con su ex Jefe Obama, con los medios y con los padrinos económicos de las campañas porque le estaban prácticamente forzado a renunciar por sus malos números de Julio. Finalmente pasando el mediodía del domingo antepasado Joe cedió a la presión y sin dar la cara envió una carta vía Twitter para informar que se bajaba. Una hora después nuevamente solo vía Twitter anunció su apoyo a Kamala antes de que ella misma dijera que buscaría ser la sustituta.

Hace 10 semanas Joe Biden retó a debate a Trump. Joe y su equipo junto con CNN pusieron las reglas en lo que ahora parece fue un gran error. La razón del debate con 4 meses de anticipación a los que se han celebrado en la historia de EUA era porque Joe llevaba 6 meses sin alcanzar a Trump en las encuestas locales de los Estados que definen la elección de ese país y pensaban que un buen debate lo levantaría. Ya sabemos que desde ahí todo fue en caída libre. Pero vale la pena recordar los puntos más relevantes.

Como él dijo las élites se le fueron encima, los mismos que hasta 12 horas antes del debate decían que Joe era el mejor del mundo y la mejor garantía de que Trump no regresará a la Casa Blanca lo abandonaron. Hasta Hollywood le dio la espalda y empezaron a soltar la sopa. 72 horas después del debate con Trump, Joe aseguró con la fuerza que le caracteriza “Solo Dios todopoderoso bajado del cielo podría hacerme dejar la campaña”. A partir de ahí la maquinaria de los donadores, medios y los líderes del partido fueron claros… por las buenas o por las malas Joe se tiene que ir y filtraban información de día y de noche para asegurarse de que recibiera el mensaje.

En las 3 semanas de ataques de los medios a Biden, se sacó a la luz que no ha habido reuniones de gabinete completo en más de un año, que no ha habido reuniones con su grupo de legisladores en casi tres años, que diplomáticos manifestaban en privado su preocupación por la condición del presidente y mil cosas más.

Seamos honestos, hace 10 días el partido Demócrata parecía en un funeral, en especial después del atentado contra Trump. Hoy parece una fiesta. Pero las dos preguntas se mantienen: ¿Quién sacó de la campaña al presidente de los EUA? Y ¿Quién gobierna EUA?, ¿Los donantes? Esto fue tan desaseado que hasta el grupo “Black Lives Matter” dijo que EUA no era una dictadura y que los delegados no eran oligarcas para cambiar de candidato sin haber sido electo y esto no es un proceso del que podamos estar orgullosos.

Al salir Joe los patrocinadores fondearon en menos de 48 horas $240 millones de dólares a la campaña de Kamala. La maquinaria de su partido y los sectores tipo viejo PRI mexicano ya se alinearon y claro los delegados que habían sido electos por voto popular a favor de Joe de enero a mayo, declaran su apoyo a Kamala como lo hizo Joe. Los comités estatales del partido y los líderes de los grupos de color y de hispanos en el Congreso de EUA ya se sumaron también. Los medios ya repiten a favor de Kamala las mismas porras que hacían a favor de Joe sobre ser la mejor esperanza de la democracia. Kamala es todo lo bueno de Joe, pero sin los años, sin la raza y sin ser hombre lo que en la política americana de hoy en día es un plus. Además, ella cuenta con el apoyo de grupos importantes de influencers en redes sociales y de grupos LGTB lo que en su momento aportó a Joe en el 2020. Biden a quien políticos de su partido y los medios pisotearon por 3 semanas, horas después de su renuncia obligada ya lo llaman el Washington de la época moderna por dejar la candidatura, le llaman el presidente con más logros y un ejemplo para los demás políticos, es decir le soban el ego y mandan un mensaje a los electores de que fue exitoso por lo que su VP lo será también. Una de las que dijo esto es Pelosi de 84 años de edad quien sigue en el congreso y es lideresa emérita de su bancada.

Hay que recordar que Dios no le habló para que se bajara como él pedía. la llamada fue del Dios del dinero de los grandes patrocinadores como Disney o como otros de ese nivel que le dejaron de dar dinero no solo a él sino a todo el partido, por lo que los candidatos a Senadores a Diputados y a Gobernadores no tendrían apoyo para sus propias campañas. Esa es la verdad, no solo estaba en riesgo la presidencia sino una derrota en los Estados, en las dos Cámaras lo que vino a darle el último empujón. Seguramente Joe tendrá una Librería Presidencial hermosa como todos los expresidentes, tendrá un adelanto por millones de dólares para un libro que será best seller, pero sobre todo podrá mantenerse en la presidencia hasta que pasen las elecciones lo que evitará un escándalo mayor.

Kamala aguantó y se cayó lo que sabía sobre los negocios del hijo de Joe y de la salud del ex candidato, fue prudente y como en la política clásica tiene su recompensa. Recordemos que Biden aceptó a Kamala como su compañera de fórmula, pero también que en el 2020 Joe dijo que solo sería presidente por un periodo y al final se rajó, se quiso aferrar a la silla y dijo que la situación de EUA era muy difícil y que por eso se mantenía como candidato. Es decir que infirió que Kamala no tenía la capacidad para el momento histórico, esto lo dijo varias veces en público durante las pasadas 2 semanas. Cuando digo que Joe aceptó a Kamala en el 2020 es porque 4 meses antes de que la designara como su compañera para esa elección, allá lo había llamado racista durante los debates de su partido a la presidencia y de hecho Joe en los 80s se oponía a la mezcla racial y de clase en las escuelas públicas llamándolo una jungla. Recordemos que Joe iba a perder las elecciones internas de su partido en el 2020 pero el grupo de legisladores de color y él llegaron aún acuerdo que a cambio de su apoyo permitiría cuotas de raza en el gabinete incluida una mujer de color como VP. Por eso ahora que se estaba queriendo quedar y a pesar de haber ganado las elecciones primarias con lo que fue el único que obtuvo los delegados para continuar, lo obligaron a bajarse con lo que dejó el paso natural a sus VP Kamala a quien él ahora postula.

Kamala hace historia antes de ser electa como presidenta. Es la primera persona en tener la candidatura a la presidencia por uno de los dos partidos dominantes en EUA sin haber ganado ninguna elección interna para el cargo. En esta semana Kamala también ha sido aclamada por los líderes de su partido, lo demás es lo de menos y a menos de que ella no crezca de aquí a la asamblea de agosto todo está cocinado y solo falta saber a quién le pondrán de VP para elevar las posibilidades de victoria. Habrá que ver si ponen a una figura menos de izquierda o si deciden como lo hizo Trump con JD Vance apostar por alguien de su mismo estilo ideológico en una apuesta de doble o nada.

Según historiadores, el partido demócrata y sus candidatos gozan de una etapa de más o menos 3 meses de luna de miel en la que los medios les promueven y ganan puntos en la popularidad general, antes de entrar en críticas. La elección será 105 días después de la renuncia de Joe Biden. Es decir, el cambio da perfecto tiempo para que la gente mantenga el entusiasmo. Más aún porque las elecciones empiezan por correo desde septiembre y concluyen en noviembre. Es muy posible que Kamala haya ganado o perdido la elección antes de que sus electores sepan sus verdaderos logros o derrotas. Ella hereda los bienes políticos de Joe, pero tratará de alejarse de los malos resultados en economía, en política global, en seguridad pública y en seguridad fronteriza que son pésimos. Eso debe ser suficiente para emparejar la contienda que ya parecía de Trump quien escogió a un compañero de fórmula que no le suma, Kamala deberá seleccionar a alguien que le sume sino quiere cometer el mismo error que Donald.

Por lo pronto Kamala en sus primeros actos de campaña inteligentemente salió a combatir a Trump hablando de Trump y no de los problemas que la administración Biden le heredó. Se ha dicho que la retórica de Trump es violenta, pero a la fecha solo sus seguidores han sido baleados y dos muertos. La verdad es que la narrativa de Trump es más corriente pero la de los dos partidos es igual de incendiaria y de violenta, solo que una es más cool y aceptada que la otra, pero ambas generan resentimiento y división y no parece que se vaya a bajar de tono por más que se diga que eso se hará porque Joe, Donald y Kamala siguen hablando igual hoy que hace 3 semanas antes del atentado.

Los acontecimientos de las últimas 4 semanas son increíbles en su individualidad, pero son casi imposibles de creer en su secuencia y conjunto. Un debate que expuso la realidad del presidente de la aún superpotencia, una cascada de ataques públicos de sus aliados, un atentado en contra de la vida de un candidato presidencial, una negación a dejar la candidatura que ya se había ganado en las urnas y una nueva candidatura que se legitimó en menos de 24 horas. Todo en el país que se supone es el ejemplo mundial de la estabilidad, la seguridad y la democracia.

Dos hechos para la historia. Kamala tiene una carrera con trayectoria suficiente para ser candidata incluso más que otros en el pasado incluidos Trump y Obama. Podemos asegurar que incluso en el país más poderoso del mundo, dadas las condiciones y con el dinero suficiente, intereses económicos pueden cambiar al candidato de un partido después de concluido su proceso interno de elecciones y poner al nuevo en condiciones de ganar la elección federal. ¿Qué tan poderoso era realmente Joe aún como presidente de EUA? ¿Qué tan poderosa será Kamala?