/ Eduardo Sadot /
La movilización de masas con recursos públicos además de cínica es escandalosa, pero eso tiene sin cuidado a sus fanáticos y beneficiarios de los (sus) programas sociales que maneja como suyos el hombrecillo de Palacio y algunos así se lo creen.
Días antes MORENA pintó bardas y circuló desplegados anunciando ¡todos unidos al zócalo! Acompañamos al presidente de la república, Que viva el rescate de Pemex y la CFE, escrito con plumón para todo el país espacio para que en cada lugar escribieran “transporte y la ubicación y hora de donde saldrían”, desde luego pagado por el gobierno, dinero suficiente que no hubo para medicamentos de los niños con cáncer, ni enfermos terminales, ni para guarderías, ni medicamentos para COVID que pudieron haber salvado muchas vidas, pero lamentablemente no fue así. Algunos de los asistentes seguramente perdieron familiares por el COVID y negligencia del gobierno, asistieron por convicción muchos de ellos otros por obligación presionados por sus jefes y amenazados de perder su trabajo, apoco cree obrador que esos serán votos para su partido.
Las corcholatas aplaudiendo como focas, patéticas en el más puro estilo priísta, la discriminación y distinción dividiendo sillas para funcionarios de alto rango y el pueblo de a pie y, que no son iguales.
En el discurso con arengas o sin ellas no podía faltar la sorna la burla, peculiaridad de los discursos de las mañaneras reflejo de su frustración y coraje cuando algo no le parece pero no puede hacer nada porque a veces la fuerza de la razón es superior “me suena, me suena, me suena”.
La ausencia de los cárdenas, que ahora no son indispensables, su utilidad se agotó cuando la masa informe y dócil al canto de la sirenas, sustituyó la imagen del Tata, por “cabecita de algodón” “Andresito” y él consciente de la necesidad de las masas de tener siempre un ídolo se apoltronó cómodamente en el subconsciente colectivo de sus seguidores. El Ingeniero Cárdenas externó su descontento sin asistir al evento popular partidista, más que patriótico, “institucional” – de haber sido debieron haber estado los miembros de los tres poderes y no fue así – en su lugar asistió a la tumba de su padre y declaró críticamente mal el manejo del petróleo por el inquilino de Palacio.
El mosaico de asistentes estuvo compuesto por fanáticos de obrador – que no de MORENA – acarreados, amigos y familiares de los acarreados.
El tema es, cual es el número real de los MORENOS; la capacidad real de fanáticos, simpatizantes y creyentes de obrador, para a su vez, obligar a personas cercanas a asistir – por cierto, en ése ejercicio pudieron apreciar seguramente cuantos en verdad estarían con ellos y cuantos no – el grado de rechazo efectivo y capacidad real de movilización electoral.
En la marcha hubo muchos fanáticos convencidos que creen a pies juntillas lo que dice obrador, muchos también que asistieron obligados por su trabajo o por solidaridad con sus parientes y amigos. Sin duda obrador tiene precisión de relojero para medir la influencia de sus palabras, sensibilidad que no tiene la oposición, al evento, fueron muchos por convicción otros por conveniencia, pero podrá la oposición mover a los inconformes y a los indecisos, de ése tamaño es el reto. México está a tiempo de convencer al resto que no son morenos, para votar por México y no por MORENA, cuando las evidencias del gran fraude que trama el hombrecito de Palacio, saltan a la vista.
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