*La Presidenta responsabiliza a “grupos violentos” por disturbios en marcha de la Generación Z.
*Confirma 20 jóvenes detenidos; cinco enfrentan cargos por tentativa de homicidio, lo que ha desatado acusaciones de criminalización de la protesta.
*Todos y todas enviados a reclusorios por manifestarse mientras las familias de los jóvenes permanecen al exterior exigiendo su liberación.
18.11.2025 Ciudad de México.- En su conferencia matutina de este martes, la presidenta Claudia Sheinbaum respondió a las crecientes críticas por la represión policial durante las recientes protestas encabezadas por jóvenes de la Generación Z, en las que se denunciaron agresiones contra manifestantes, personas mayores, mujeres, personas con discapacidad, menores de edad y periodistas por parte de los cuerpos policiacos de CDMX.
La mandataria rechazó categóricamente que su gobierno haya ordenado una represión y atribuyó los hechos violentos a “grupos ajenos al movimiento de transformación”.
Durante su intervención en la conferencia matutina en Palacio Nacional, Sheinbaum afirmó que los actos de violencia registrados el pasado sábado no fueron protagonizados por jóvenes genuinamente movilizados, sino por “un grupo muy violento con caras muy conocidas”, a quienes vinculó con figuras opositoras como Fernando Belaunzarán y Guadalupe Acosta Naranjo, integrantes de la llamada Marea Rosa.
Según el último reporte oficial, 20 jóvenes fueron detenidos durante la marcha de la Generación Z en Ciudad de México el pasado fin de semana.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) informó que cinco de ellos están siendo investigados por el delito de homicidio en grado de tentativa, en agravio de elementos de la policía capitalina, agredidos por un grupo de embozados que aparecieron en zócalo para tirar las vallas pero curiosamente no para entrar a palacio nacional.
La presidenta defendió el actuar de las autoridades y negó que se trate de represión. Afirmó que los disturbios fueron provocados por “un grupo violento con caras conocidas”, y que la protesta fue manipulada por intereses políticos vinculados a la oposición. No se refirió directamente al proceso penal de los jóvenes, pero insistió en que su gobierno no reprime y que se respetan los derechos humanos.
Sin embargo, organizaciones civiles y familiares de los detenidos han denunciado que los jóvenes fueron enviados a reclusorios sin pruebas contundentes, y que la acusación de tentativa de homicidio busca justificar penas de hasta 10 años de prisión. Este señalamiento ha sido interpretado por activistas como un intento de criminalizar la protesta social y disuadir futuras movilizaciones juveniles.
El reclamo ciudadano se ha intensificado en redes sociales, donde se exige la liberación inmediata de los detenidos y se denuncia el uso excesivo de la fuerza contra manifestantes, mujeres, personas con discapacidad, niños y periodistas. La nueva convocatoria para marchar el próximo fin de semana busca visibilizar estos abusos y exigir justicia.
“La mayoría de los jóvenes mexicanos no son violentos. Lo que vimos fue una provocación organizada con fines políticos”, declaró la presidenta. También aseguró que la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México ya investiga los hechos y que se deslindarán responsabilidades conforme a derecho.
En cuanto a las denuncias de brutalidad policial, Sheinbaum evitó referirse directamente a los videos y testimonios que circulan en redes sociales, en los que se observan agresiones contra personas vulnerables. Sin embargo, insistió en que su gobierno “no reprime” y recordó su propia trayectoria como activista en movimientos pacíficos.
Sobre la nueva convocatoria a manifestarse, prevista para el próximo fin de semana, la presidenta advirtió que se mantendrá el orden público y reiteró que “la protesta pacífica es un derecho, pero la violencia no será tolerada”.
También denunció que la convocatoria fue impulsada con una inversión de más de 90 millones de pesos en redes sociales, lo que, según ella, evidencia una estrategia de desestabilización orquestada por sectores conservadores.
Las protestas del sábado pasado, que reunieron a más de 100,000 personas en distintas ciudades del país, dejaron un saldo de un si número de civiles heridos, 100 policías lesionados y cerca de 70 detenidos.
Organizaciones de derechos humanos han exigido una investigación independiente y la liberación inmediata de los jóvenes arrestados bajo cargos que consideran desproporcionados.
La tensión entre el gobierno federal y los sectores juveniles continúa escalando, mientras se espera una nueva jornada de movilización que podría marcar un punto de inflexión en la relación entre la administración Sheinbaum y una generación que exige mayor apertura democrática y justicia social.
Las imágenes brutales del abuso policial, así como del grupo de choque infiltrado han dado la vuelta al mundo provocando reacciones como la de Donald Trump que dio cuenta de los hechos al declarar que no está contento con México en materia de combate al crimen organizado.












