**Palabra de Mujer
/Billie J Parker Méndez /
Este lunes los ministros de la SCJN tienen en sus manos una oportunidad histórica para defender el orden establecido por la Constitución y mantener el Estado de Derecho.
La polémica sobre el supuesto plagio de la ministra Yasmín Esquivel, una de las cinco aspirantes a relevar a Arturo Zaldívar, pero que pone contra la pared la confiabilidad de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es el Máximo Tribunal Constitucional del país y cabeza del Poder Judicial de la Federación.
Su falta de autonomía pondría a México pues tiene la SCJN entre sus responsabilidades defender el orden establecido por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; mantener el equilibrio entre los distintos Poderes y ámbitos de gobierno, a través de las resoluciones judiciales que emite; además de solucionar, de manera definitiva, asuntos que son de gran importancia para la sociedad. En esa virtud, y toda vez que imparte justicia en el más alto nivel, es decir, el constitucional, no existe en nuestro país autoridad que se encuentre por encima de ella o recurso legal que pueda ejercerse en contra de sus resoluciones.
Colocar a un o una juez comprometida con el poder ejecutivo sería un avance más hacia un régimen autoritario y misógino que utiliza a las mujeres para sus fines de grupo y lo peor, personales.
