* La Política me da Risa.
/ Yazmin Alessandrini /
* Los contagios y hospitalizaciones por la nueva cepa del COVID se dispararon el fin de semana
* Por enésima ocasión nuestra endeble estructura sanitaria es rebasada por la urgencia
* Al Presidente López Obrador no le importa la salud de los mexicanos, él está inmerso en lo suyo
PREVENIR ES DE NEOLIBERALES.- El COVID llegó para quedarse, pero eso no le importa en absoluto a nadie en este gobierno, principalmente al Presidente López Obrador y a su secretario de Salud, el invisible doctor Jorge Alcocer. Qué más da que en los últimos años se hayan contagiado más de 8.3 millones de mexicanos, que hayan muerto más de 820 mil connacionales o que nuestro personal médico haya registrado más de 2 mil fallecimientos por esa causa durante los días de mayor auge del coronavirus. Eso no importa. Y menos ahorita que la coyuntura más importante en todo el territorio nacional son las elecciones del próximo 2 de junio. Así que por favor no distraigan al Presidente con nimiedades, pues él está metido de lleno en lo que mejor sabe hacer: Andar de campaña y pelearse con los “malditos” conservadores que tanto daño le han hecho al país. No lo molesten, no lo importunen, no lo fastidien, pues él está en lo suyo. Así que no le pregunten y no le cuestionen nada sobre este bicho, pues ya hizo bastante inaugurando (el 29 de diciembre pasado) la súper farmacia del bienestar en Huehuetoca, Estado de México. Él ya cumplió, así que no se pongan exigentes. Además, por si a muchos de ustedes ya se les olvidó, en mayo pasado él ya decretó el fin oficial de la pandemia. Por lo tanto, esa nueva cepa covidosa, conocida como Pirola, seguramente sólo llegó a México como parte de una campaña para desprestigiarlo a él y a su movimiento.
GENUINA PREOCUPACIÓN.- Las noticias que se generaron durante el pasado fin de semana son preocupantes: En Coahuila, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca y Sonora, (o sea, en una tercera parte de las entidades del país) hay hospitales y unidades clínicas cuya ocupación por nuevos casos de COVID oscila entre el 70 y el 100 por ciento. Y, mucho ojo, no se trata de información dada a conocer por la llamada prensa malintencionada que a diario sale a criticar la gestión del Presidente, sino de datos y cifras proporcionados por el Sistema de Información de la Red IRAG de la Secretaría de Salud, el cual dio a conocer detalladamente cuáles son los hospitales que tienen una alta demanda para atender casos graves por SARS-CoV-2. Por lo tanto, considerando los antecedentes inmediatos, en estos momentos mucha gente se está cuestionando qué tipo de reacción tendrán el Gobierno y sus funcionarios del gabinete de salud ante semejante coyuntura: ¿Será que ahora sí actuarán atingente y responsablemente o volverán a dejar en manos de un mercachifle como Hugo López-Gatell Ramírez la salud de millones de mexicanos (principalmente niños, ancianos y personas con comorbilidades).
DEFINIR ESTRATEGIAS.- En esta ocasión el Presidente no se puede dar el lujo de equivocarse otra vez, porque el costo político que pagaría por ello sería muy alto y eso definitivamente se reflejaría en las urnas. Por lo mismo, no se puede quedar callado y mucho menos debe hacerse de la vista gorda ante un problema que podría escalar dramáticamente si se le ignora. Urge que alguien empiece a moverse para conseguir vacunas efectivas que combatan efectivamente esta nueva cepa, porque la rusa “Sputnik” y la cubana “Abdala” no sirven para maldita la cosa (de la mexicana “Patria” mejor ya ni hablamos, ¿verdad, doña María Elena Álvarez–Buylla Roces?). Pero también es imperativo que se diseñe, se difunda y se implemente una nueva estrategia que permita retomar sinergias de prevención para que los contagios no aumenten a gran escala. Vamos a ver si lo que dice López Obrador es cierto, de que ya estamos mejor que en Dinamarca.
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