Presidenciales: lejanos a brechas de género económicas que acentúan feminización de la pobreza

*Escrito por Lizbeth Ortiz Acevedo.

29.04.2024 /Cimac Noticias.com/ Ciudad de México.- La noche del domingo 28 de abril se llevó a cabo el segundo debate presidencial organizado por el Instituto Nacional Electoral (INE), con un cambio de formato, enfocado en “el desarrollo de México”, y en esta segunda oportunidad para dirigirse a mexicanas quienes suman 50 millones 749 mil 708 de electoras, en la contienda presidencial, olvidaron un punto central de lo que debió ser su discurso: la feminización de la pobreza.

Es decir, el 51.90 por ciento de las electoras son mujeres y las candidatas y el candidato estuvieron lejanos en sus discursos de las brechas que enfrentan en el contexto laboral las cuales les generan una mayor carga de trabajos, que en muchos casos la realizan sin pagos y sin derechos, lo que las limita en su vida, economía y autonomía.

Olvidaron mencionar la brecha salarial y económica que enfrentan las mexicanas, así como el trabajo en el hogar, trabajos de cuidados no remunerados, empleos sin seguridad social, hogares con jefaturas de mujeres y la división sexual del trabajo que las sitúa en mayores índices de pobreza.

Las candidatas de las coaliciones “Fuerza y Corazón por México” y “Sigamos Haciendo Historia”, Xóchitl Gálvez Ruiz y Claudia Sheinbaum Pardo, y el candidato del partido Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez, no acertaron en dirigir parte de su discurso con propuestas para eliminar alguna de los indicadores estudiados que permiten que las mexicanas se desarrollen en un sistema que rompa estereotipos y modifique estructuras misóginas arraigadas en la economía.

Cabe señalar que el movimiento feminista ha visibilizado el concepto «feminización de la pobreza» para señalar «el creciente empobrecimiento material de las mujeres, el deterioro de sus condiciones de vida y la vulneración de sus derechos fundamentales como consecuencia, principalmente, desmantelamiento de la política social y los efectos más profundos de los ajustes estructurales, que van más allá del incremento del trabajo gratuito de las mujeres en el hogar».

ONU Mujeres, el 23 de febrero del 2024 hizo pública una información donde aseveró que «invertir en las mujeres es tanto un imperativo económico como una cuestión de derechos humanos. Se trata de una cuestión de derechos humanos porque los sistemas económicos y financieros mundiales son cómplices de perpetuar la desigualdad de género:

Se estima que la eliminación de las brechas existentes en los servicios de cuidados y la ampliación de los trabajos decentes permitirían crear casi 300 millones de puestos de trabajo de aquí a 2035.

En este segundo debate presidencial también tuvieron la oportunidad de hablar sobre crisis climática, tema que también olvidaron cruzar con la afectación de manera desproporcionada que tiene hacia las mujeres y las niñas, porque son más propensas a sufrir las consecuencias perjudiciales del cambio climático.

De acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), publicados el 6 de marzo de este 2024 donde presentaron el Sistema de Indicadores sobre Pobreza y Género 2016-2022, se detalló la brecha que enfrentan las mujeres ante una estructura dominante y establecida que las pervive en vidas precarias:

De 2016 a 2022, la jornada semanal del trabajo del hogar no remunerado fue más extensa en mujeres, con un promedio de 32 horas para ellas, en contraste, con las 14 horas observadas en los hombres.

• De 2016 a 2022, el trabajo al que las mujeres dedicaron el mayor tiempo fue al cuidado a otras personas del hogar, con 27 horas en promedio, indistintamente de su situación de pobreza.

• En el periodo de 2016 a 2022, la brecha de género en la participación económica se situó en un diferencial de aproximadamente 30 puntos porcentuales, dado que las mujeres tuvieron una participación promedio en el mercado laboral de alrededor de 50% y los hombres cercana a 80%.

• A nivel nacional, el empleo subordinado sin pago fue hasta el doble de frecuente en las mujeres (8%) con respecto de los hombres (4%), de acuerdo con cifras promedio de 2016 a 2022.

• El tipo de empleos al que accede la población total es predominantemente sin seguridad social, sobre todo en contextos de pobreza donde en promedio 92 de cada 100 mujeres ocupadas no tuvieron acceso a la seguridad social (como prestación laboral) de 2016 a 2022.

• El salario por hora que percibieron las mujeres es menor al de los hombres entre 2016 y 2022, sobre todo en contextos de pobreza donde, en promedio, las mujeres ganaron 75 por cada 100 pesos que ganaron los hombres.

• Los hogares con jefaturas de mujeres son los que potencialmente presentan mayores presiones económicas para solventar sus necesidades, ya que registran mayor población dependiente económicamente.

Mujeres indígenas

as candidatas de las coaliciones “Fuerza y Corazón por México” y “Sigamos Haciendo Historia”, Xóchitl Gálvez Ruiz y Claudia Sheinbaum Pardo, y el candidato del partido Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez, tuvieron escasas propuestas dirigidas a mujeres indígenas y afromexicanas, incluso parte de las mismas estaban dirigidas a «los productores, los jornaleros, los ganaderos», con ello también dejaron pasar la oportunidad de hablarles a más 11.9 millones de mujeres indigenas en el país, así como 1.3 millones de afromexicanas.

Estos sectores de la población hay enfrentado dobles y triples factores de discriminación, no obstante, en este debate las y el candidato olvidaron un diálogo intercultural y dirigido a estas mujeres quienes tienes aún mayor rezago en la esfera económica y social.

Con base en los resultados del Cuestionario Ampliado del Censo de Población y Vivienda 2020, se estimó que, de acuerdo con su cultura, 23.2 millones de personas de tres años y más se autoidentificaron como indígenas. De estas, 51.4 % (11.9 millones) fueron mujeres y 48.6 % (11.3 millones), hombres.

En el medio rural se estima un total de 3 millones 141 mujeres indígenas, es decir que por cada 100 mujeres hay 95.8 hombres, por lo que se puede afirmar que entre la población indígena es más acentuada la tendencia a la feminización.

Según el informe Desigualdad territorializada, afromexicanas en el Censo 2020, en México habitan poco más de 2.6 millones de personas que se reconocen como afromexicanas, negras o afrodescendientes, y de éstas, poco más de 50% son mujeres.

Por ejemplo, de acuerdo con la Encuesta Nacional Agropecuaria 2014 levantada por el INEGI del total de productores identificados, 15.1% son mujeres. Y, por otro lado, el Registro Agrario Nacional señala que existe un total 7 millones de sujetos titulares de derechos agrarios, de los cuales 22.3% son mujeres, que significa un millón 564 mil personas, existe una marcada brecha en el campo.

En las localidades rurales existe 1 millón 405 mil viviendas indígenas, de las cuales 21.1% tienen jefatura femenina, lo que representa 296 mil hogares. En estas viviendas 21.1% tiene piso de tierra y 75% de cemento o piso firme; en el caso de las viviendas cuyo jefe de familia es hombre estos porcentajes son 20.5% y 75.4%, respectivamente.

Mijane Jiménrez, quiene se define en su cuenta de X, como una «mujer negra afromexicana, defensora DDHH», hizo alusión al olvido de las y el presidenciable a la comunidad afromexicana e indicó que tampoco dieron un discurso enfocado en la pluriculturalidad y no asumieron el racismo estructural.

Hogares con mujeres jefas de familia

Más allá del sistema nacional de cuidados, un concepto que se ha retomado en los discursos políticos, también faltó profundidad en las y el candidatos porque obviaron que en México hay 4 millones 180 mil hogares con padres ausentes según cifras del Inegi.

Esto quiere decir que esos más de 4 millones de familias cuentan con un sustento económico gracias al trabajo de una madre autónoma. Las condiciones en las que trabajan estas madres las someten a una doble violencia: por un lado viven las consecuencias del abandono paternal y, por otro, atraviesan los estragos de un mundo laboral que no está diseñado para la maternidad.

Más allá del sistema nacional de cuidados el cual está estancado en la Cámara de Senadores y que no será viable en los próximos meses, las y el candidato olvidaron mencionar una política enfocada directamente a estas mujeres quienes enfrentan dobles jornadas laborales remuneradas más las labores de cuidado en casa.

Para conocer más información del tema de paternidades ausentes, te invitamos a leer: En México hay 4 millones de padres ausentes; el rostro detrás de las madres trabajadoras