Cdmx 1 de Diciembre 2018.- Tal como había anunciado, Andrés Manuel López Obrador, Presidente Constitucional de Los Estados Unidos Mexicanos, de basar la cuarta transformación en las culturas de lo pueblos originarios, hoy en el corazón de México, El zócalo, fue protagonista de ceremonias inéditas en su investidura como el gobernante que detenta el poder en México.
Signos profundos ancestrales rodearon la transferencia del poder espiritual, del poder oculto de la tinta roja, en esta jornada plena de simbolismos y estructuración del mito de la Cuarta Transformación.
En punto de las 5 con 10 minutos, el ahora Presidente de México fue recibido por los gobernadores y hombres y mujeres “medicina” de pueblos originarios quienes transmitieron la energía de grandes guerreros al nuevo presidente de México.
Con cantos y sahumerios “abrieron el camino”, a Andrés Manuel López Obrador y Beatriz Gutiérrez Müller. La segunda parte vino con el pedimento a los guardianes del sacro lugar (corazón de la gran Tenochtitlán) para iniciar con el ritual y ofrenda de flores sembradas en la tierra, a los a puntos cardinales, al cielo y a la tierra.
En su profundo sentido es abrir un espacio sagrado mediante invocaciones, alabanzas y decretos, donde la energía del bien común debe prevalecer. Por ello los dirigente de cada pueblo solicitaron un pensamiento de reconciliación entre todos las y los mexicanos para construir un futuro promisorio.
Está ceremonia ritual, dentro de la cosmovisión dual de la culturas antiguas, se trata de la parte femenina de la investidura presidencial para realizar una transferencia integral del poder, en el sentido espiritual con la ayuda del universo y los guardianes del centro del Mundo, que es México.
El bastón de mando, con un Quetzacóatl en la punta, fue consagrado en el templo mayor donde energéticamente se preserva el conocimiento del poder, oculto en cada cosa y pensamiento del espacio terrenal y que se concreta con los poderes del cielo y del inframundo, por lo que se requiere ser impecable en la conducta y el compromiso que adquiere, para transitar esas dimensiones.
Ello explicaría que Andrés Manuel López Obrador, luego de recibir el bastón y ser purificado él, su esposa y su camino, reafirmara el compromiso de no mentir, no robar y no traicionar al pueblo de México.
“Hoy hablé en el congreso sobre el antiguo régimen y también de la nueva política que llevaremos acabo para hacer realidad la cuarta transformación. Ahora quiero expresar lo que ya hemos hecho y estamos por iniciar. Lo que llamaríamos modernidad forjada desde abajo y para todos.
Y vino el anuncio “Después de la purificación a la investidura presidencial presidencia diría, para resumir en una frase: lo que buscamos, lo que anhelamos, es la purificación de la vida publica de México…Reafirmé puntualmente dijo, los compromisos. En primer lugar, vamos a darle atención especial a los pueblos indígenas de México.
“Es una ignominia, una vergüenza, que los pueblos originarios vivan bajo la opresión y el olvido de los poderosos”
Por eso todos los programas de gobiernos tendrán que atender de manera preferente a los pueblos originarios de la cultura del maíz. Se atenderán a todos los mexicanos, pero se aplicará en principio a los pobres”.
