Alexánder Lukáshev, Director del Instituto de Parasitología Médica y Enfermedades Tropicales y Transmitidas por Vectores, repirró que fueron exitosos los ensayos clínicos de una vacuna rusa contra la pandemia de COVID-19, los cuales se llevaron a cabo en la universidad con un grupo de voluntarios.
Se informa que el pasado 18 de junio empezaron las pruebas clínicas en la Universidad Estatal Médica de Séchenov, a la cual pertenece dicho instituto, con el objetivo de examinar los efectos de la vacuna contra el coronavirus.
Lukáshev ratificó que “en esta etapa se demostró la seguridad de la vacuna”, que corresponde con el nivel de seguridad “de las vacunas que actualmente están en el mercado.”.
El Instituto de Investigaciones de Epidemiología y Microbiología Gamaleya fue el creador de estas vacunas formadas artificialmente sin ningún elemento del COVID-19, como un polvo para preparar una disolución administrada vía intravenosa.
En la investigación participaron 38 voluntarios, entre los cuales algunos presentaron reacciones post vacunales como un ligero aumento de la temperatura y dolores de cabeza, que desaparecieron por sí solos durante el día.
El primer grupo de voluntarios que se les aplicó la vacuna será dado de alta el 15 de julio y el segundo el día 20; de esta forma los especialistas seguirán vigilando su respuesta inmune.
