Prueba no superada

TRES EN RAYA/.

Verónica Malo Guzmán .

 El hoy primer mandatario juró que impulsaría la industria nacional y en los momentos clave ha demostrado lo contrario

Las concepciones demostradas en la práctica diaria por el presidente distan mucho de las proclamas del antes candidato. Ese quien iba a escuchar a la oposición y tomar en cuenta las mejores decisiones, se ha tornado en alguien que solo escucha su misma voz.
En esa cacofonía de ideas no se ha dado cuenta que cada día se aísla más de varias de las múltiples realidades que conforman nuestro país. En ocasiones, por irónico que parezca, ni siquiera es capaz de escuchar a los que menos tienen. Así, en su momento prefirió cerrar las estancias infantiles, aunque eso significase un duro golpe a un buen número de madres de escasos recursos.

La 4T no escucha, ni está dispuesta a intentarlo. Quienes hicieron de las manifestaciones y las ocupaciones una forma igual pacífica como válida de protestar, ahora no las soportan.

Quienes obtuvieron a través de organizaciones de la sociedad civil pruebas contundentes sobre la corrupción del sexenio pasado, ahora las desprecian; no soportan las críticas que tales organizaciones hacen de los errores  actuales y les da por cuestionar su financiamiento, intereses y procedencia.

Quienes prometieron no ser corruptos, ni permitir el nepotismo y menos los negocios al amparo del poder, hoy son ejemplo de ello. Y prestan pretextos igual de inútiles que en otros sexenios. ¿Qué pasó (pasa) en el cabildo del ayuntamiento de Macuspana, Tabasco que el primer mandatario llama “diario inmundo” a un medio de comunicación?.
Quienes se burlaban (¡y con razón!) de las pésimas matemáticas de Peña Nieto, ahora las reiteran a mayor grado.

De igual forma, criticaron el pésimo estado del sistema de salud “heredado”, pero solo lo están terminando de hundir. Señalaron al modelo neoliberal por la cantidad de pobres creados por el mismo, solo para llamarlo de otra forma y aumentar, a un ritmo sin precedentes en la era moderna de México, el porcentaje de estos.

No pocos ecologistas del país votaron por YSQ y la 4T, pues dijeron cuidar del medio ambiente. Como moneda de cambio, destrozan el entorno de donde se construyen la refinería de Dos Bocas y el Tren Maya, y prometen concluir una aeropuerto un año antes de que vayan a estar listos los estudios de su viabilidad y del impacto ambiental del proyecto…

Los artistas confiaron en él, solo para saber que los fideicomisos para las bellas artes desaparecían y sus dineros se invertirían para poder pagar las obras faraónicas del sexenio. No se diga la arqueología; la “defensa” de los tesoros nacionales esta en jaque con el minúsculo presupuesto al INAH y el crítico apoyo para recuperar los restos encontrados a cada paso del territorio nacional, comenzando por los fósiles de mamuts en Santa Lucía.

Prometió no desperdiciar y lo hecho con el NAICM, la planta de cerveza y otras consultas son solo muestra de desprecio al trabajo ajeno y un despilfarro de las arcas nacionales y clausura de miles de trabajos.

El hoy primer mandatario juró que impulsaría la industria nacional y en los momentos clave ha demostrado lo contrario. Ya sea comprar pipas par el transporte de combustible o medicamentos para abastecer al sector salud; confía más en lo que puede comprar en el extranjero que en lo hecho en México.

Ser el presidente “nacionalista” queda solo en la palabra y —mismo eso— reducido a ciertos ámbitos del sector energético del país.

Criticó todos los programas sociales con tintes clientelares, únicamente para crear más, sin reglas de operación verificables, medibles y creíbles.

Cuestionó la raquítica inversión en infraestructura, pero la ha llevado casi a cero. Al respecto, también dijo que no trabajaría con los empresarios miembros de la “mafia del poder”, tan solo para terminar contratándolos y olvidarse de los medianos y pequeños generadores de empleos que están pasando la peor de las crisis sin ningún tipo de apoyo gubernamental.

Mientras dijo tender la mano para trabajar con todos los empresarios, les sigue cerrando puertas. Así, Carlos Salazar presidente del CCE sufrió el “frío” de Palacio porque osó a publicar algunas recomendaciones/peticiones para apoyar a los pequeños y medianos negocios.

Y si bien Ricardo Monreal ya anunció que se les recibirá en el Congreso, solo veremos cómo eso será tomado por el mandatario como motivo de un mayor alejamiento y otro desacato.

Todo lo anterior, no son datos aislados o curiosos, tampoco se trata tan solo de un recuento de tantos errores y pifias cometidos en estos casi dos años de gobierno. Son la muestra cotidiana de la práctica que impera en la 4T. Una hipótesis que solo cree en la inefabilidad del líder y rechaza todo lo que provenga de otros actores del acontecer nacional.

Ante eso, hay poco que pueda/quiera escuchar de quien no opine como él. Con la victoria de la 4T no se optó por pavimentar la unión entre todos los mexicanos. Fácilmente el recién electo presidente podría haberlo hecho si se lo hubiese propuesto, de ese tamaño era su legitimidad en diciembre de 2018.

Pero se decidió por el encono, por continuar dividiendo a una sociedad de por sí ya erosionada. Llegó solamente la venganza y eso, no depara nada bueno ni hay señales de dónde terminará. Prueba no superada.

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