*Vonferencia cambio de nombre a «Conferencia Regional sobre las Mujeres en América Latina y el Caribe» en el reconocimiento de todas las mujeres de la región.
/ Escrito por Lizbeth Ortiz Acevedo /Foto: Denisse Robles/
16.08.2025 /Cimac Noticias.com / Ciudad de México.- Tras una semana de trabajos en la XVI Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, cuya sede fue la Ciudad de México, finalmente hoy fue publicado el Acuerdo de Tlatelolco, el documento que recopila los acuerdos establecidos para avanzar en la región hacia la garantía de los derechos humanos de las mujeres en todos los niveles de la vida pública y privada, con especial énfasis en la implementación de la Sociedad de Cuidados donde además se determinó que Colombia será la próxima sede en el 2028.
Así que los Estados participantes quienes también forman parte también de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (1979) y su Protocolo Facultativo, la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Convención de Belém do Pará, 1994), ratificaron su compromiso para proteger, respetar y garantizar los derechos humanos de todas las mujeres, adolescentes y niñas, sobre la base de los principios de igualdad y no discriminación con 80 compromisos.
Jennifer Feller Enríquez, directora general de Derechos Humanos y Democracia en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) agrego que, entre los compromisos principales se encuentran el reconocimiento del derecho al cuidado como un derecho humano, siendo esta una obligación que deben garantizar los Estados y en corresponsabilidad con todos los sectores involucrados (sociedad, comunidades y familias).
Por otro lado, la conferencia cambio de nombre a «Conferencia Regional sobre las Mujeres en América Latina y el Caribe» en el reconocimiento de todas las mujeres de la región. En respuesta, Citlali Hernández, titular de la Secretaría de las Mujeres (Semujeres), apuntó que se trata de una modificación simbólica y política, ya que lo plural reconoce la diversidad de las identidades, lucha y realidades de las mujeres.
En tercer lugar, el Compromiso de Tlatelolco reconoce y visibiliza a los conocimientos ancestrales y contribuciones a la historia de los cuidados de las mujeres indígenas, afrodescendientes y rurales. Asimismo, Jennifer Feller mencionó que el documento la posee un lenguaje histórico en materia de derechos sexuales y reproductivos.
Finalmente, otro logro establecido es la creación de un marco de acción, a nivel regional y nacional, que permita avanzar en el marco normativo, institucional, de participación y fortalecimiento de la capacidad del Estado en el cuidado, así como la movilización de recursos, cooperación, evaluación y revisión de cuentas; de la mano de la sociedad civil.
Citlali Hernández añadió que el Compromiso de Tlatelolco es una hoja de ruta con bases para conformar una sociedad de cuidados en los próximos 10 años para llegar a la igualdad sustantiva y a la redistribución, reconocimiento y remuneración de esta labor que históricamente ha recaído en las mujeres.
«Nunca hay que perder el acento puesto en las mujeres más olvidadas, más ignoradas, más pobres en esta visión interseccional que hemos abrazado desde los propios pronunciamientos de reconocer a las mujeres indígenas, a las mujeres afro, a las mujeres de la violencia sexual, a las mujeres discapacitadas, a las mujeres indígenas A las mujeres invisibles que sostienen y han sostenido la vida desde abajo y en las comunidades, porque cuando pensamos en una sociedad de cuidados, pensamos en que las mujeres, sobre todo las más olvidadas, tengan una vida totalmente distinta» -Citlali Hernández, titular de la Secretaría de las Mujeres (Semujeres)
Entre otros compromisos asumidos se encuentran:
Promover medidas para superar la división sexual del trabajo y transitar hacia una justa organización social de los cuidados, en el marco de un nuevo estilo de desarrollo que impulse la igualdad de género en las dimensiones económica, social y ambiental del desarrollo sostenible.
Reconocer el derecho humano al cuidado, que incluye el derecho de las personas a cuidar, a ser cuidadas y a ejercer el autocuidado, sobre la base de los principios de igualdad, universalidad y corresponsabilidad social y de género y, por lo tanto, como una obligación del Estado y una responsabilidad que debe ser compartida por las personas de todos los sectores de la sociedad, los hombres y las mujeres, las familias, las comunidades y el sector privado.
Adoptar marcos normativos, políticas, programas y sistemas integrales de cuidado con perspectiva de interseccionalidad e interculturalidad, sostenibles en el tiempo, que respeten, protejan y cumplan los derechos de quienes reciben y proveen cuidados de forma remunerada y no remunerada, que prevengan todas las formas de violencia en el mundo del trabajo formal e informal, garanticen la plena, significativa e igualitaria participación de las mujeres en la vida pública, en la política y en la economía, y liberen tiempo para que las mujeres puedan incorporarse al empleo y a la educación y disfrutar plenamente de su autonomía.
Formular políticas orientadas a eliminar contenidos sexistas y discriminatorios, y promover la incorporación de referentes que visibilicen el valor y la corresponsabilidad de los cuidados en medios de comunicación.
Compromiso de Tlatelolco está disponible en: https://conferenciamujer.cepal.org/16/sites/crm16/files/2500331s_crm.16_compromiso_tlatelolco.pdf
Cómo se conformó el Acuerdo
Durante esta semana de trabajo, las asistentes reconocieron que la actual organización social de los cuidados en América Latina y el Caribe es injusta y desigual y ha afectado históricamente a las mujeres, adolescentes y niñas, en particular a las indígenas y afrodescendientes, y su considerable contribución al desarrollo de las sociedades y la importancia de lograr que participen de forma plena, igualitaria y significativa en todos los aspectos de la sociedad.
Las más de mil asistentes quienes viajaron de toda la región hacia la Ciudad de México también coincidieron en que las mujeres sostienen las sociedades a través de los trabajos de cuidado ya sea remunerados o no remunerados y su aporte sigue sin reconocimiento pleno ni políticas que lo protejan, redistribuyan o dignifiquen, por lo que encontraron una oportunidad política clave para avanzar en este tema y comenzar una transformación política, económica y cultural.
Recordemos que fue en Argentina donde se llevó a cabo la XV Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe donde se llegó al consenso llamado Compromiso de Buenos Aires, donde se promovió una sociedad del cuidado con enfoque transnacional.
Con respecto del Acuerdo de Tlatelolco, la Secretaria de las Mujeres, Citlalli Hernádez, detalló que bajo su organismo se había distribuido el documento Compromiso de Tlatelolco: una década de acción para el logro de la igualdad sustantiva de género y la sociedad de cuidados, de fecha 15 de agosto para aprobación de las delegaciones, desde el 15 de julio y se abrió un espacio de una semana para la recepción de comentarios.
Ese plazo venció el jueves 24 de julio con las contribuciones de nueve países y el día 29 de julio se llevó a cabo una sesión virtual informativa para comunicarle a las delegaciones sobre el procedimiento que se seguiría en la facilitación de negociación del proyecto de Compromiso Tlatelolco.
En dicha oportunidad, varias delegaciones solicitaron extender el plazo para la recepción de nuevas contribuciones o incluso para complementar sus propios textos y se abrió un nuevo espacio hasta el 30 de julio y ese día se recibieron dos contribuciones adicionales a las nueve anteriores. Con lo que en total contaron con 11.
Para el 8 de agosto, es decir, cuatro días antes del arranque la Conferencia Regional CDMX se circuló un documentó que se analizó de nueva cuenta en las sesiones de trabajo de los días 13 y 14 de agosto, cuyo resultado derivó en el texto consensuado.