Puentes de palabras: la traductora mexicana que lleva la literatura en coreano a las niñas y niños del mundo

Zyanya Gil y libro Dónde está mi hija
  • El libro “¿Dónde está mi hija?” traducido por Zyanya Gil forma parte del Catálogo del Club de Lectura de los ODS capítulo México.

Ciudad de México, 30 de septiembre de 2025.- Las y los profesionales lingüísticos hacen posible que las historias viajen más allá de las fronteras, una de ellas es Zyanya Gil, traductora mexicana que ha dedicado su carrera a tender puentes entre la cultura mexicana y coreana a través de los libros.

Yo siento que los traductores son un puente entre las culturas. Al acercarte a una literatura extranjera, te das cuenta de que no importa que tan lejos estés, todas las personas somos en esencia iguales, pero no nos podemos dar cuenta de eso si no tenemos acceso a lo que están produciendo culturalmente. Entonces los traductores crean este puente”, expresó Zyanya.

El Día Internacional de la Traducción, 30 de septiembre, es una oportunidad para rendir tributo y visibilizar la importante labor de las personas profesionales lingüísticas y el papel que desempeñan para acercar a las naciones; facilitar el diálogo, el entendimiento y la cooperación; así como contribuir a la paz y el desarrollo.

“Dentro de todas estas similitudes, también hay muchas diferencias, entonces el traductor es el que ayuda a salvar estas diferencias, qué preocupaciones tienen en otro lugar, qué comida comen, por qué para ellos es importante algo que para nosotros a lo mejor es intrascendente. Todo eso es el rol del traductor: acercar esta cultura, estos textos a las y los lectores. Eso es lo que me fascina de la traducción y de la literatura”, puntualizó la traductora.

Zyanya Gil estudió Letras Inglesas en la UNAM y cuenta con una maestría en Literatura Coreana en la Universidad de Kyung Hee, y vivió 13 años en Corea, donde se especializó en traducción literaria en el Literature Translation Institute of Korea (LTI). Su talento fue reconocido en 2016, cuando su versión al español de “La panadería encantada” de Gu Byung-mo obtuvo el Premio de la Fundación Daesan.

“A mí siempre me gustó leer. Desde niña leía mucho y en alguno de los libros que leí, me enteré de que había gente que se dedicaba a traducir libros y me emocionó mucho la idea. Me puse a estudiar idiomas y así llegué al inglés, luego estudié francés. Mientras estudiaba la carrera, conocí el mundo de Corea con una película que vi en la Cineteca; se me hizo fascinante. Se me ocurrió que no había muchos traductores del coreano al español y decidí meterme a estudiar coreano. Por medio de becas y apoyos llegué a Corea a estudiar traducción”, cuenta Zyanya.

Una historia que promueve el respeto y la inclusión

Entre las obras traducidas por Zyanya, del coreano al español, destaca la de “¿Dónde está mi hija?”, libro que forma parte del catálogo del Club de Lectura de los ODS, capítulo México. Esta iniciativa global busca que niñas y niños conozcan los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a través de historias que inspiran a cuidar el planeta, promover la igualdad y construir un mundo mejor para todas las personas.

“¿Dónde está mi hija?”, escrito por Iwona Chmielewska, describe las características de una niña mediante metáforas animales, las cuales se mueven entre opuestos, desafían las expectativas y nos invitan a reflexionar sobre las fortalezas y desafíos de cada persona. Al final del libro, se descubre cómo la niña usa silla de ruedas, una característica que, si bien la distingue, no la define.

“Me conmovió mucho que el libro no hiciera de la discapacidad el centro de la historia. Nos muestra a una niña fuerte, divertida, inteligente, con sus miedos y dudas, pero que es curiosa. Ese es un mensaje de inclusión muy natural para la infancia”, explica Zyanya.

“¿Dónde está mi hija?”, libro ilustrado con retazos de tela, se vincula con el ODS 10, Reducción de las desigualdades, al destacar la importancia de valorar las diferencias, promover la inclusión y el respeto, así como celebrar la diversidad y las múltiples facetas de la naturaleza humana.

El arte de traducir para niñas y niños

Para Zyanya, la traducción de libros infantiles siempre ha sido muy gratificante, y contrario a lo que se piensa, puede ser igual o más compleja que traducir literatura para adultos.

La literatura infantil es fascinante y es mucho más compleja de lo que solemos creer. Traducir para la infancia es casi como traducir poemas: con pocas palabras debes transmitir toda una historia. Además, los niños perciben cuando se les habla como si no entendieran, y lo rechazan. Hay que hablarles con respeto, como personas inteligentes y compartir con ellos conceptos importantes de la vida, es lo que me gusta de la literatura infantil”, agregó.

Finalmente, Zyanya reflexionó sobre la importancia de seguir creando espacios para la lectura, ya sea en comunidad o de manera individual, para contribuir al desarrollo y crecimiento de cada persona.

“Cuando nos sentamos a leer un libro, se crea un ambiente diferente y se absorben los mensajes de otra manera, creo que aunque parezca que no hay espacio para la literatura, siempre hay espacio”, concluyó.

Texto: Tania García | Fotografías: Cortesía de Zyanya Gil | Centro de Información de las Naciones Unidas en México, Cuba y República Dominicana