¿Prioridad?

*A Juicio de Amparo.

/ María Amparo Casar /

El pasado lunes 16 Sheinbaum aseguró que para su gobierno “es una prioridad nacional atender el problema de las personas desaparecidas y no localizadas.”

También que: “No habrá impunidad”. Que “nunca ocultaremos nada. La verdad debe prevalecer siempre. En mi gobierno no habrá construcción oscura de verdades históricas, nunca; desde el gobierno no se tolerará la construcción de verdades a medias o falsedades. Siempre estaremos con la verdad y con la justicia”. Que enviará al Congreso un paquete iniciativas y dictará decretos. Y, que “escuchamos la necesidad de los familiares de personas desaparecidas” y, “nuestro deber es apoyarlos”.

Necesario reconocerle que hay cambios considerables en la “estrategia” contra el crimen organizado que dio como resultado el sexenio más violento de la historia con 122 mil homicidios y más de 50 mil desaparecidos. Absurdo exigir a cinco meses de gobierno un cambio radical en los resultados.
Sin embargo, vale la pena cuestionar y desmenuzar las afirmaciones de la presidenta. Ni en su discurso de toma de posesión, ni en el de los 100 Compromisos del Zócalo el 1° de octubre de 2024 se mencionó a los desaparecidos.

Y, ¿hay prioridad sin presupuesto?

Es cierto, los problemas no sólo se arreglan con dinero. En México estamos llenos de ejemplos de millonarios recursos mal gastados. Ahí está el caso de la infraestructura en el sexenio pasado al que se asignó presupuesto a manos llenas para no avanzar un ápice: Dos Bocas, AIFA, Tren Maya, Pemex o la CFE.

Supongamos que no se repetirán los errores de gasto y preguntémonos cuántos recursos se han asignado a la Secretaría de Seguridad Ciudadana o a la Fiscalía o la Comisión Nacional de Búsqueda para los sin duda loables proyectos que ha planteado. Esta última tuvo un subejercicio de 28% y en el PEF del 2025 tuvo una reducción del 5%. Algo peor ocurrió con el Centro Nacional de Identificación Humana que fue inaugurado en 2022 con bombo y platillo pero nunca operó. Un año después quedó en el abandono sin personal ni presupuesto. Hoy se propone reinventarlo.

Legislación. Hacen falta buenas leyes, pero vale la pena preguntarse si es en los vacíos normativos o más bien en los operativos (voluntad, inteligencia, coordinación, recursos humanos, herramientas tecnológicas) en donde hay que poner el acento. Muchas leyes se publicaron el sexenio pasado, pero poco o nada se avanzó en disminuir la desaparición de personas.

No minimizó la importancia de un buen orden jurídico pero sin instituciones con capacidad de operación nunca serán efectivas. Ahora vuelven a proponer iniciativas y decretos, muchos de los cuales ya estaban previstos pero que no funcionaron o lo hicieron parcialmente.

Se habla de una reforma al poder judicial, entre otras motivaciones para erradicar a los jueces corruptos que dejan libres a los secuestradores, contrabandistas y homicidas y ¿las fiscalías?

Impunidad. No habrá impunidad. La hay y la sigue habiendo. En México no se denuncia el 94% de los delitos que se cometen y menos del 1% son resueltos. Tal y como informa México Evalúa, “la justicia penal sólo ocurre por excepción”. La impunidad en homicidios, feminicidios y secuestros alcanza el 100% en varios estados, entre ellos la CDMX.

Transparencia. Nunca ocultaremos nada. La verdad debe prevalecer siempre. El problema es que cualquier declaración em transparencia lleva la sombra de la duda con la desaparición del INAI y con discursos que usan cifras de dudosa factura y comparaciones a modo. La pregunta se impone. Si Teuchitlán se descubrió en septiembre de 2024, por qué nos enteramos apenas ahora. Y, en realidad, fue mucho antes. Una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad detalla que elementos de la Guardia Nacional reportaron el 10 de agosto de 2019 la localización de una finca con varios cuerpos que habían sido calcinados en Teuchitlán, cerca de la comunidad de La Estanzuela, la misma zona donde los buscadores localizaron a inicios de marzo de 2025 el crematorio.

Empatía. Se me podrá decir que la empatía no resuelve nada. No, pero no sobra ante una tragedia de la dimensión de Teuchitlán y la desgracia de 122 mil desaparecidos en condiciones inimaginables.

López Obrador no les concedió audiencia a las madres de las víctimas en los seis años de su gobierno. Hasta ahora tampoco lo ha hecho Sheinbaum. Para ello no hace falta ni un peso del presupuesto, ni un cambio de ley, ni transparencia. Sólo voluntad. Ojalá y así lo haga. Ojalá que en lugar de dedicar cerca de media hora a denunciar como la oposición se ensaña con López Obrador y contra ella misma por una legítima preocupación e indignación, se la dedique a escuchar a los Guerreros Buscadores.